CARLOS REYES
Lucía Sommer dice que no se siente una comediante. También que cantar no es su palo. Habrá que descreer de sus declaraciones y asistir, a partir de la semana que viene, a "Mi madre, Serrat y yo", que ella protagoniza junto a Cristina Morán.
Sobre texto de Carlos De Matteis, Espacio Teatro presentará a partir de viernes 15 una comedia con canciones en vivo, dirigida por Franklin Rodríguez. En ella, madre e hija se protagonizan, Serrat mediante, un mano a mano que habla de las relaciones filiales y de cómo recomponer los vínculos más cercanos, y más difíciles. Con el guitarrista Luciano Gallardo en escena, la obra irá viernes y sábados a las 21, y los domingos a las 20 horas, con localidades entre $ 150 y $ 180.
Una mujer adora a Serrat y a sus canciones. Ella es escritora de cuentos infantiles y vive en España desde 1976. Está casada (y también separada) de un exitoso entrenador de fútbol, con el que mantiene una relación solidaria. Penélope, la hija, dirige un coro, y aunque es profesora de canto, está convencida de tener una voz que es fea. La muchacha tiende a culpar a su madre de todos sus problemas, y en particular a la influencia de las ideas y canciones de Serrat en su vida. Pero cuando se separa y se va a vivir con su madre, un vínculo nuevo surge entre ellas.
"La historia se centra en cómo se reconstruye el vínculo entre una madre y una hija, y cómo mi personaje rompe el cascarón, y hace como una metamorfosis, en el sentido que crece, que cambia a través del apoyo de su madre, y se transforma del gusano a la mariposa, realmente", contó a El País Sommer.
Si bien es una comedia, la actriz comenta que la puesta se volcó bastante hacia la expresión de sentimientos: "El otro día, cuando fueron los productores a verla, nos dijeron que cuando la leyeron les pareció que era más comedia y no tan emotiva. Y yo digo, capaz que es lo que aporté a la obra. Porque yo no me siento una comediante, y además, mi mamá murió en un accidente, y a pesar de que es una comedia, me pega muy personalmente. Entonces creo que le puse mucha cosa emotiva de mí", confiesa.
La intérprete cuenta que trabajó con Morán por primera vez más de una década atrás, en La familia, ¿todo bien?, de Franklin Rodríguez, cuando tuvo que reemplazar a Gabriela Iribarren para salir de gira por el Interior. Desde entonces quedó entre ambas actrices un valioso nexo: "Cristina es una persona genial, siempre para arriba, Y yo soy muy guaranga, digo muchas malas palabras, y ella se prende a todo, así que es muy lindo: una mujer admirable".
"Y Cristina está como cantada para el personaje: una madre mucho más liberada que su propia hija. Los papeles generalmente son al revés, pero en este caso, ella le va rompiendo los esquemas para lograr un cambio en la vida de esa hija".
Sommer también repasará el cancionero de Serrat (Mediterráneo, Sinceramente tuyo, Hoy puede ser un gran día, y otras), puesto que el espectáculo está armado de modo de compaginar un recital sobre Serrat, jugando con los contenidos de las letras. "Son canciones difíciles, porque si bien son bastante conocidas, uno las tiene en el oído y parecen sencillas, pero no: para cada maldita sílaba el tipo elige una nota, y hay que darla justa, y eso cuesta bastante trabajo. Pero siempre es un desafío, porque yo canto pero soy una actriz. No es mi palo cantar, es donde menos segura me siento", remata.
Pirandello y Ana Solari para el 2010
Nominada en los premios Florencio 2009 en la categoría Mejor Actriz por su protagónico en Casa de muñecas, Lucía Sommer (Montevideo, 1971) planifica estrenar este año una obra de Ana Solari, que iría en abril en La Gaviota, bajo dirección de Jorge Denevi. Y para Espacio Teatro (Mercedes 865, tel. 9000316), planifica sumarse a un espectáculo sobre dos obras breves de Pirandello, que Franklin Rodríguez prepara para agosto.
Consultada Sommer sobre cómo es desarrollar una carrera de actriz en Uruguay, contestó: "En el plano económico, hago de todo para sobrevivir, no es que viva del teatro: doy clases, hago promociones, teatro para niños, hago de todo, pero económicamente no es redituable para nada". En el terreno artístico, la actriz afirma: "Mejor el camino lento que el rápido, hay gente que se pone de moda, y de repente se termina la moda y detrás de eso no hay nada. Porque el camino del actor es el de romperse todo trabajando, estudiado y aprendiendo. Yo me siento contenta con lo que hago".