La demanda fue tal que el grupo tuvo que agregar dos fechas. Luego de unos meses de ausencia de los escenarios montevideanos, La Trampa reservó la fecha de hoy en el Cine Plaza para un importante concierto, anunciado especialmente a través de una conferencia de prensa. Pero el ritmo de la venta de entradas determinó que, mañana y el lunes, La Trampa volverá a subir al escenario del cine de Plaza Cagancha. Tanto el concierto de hoy como el de mañana están agotados.
El espectáculo se llama Buena Estrella y la frase ilustra adecuadamente los recientes años de la banda. Formada hace ya tres lustros, La Trampa ha ido creciendo en popularidad y convocatoria a paso lento y firme. A ello han contribuido cuatro discos de estudio y un registro en vivo, además de muchos conciertos en capital e interior.
Inicialmente fundada por el guitarrista y principal compositor Garo Arakelian y el tecladista Sergio Schellemberg, por La Trampa han pasado varios músicos, pero hoy la alineación del conjunto es la siguiente: Alejandro Spuntone en voz, Carlos Rafols en bajo, Alvaro Pintos en batería (que anteayer tocó en el mismo escenario con el Cuarteto de Nos) y Arakelian en guitarra. Por el camino quedaron, entre otros, el vocalista Martín Rosas y Schellemberg, quien salió de la banda hace cuatro años.
Cuatro años después de formada, La Trampa debutó con Toca y Obliga, un disco que dejaba claros algunos los principios del grupo. Arakelian así lo explica en el sitio web de La Trampa: "Nosotros nos habíamos planteado tener un sonido que fuera reconocible, bien uruguayo, que tuviera una cuota de música ciudadana, con elementos folclóricos. El sonido era algo fundamental. Y por otro lado unos textos que generaran como una cosmogonía nuestra, no recurrir al mundo gótico londinense u otros referentes. Un mundo nuestro, con su cuota de fantasía y su cuota aprendida de las vivencias. Esa era básicamente la intención".
El propósito del grupo también queda en evidencia cuando se repasan algunas de las colaboraciones de La Trampa, y la elección de los temas ajenos para incorporar al repertorio propio. Una de las primeras canciones grabadas por el grupo fue Arma de doble filo, de Gastón "Dino" Ciarlo. En años recientes, el grupo también ha versionado a Eduardo Nieves (Muere con la sonrisa), Eduardo Mateo (De nosotros dos) y Eduardo Darnauchans (De despedida). Con este último, además, La Trampa se ha presentado en conjunto más de una vez: "Desde el comienzo, La Trampa lo que quiso fue no eludir el referente de ser uruguayos y asumirlo con valor y sin vergüenza, como una cosa que es sobrada para generar un buen producto artístico", remata Arakelian.
Ese primer disco de La Trampa, editado en su momento por Orfeo, agotó sus mil ejemplares grabados y no se volvió a reeditar hasta el año pasado, se puso nuevamente en circulación el debut del grupo. A ese título le siguió Calaveras, disco que significó la entrada de Alvaro Pintos al grupo: "La Trampa ensayaba en la sala que tengo y los conocía de mucho tiempo atrás. Me dijeron: ‘en una semana tenemos que grabar un disco y no tenemos batero’. Así arranqué. En realidad, entré para solucionar una emergencia y después me entró el bichito de La Trampa de a poquito y fui quedando, fui quedando y desde el 97 estoy ahí", dice Pintos acerca de cómo pasó a formar parte de una banda de heavy metal criollo, al mismo tiempo que integra El Cuarteto de Nos hace 21 años.
QUIEBRE. Si bien La Trampa mantenía su público y continuaba desarrollando su desempeño en vivo, la banda necesitaba una inyección de energía, que vino con la grabación del tercer disco: Resurrección. El mismo fue grabado en Buenos Aires y salió más o menos al mismo tiempo que el grupo festejaba sus ocho años con un concierto en La Factoría.
Aunque el grupo admite en su sitio web que Resurrección no llegó a concitar el mismo entusiasmo entre los seguidores que Calaveras, el tercer trabajo discográfico de La Trampa preparó el terreno para lo que sería la edición de su mejor disco hasta la fecha: Caída libre. El cuarto título en la discografía de La Trampa salió a la venta hace tres años y al evidente crecimiento musical del grupo se sumó el oportuno momento para el lanzamiento. En medio de una efervescencia por el rock nacional, La Trampa supo sacar provecho del material de Caída libre, primer disco del grupo como cuarteto, ya que Sergio Schellemberg se había despedido.
A partir de Caída libre, La Trampa comenzó a enfrentar mayores cantidades de público en sus presentaciones. Para el año siguiente a la edición de Caída libre llegó otro de los indicios que el grupo estaba cada vez más arriba en la escala que mide la popularidad: nominaciones a los Premios Grafitti. Aunque en la primera entrega de estos premios, la recompensa vino un año después.
En la edición 2004 de los Premios Grafitti, La Trampa repitió el logro alcanzado por Trotsky Vengarán un año anterior: ser elegidos por el público como Artista del Año. Pero además, el público que votó también escogió el concierto del grupo en Talleres Don Bosco, en diciembre del 2003.
En rigor, fueron dos los conciertos de La Trampa en Talleres y de esas presentaciones salieron las canciones incluidas en el disco en vivo Frente a frente, un repaso por toda la trayectoria de La Trampa, más dos versiones de temas ajenos, los ya mencionados De nosotros dos y De despedida. En ese concierto participaron como invitados Mónica Navarro de La Tabaré y Alejandro Ferradás, guitarrista de Darnauchans y también solista.
Para los conciertos de hoy, mañana y el lunes se anuncian nuevos invitados. Todos los que acudan hoy con un ejemplar de Frente a frente participarán de un sorteo en el cual el primer premio es el Disco de Oro que La Trampa obtuvo —el primero en su trayectoria— por este álbum. Además, hay una promoción especial para todos los que hayan comprado localidades para los conciertos de hoy y mañana: presentando el talón que prueba la compra, la entrada para la presentación del lunes costará $ 80.