Una adaptación de Allen Ginsberg constituye la proa de la tendencia, pero otros escritores de la "generación beat", como Jack Kerouac y William Burroughs están en la mira de los productores cinematográficos.
El próximo 24 de setiembre se estrena en los Estados Unidos Howl (Aullido), un film escrito y dirigido por Rob Epstein y Jerry Friedman centrado en el famoso proceso por obscenidad que Ginsberg enfrentó en 1957 tras publicar el poema cuyo título es también el del film. James Franco encarna al rebelde poeta, al frente de un elenco que también incluye a Mary-Louise Parker, Jon Hamm, Jeff Daniels y David Strathairn. Se ha adelantado que el film consta realmente de tres partes. La primera atiende a la juventud del escritor, la segunda es una ilustración animada del poema, y la última se ocupa del escándalo que se dirimió en el tribunal.
Pero a figura de Ginsberg no es la única de la "generación beat" que habrá de asomarse próximamente a una pantalla cinematográfica. Días atrás comenzó en Montreal el rodaje de On the road (En el camino), la más emblemática novela de Jack Kerouac, con cuya filmación Francis Ford Coppola soñara largamente. El film será dirigido empero por el brasileño Walter Salles (Estación Central, Diarios de motocicleta), con un elenco donde figuran Viggo Mortensen, Kristen Stewart, Kirsten Dunst y Amy Adams. El protagonista Sal Paradise, que muchos consideran una suerte de `alter ego` del escritor, será encarnado por el británico Sam Riley, un hombre joven que ha hecho sobre todo papeles secundarios en la televisión.
No es la primera vez que la obra de Kerouac llega a la pantalla: On the road conoció ya una versión televisiva en 1962 (otra novela suya, The subterraneans, fue horriblemente filmada por Ranald MacDougall en 1960, con Leslie Caron y George Peppard en los papeles principales, y estrenada en Montevideo con el título de Furia de juventud). Trivia de sobremesa: Ginsberg y Kerouac coincidieron (el primero como actor, el segundo como libretista) en el corto experimental Pull my daisy (1959), de Robert Frank y Alfred Leslie.
Ginsberg y Kerouac fueron sin duda dos de las figuras más representativas de una generación literaria norteamericana que, en los años cincuenta, se hizo notar por su actitud rebelde y provocadora, que experimentó con el lenguaje además de hacerlo con la sexualidad y la droga. El escritor chileno Armando Roa ha señalado con respecto a ellos que "su legado es similar al de otras manifestaciones artísticas, como el rock y el jazz, con las que de hecho están muy emparentados, y se puede resumir en dos palabras: irreverencia y vitalidad".
"Fueron autores indomesticables, quienes no escribían para ganarse el beneplácito de la crítica o de la academia", agrega Roa. "Ellos sentían algo muy poderoso en su sangre, que los llevó a convertir en sinónimos su literatura y sus vidas. Eso los transformó en verdaderos referentes, especialmente ahora, cuando hay muchos jóvenes en busca de ellos".
Además de Kerouac y Ginsberg, el no menos irreverente William S. Burroughs (un hombre dedicado conscientemente a la destrucción del "virus del lenguaje" de quien David Cronenberg llevó al cine El almuerzo desnudo) está a punto de dar un nuevo salto a la pantalla. En efecto, el actor Steve Buscemi se dispone a dirigir una versión de la novela corta de Burroughs Queer, sobre las experiencias de un joven en los ambientes marginales de homosexuales y drogadictos en Ciudad de México. El libro fue escrito a mediados de los años cincuenta, pero recién fue editado en los ochenta (hay versión castellana, con el muy explícito título de Marica) porque el autor tenía reticencias con respecto a un texto que, a su juicio, desnudaba demasiado nítidamente algunos aspectos de su personalidad. El rodaje dará comienzo hacia fines de año, y actuarán en él Stanley Tucci y Ben Foster. El estreno se prevé para el 2011.
Eco: El inconformismo de los años cincuenta perdura intacto en los creadores del presente.