En este mundo hay ratones y seres humanos, aunque un macabro hobby de moda en Nueva York por estos días hace que los ratones parezcan de algún modo seres humanos.
Sobre las mesas de una sala en un edificio de Brooklyn, unos 20 jóvenes usan bisturíes para abrir un ratón blanco muerto, el primer paso del inverosímil viaje de estos animales a una nueva existencia que los recreará en poses humanas y vestidos con ropas de muñecas. La taxidermia antropomórfica es una forma de arte que se volvió muy popular en el Reino Unido en el siglo XIX. Ahora ha encontrado un nuevo soplo de vida en Brooklyn, tierra prometida de los hipsters, los jóvenes modernosos y rebeldes que escapan de la "vulgaridad" de Manhattan.
"Es como una pequeña inmortalidad", dice la instructora Susan Jeiven, de 40 años, al inicio de su curso, para el cual no quedan vacantes.