GUILLERMO ZAPIOLA
Hay una novela del exitoso autor norteamericano John Irving en la base de Una mujer infiel, película norteamericana dirigida por Tod Williams y protagonizada por Jeff Bridges y Kim Basinger que se estrena mañana en Montevideo. La adaptación, que resume aproximadamente la tercera parte inicial del extenso libro de Irving (que en total relata varias décadas de la vida de sus personajes), se desarrolla a lo largo de un verano en la comunidad marítima de East Hampton, Nueva York, centrándose en los conflictos del matrimonio integrado por un exitoso escritor de cuentos para niños (Bridges) y su hermosa mujer (Basinger).
El matrimonio, otrora avenido, ha sido golpeado por la tragedia: la muerte de dos de sus hijos adolescentes en un accidente de auto. Queda solamente una hija de cuatro años (Elle Fanning), que ha sido afectada igualmente por la situación pero que, niña al fin, la sobrelleva con otra naturalidad. No ocurre lo mismo con los integrantes adultos de la familia. El hombre es obvia y reiteradamente infiel, además de un bebedor consuetudinario y un inútil que vagabundea por la casa y pinta desnudos. A cierta altura su mujer, jaqueada entre el dolor y el empeño de ser una buena madre, imprime un dramático cambio en su vida. En su camino se cruza un adolescente (Jon Foster), aspirante a escritor contratado por el marido como asistente. El chico sueña también con ser escritor pero no tarda en entender que no debe esperar demasiado del errático comportamiento de su patrón.
El vínculo con la mujer será empero más complicado. Para el joven se tratará de un objeto de deseo adolescente. Para ella, una mezcla más ambigua, donde se entrecruzan el reclamo de una relación de pareja satisfactoria y una maternidad herida. Los sentimientos se entremezclan, el sexo juega un papel fundamental en el cuadro, y el personaje de Bridges revelará algún secreto oscuro. Ese verano será crucial para el futuro de los tres.
VARIANTES. Se ha señalado que la (elogiada) adaptación del director y guionista Williams cambia sutilmente la perspectiva del libro de Irving, donde el punto de vista era sobre todo el del personaje joven, con un énfasis sobre el carácter iniciático de la historia. El film no solamente se inspira en una parte del libro sino que además atiende, preferentemente, a los personajes adultos, dejando al joven en la situación de "tercero en discordia" o contrafigura que juega un papel menor en todo el asunto.
La atracción que Una mujer infiel pueda ejercer sobre su público depende en parte de la familiaridad o el aprecio generados por la literatura de John Irving, un tipo discutido llevado otras veces al cine (Secretos de hotel de Tony Richardson, El mundo según Garp de George Roy Hill, Las reglas de la vida de Lasse Hallstrom). Pero la crítica norteamericana ha valorado la capacidad de Williams y en especial de sus dos principales intérpretes.
Para Ed Park, del Village Voice, la película es "una tensamente filmada pieza de cámara para marido, mujer y muchacho". El cronista continúa: "Por momentos funciona como un afectuoso retrato de un matrimonio en problemas, combinado con una relato de aprendizaje", aunque desliza algún reparo menor al examen de la relación de la mujer con el chico más joven, a la que le pide mejor psicología. Por su parte, James Berardinelli afirma que Jeff Bridges y Kim Basinger "proporcionan poderosas actuaciones", agregando que Bridges "es siempre bueno en este tipo de personaje torturado", y que Kim vuelve a la buena forma que exhibiera en Los Angeles al desnudo y 8 Mile. Para Berardinelli resulta menos convincente el joven Foster, y allí encuentra uno de los problemas del film: el chico no sería competencia para los intérpretes adultos.
La película parece ubicarse, de todos modos, en esa línea de cine norteamericano semiindependiente que a menudo proporciona sorpresas positivas. A tener en cuenta. Nominada a dos premios Independent Spirit (mejor actor, mejor guión), premio a la trayectoria a Jeff Bridges (National Board of Review y Festival de San Sebastián), mención especial a la excelencia (National Board of Review), nominada al premio Scripter (mejor guión adaptado), al premio Cinemarati (mejor actor) y al premio de la crítica de Utah (mejor actor).
Dos intérpretes para tener en cuenta
Una mujer infiel constituye, entre otras cosas, la posibilidad de reencontrarse con Jeff Bridges y Kim Basinger, dos talentos con frecuencia subestimados, de esos que rara vez alcanzan un "status" de pleno estrellato pero que rara vez fallan en lo que hacen.
El caso de Bridges es el más característico. Hijo de un actor estimable (Lloyd Bridges), hermano de otro que acaso lo sea menos (Beau Bridges), es el típico actor "natural", la clase de figura cinematográfica casi ideal que con frecuencia parece no hacer otra cosa en la pantalla que "estar" (pero qué difícil resulta ser natural ante una cámara: la presencia de Cooper, Holden, Stewart, Mitchum o Wayne nunca arruinó una película; los artificios de Brando u Olivier estropearon cincuenta). Nunca va a figurar en "el club de los veinte millones", pero queda un lote de films (desde Starman a Los fabulosos Baker Boys o El gran Lebowski) al que siempre se puede volver.
Con Kim ocurre algo parecido. Desde que pasó de la edad de "pimpollo" a "fiscal del distrito", mostró que puede tener lo suyo. Atrás quedó la rubia sexy que podía ser el interés romántico de Batman. Más cerca están Los Angeles al desnudo o 8 Mile, donde mostró que también era una actriz.