La Madonna de los ojos rasgados salta sobre Europa

Exportación. Se llama Sa Dingding y acaba de editar un exitoso álbum en Londres

EL PAÍS DE MADRID y AGENCIAS

Durante los veranos de sus primeros seis años recorría Mongolia junto al grupo nómade al que pertenecía su abuela. A los 24 es la estrella más reluciente de la música china y hasta se asegura que actuará en la apertura de las Olimpíadas.

La BBC Radio World reaccionó con gran rapidez ante la edición del primer disco occidental de la artista. El álbum doble Alive, una antología editada por Universal, los llevó a ubicar a Sa Dingding entre los candidatos a los premios que la emisora británica otorgará pasado mañana. La artista sabe que será una oportunidad de oro que no está dispuesta a perder mientras sigue repitiendo su historia a los medios que se refieren a ella como la nueva fiebre que viven los británicos.

Con diez años de edad tomó la decisión de ser música. En su memoria permanecían las experiencias de sus tiempos de infancia en Mongolia: "escuchaba a la gente cantar todo el día y aprendí que esa música significa libertad", comentaba al diario The Guardian hace diez días. Pero también le interesaban los sonidos electrónicos, por lo que a los 18 años empezó a usar la electrónica "para ayudarme a explorar mi imaginación".

Para entonces tocaba instrumentos clásicos chinos, incluyendo el zheng (un tipo de cítara) y el violín de Cabeza de Caballo. Al realizar las intervenciones electrónicas, los críticos comenzaron a hablar de un cambio en la música pop y el hip hop chino. Pero Dingding tenía además otra faceta muy llamativa: su capacidad para cantar en mandarín, tibetano, sánscrito y lahu (lengua de la provincia de Yunnan), y hasta de construir un lenguaje propio que pone en escena con un vestuario diseñado por ella misma. El resultado ha hecho que la prensa occidental trate de encontrarle algunas referencias conocidas en esta parte del mundo, como las de Madonna (le dicen la Madonna de los ojos rasgados), la islandesa Bjork y la irlandesa Enya.

PUENTE. Tales insistencias coinciden con su interés de transformarse en un puente entre culturas muy diferentes para mostrar qué está pasando en cada uno de los lugares". Uno de los dj`s más famosos de Gran Bretaña, Paul Oakenfold, parece ser su primer gran aliado al quedar entusiasmado con lo que hace Dingding. También los productores, que en su momento estuvieron detrás de Madonna y de Kylie Minogue, mostraron interés en el desembarco de la cantante china.

Sus interpretaciones no desmienten además la importancia que el budismo tiene en su vida pero no por su veta religiosa. "El budismo es una parte importante de mi inspiración para crear música (...) Es parte de la cultura oriental y también es parte de mi vida y de mi sangre", decía en el Guardian.

La diversidad en el lenguaje que emplea proviene además de la peregrinación familiar por el interior de China. Dingding es hija de madre mongola y de padre chino, abandonó Mongolia con sus padres para instalarse en la China central y luego se mudó a Beijing.

Entre la meteórica carrera hacia la fama en su país y los tres millones de unidades que vendió con Alive, la cantante se ha transformado además en una de las figuras que evalúan para lo que será la fiesta de apertura de las Olimpíadas. Esa situación en Europa podría generarle algunos reveses de quienes miran críticamente las participaciones en los juegos. Desde ese punto de vista, no es el mejor de los momentos para mostrar a Sa Dingding en acción en los escenarios británicos, aunque la máquina publicitaria ya comenzó a marchar.

Tampoco sus declaraciones sobre el conflicto chino-tibetano agregaron calma. "Soy una profesional de la música, así que me centro en hacer música, pero también soy china y apoyo completamente las políticas de nuestro gobierno en esta cuestión", ha dicho. "Creo que, al igual que el resto del mundo, pertenezco a un país del que estoy orgullosa y quiero que esté en paz y se desarrolle".

Esas palabras con seguridad le van a dificultar la creación del puente al que aspira. Pero del otro lado está el talento del cual no pocos hablan.

Músicos que salen de China

Hay valiosos antecedentes a la exportación de música china hacia Occidente. En 1996, Zhu Zheqin, también conocida como Dadawa, protagonizó el primer lanzamiento internacional de un cantante chino en el último medio siglo. Llegó incluso a grabar con los legendarios Chieftains y también usó sonidos tibetanos para encandilar a las audiencias occidentales. La exportación musical china más reciente ha sido la de Twelve Girls Band, grupo formado en 2001.

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