NUEVA YORK | La Strada, de Federico Fellini, ganadora del oscar en 1957, renace en Nueva York, en teatro y en español, integrando elementos de I Clowns (los payasos), otro film del mítico director italiano. No son los años 50 y tampoco están, obviamente, ni Giulietta Masina ni Anthony Quinn para interpretar a gelsomina y Zampanó.
Tampoco ambientada en la Italia pobre que emergió tras la Segunda Guerra Mundial, porque en esta oportunidad el escenario es un teatro del East Village y los personajes hablan español.
El multipremiado film de Fellini (1920-1993), La Strada, ganadora del Oscar a la Mejor Película Extranjera en 1957, año en el que fue instituida la categoría, debutó días atrás en la nueva versión teatral, bajo la dirección de Rene Buch y Jorge Merced, dos nombres famosos de la Gran Manzana.
La trama de la película, que le valió el prestigio internacional a Fellini, cuenta la historia de Gelsomina, una campesina joven e inocente (interpretada en la película por Giuletta Masina), quien es vendida al artista ambulante Zampanó y juntos emprenden una nueva vida, actuando en las calles de los pueblos.
La pieza teatral es una producción de Iati Theater y La Strada Company sobre una adaptación en español de Gerard Vasquez. En el papel del grosero y brutal Zampano está Luis Carlos de la Lombana; Gelsomina es Irene Aguilar y el acróbata loco es interpretado por Israel Ruiz, tres jóvenes actores muy prometedores.
La nueva versión no es una simple trasposición teatral en español del film, ya que integra los elementos de I clowns de 1970. "En el teatro no existe distancia entre público y actores y sólo Fellini puede hacer Fellini", explica de La Lombana. "Quisimos capturar y transmitir la esencia del film y transmitir un mensaje universal: el mal que emerge cuando se tiene miedo de perder algo, sobre la violencia y los maltratos que sufren las mujeres", añadió.
Fueron necesarios dos años para llevar a escena La Strada después que Luis Carlos pensó en varios años, vistas las dificultades para adquirir los derechos. La versión neoyorquina comienza con algunas escenas de I Clowns, con los actores que deciden qué historia contar.
Tienen en mano una cadena, una piedra y una trompeta. La combinación de estos tres objetos lleva a la génesis de La Strada.
El final, es el conocido: Zampanó llora desesperadamente la muerte de Gelsomina, a quien había abandonado años antes. ANSA