En lo que se ha transformado en bienvenida costumbre TV Ciudad en cable y Televisión Nacional en sistema abierto llevarán a los hogares de todo Uruguay la versión en directo de la ópera La Traviata de Giuseppe Verdi que se está escenificando en el Teatro Solís.
Si se tiene en cuenta los antecedentes, será una transmisión digna de ser vista porque, además de la ópera propiamente dicha, se tratará de un programa muy bien armado, donde se suceden entrevistas con los principales intérpretes, con el director escénico y con Federico García Vigil que, como anteriormente había sucedido con Tosca, vuelve a dirigir el espectáculo.
Los televidentes podrán apreciar entonces la hermosa escenografía de la New York City Opera y el impecable vestuario del Teatro Colón, cedido en préstamo para esta presentación producida por el Teatro Solís y la Orquesta Filarmónica de Montevideo.
En la producción televisiva, pero más cómodamente que en la del teatro, los espectadores podrán seguir la obra con subtítulos en español, una política que favorece sin dudarlo, la comprensión por parte de los públicos más recientes. El trabajo de cámaras ha sido bastante eficiente y destacó detalles que pasan desapercibidos para la audiencia.
Balance. Más despareja en su resultado final que Tosca, esta versión de La Traviata mostró a dos Violettas: María José Siri, firme y segura en escena pero en un papel de soprano coloratura que no es exactamente el suyo y Sandra Scorza, más cercana a esa línea pero a la que todavía le falta soltarse más y marcar una presencia definida. También hubieron dos Alfredos Germont: Salvador Carbó y Jean Luc Viala que por diversas razones aportaron poco con su intervención y dos Flora Verboix que compartieron la misma Sandra Scorza y Cristina Santi (sobria y efectiva). Giorgio Germont corrió con suerte al tener como intérpretes a un brillante Darío Solari y a un Federico Sanguinetti en plena evolución.
ELENCO. El de esta noche será similar al elenco del estreno, es decir: María José Siri, Salvador Carbó, Darío Solari y Sandra Scorza. La régie está a cargo de Marga Niec.
Vale la pena sentarse esta tarde frente al televisor para seguir, en una posición privilegiada, las instancias de la inmortal Traviata. Es una buena forma de integrarse al gran espectáculo de la ópera y con varios bonus track imperdibles, como por ejemplo el armado de las escenografías de cada acto en montaje acelerado, un hecho que por un lado destaca el trabajo "de los que no se ven", pero también hace comprender cómo se crea la ilusión que transporta a la platea a un mudo muy distinto.