GUILLERMO ZAPIOLA
A los 20 años era ya un competente general, a los 27 había conquistado el noventa por ciento de lo que (desde Grecia al menos) podría ser denominado "el mundo conocido", y al morir a los 32 en circunstancias nunca debidamente aclaradas había sentado las bases de lo que los manuales de historia han bautizado como la Civilización Helenística. Hay muchos motivos para fascinarse con (y discutir) la personalidad de Alejandro de Macedonia, denominado Magno o el Grande, y esa fascinación parece haber alcanzado al polémico director y libretista Oliver Stone. El resultado, titulado Alexander e interpretado entre otros por Colin Farrell, Angelina Jolie y Val Kilmer, se estrena mañana en varias salas montevideanas.
Se trata de una epopeya de alrededor de tres horas de duración que sigue la trayectoria de su héroe (Farrell) desde su nacimiento, dando cuenta de sus primeros conflictos con su padre el rey Filipo (Kilmer), las intrigas políticas de su madre Olimpia (Jolie), sus tormentosas relaciones amorosas con gente de ambos sexos y las campañas militares que lo hicieron dueño en poco tiempo de Grecia, el norte de Africa y media Asia o casi.
No resulta difícil sospechar las razones por las cuales Stone (Salvador, Pelotón, JFK, Nixon) pudo sentirse atraído por la historia y la personalidad de Alejandro. Por un lado estaban, por supuesto, las posibilidades del asunto como espectáculo de acción: las numerosas batallas en las que participaron el personaje y sus falanges constituían una obvia oportunidad de lucimiento para directores de segunda unidad apoyados por especialistas en computación digital de última generación.
PERSONAJE. Por otro había que tener en cuenta al personaje mismo, una mezcla de niño caprichoso, político astuto y genio militar a quien la suerte o los dioses griegos le adjudicaron una de las madres más manipuladoras de la historia. En una fallida pero no exenta de inteligencia versión del mismo asunto rodada en 1954 con Richard Burton en el papel protagónico, el guionista y director Robert Rossen había entendido correctamente que la historia de Alejandro era un buen pretexto para una reflexión sobre la Voluntad de Poder. Es decir, Stone puro: desde hace dos décadas, el cineasta se viene ocupando del tema desde diversas perspectivas y con distintos pretextos.
Hay en todo caso un aspecto de la personalidad de Alejandro que Stone ha podido explorar con más libertad que Rossen hace medio siglo: su ambigüedad sexual. Tras el estreno europeo del film,una asociación de abogados griegos anunció que pondría una demanda contra Stone por "difamar" a un héroe local al describir a Alejandro como bisexual, pero les va a costar ganar el caso: es casi seguro que los historiadores serios le den la razón a Stone contra sus demandantes, quienes han exigido que en los créditos del film se incluya una frase que se trata de "pura ficción y no refleja fielmente la vida de Alejandro". Sin embargo el film no se equivocaría al otorgarle un papel crucial en la vida del protagonista al personaje de Hephestion (Jared Leto), compañero de la infancia de Alejandro y su amigo muy, muy íntimo.
Esas consideraciones no han logrado evitar que se desencadenara una desesperada comedia de costumbres. Por un lado, sectores "neoconservatives" norteamericanos han denunciado al film como otro ejemplo de la "propaganda pro-gay" con la que según ellos Hollywood intenta corromper al mundo. En el otro extremo, los militantes "gays", que son otra molestia, le han reprochado su timidez: al parecer les molestó que haya en él más sexo heterosexual que del otro. Ya se sabe que no se puede conformar a todo el mundo, pero esa polémica ha oscurecido otra: el hecho de que Alejandro haya sido un "imperialista occidental" que arrasó el Medio Oriente, inaugurando una costumbre luego largamente imitada.
REPERCUSIONES. El resultado ha podido dividir a la crítica norteamericana. Una crónica bastante negativa en The New York Times pudo hablar de "guión pueril, trama confusa y actuaciones increíblemente fuera de tono", aunque la nota habla también de la ambición del proyecto, y de secuencia enteras en las que la inventiva visual del director y su sentido del espectáculo funcionan en buena forma.
Quienes prefieran el análisis a la ‘boutade’ puede leer empero con más provecho la reticente pero más atenta y matizada opinión de Roger Ebert, del Chicago Sun Times, quien se tomó su tiempo y su espacio para examinar los pros y los contras del film antes de concluir: "No es un éxito, pero es ambiciosa y arriesgada, sin las trivialidades de Troya. Fascinado por su tema, Stone tiene cosas que desea decir urgentemente sobre Alejandro, pero su urgencia estropea a veces su narrativa. Nos proporciona episodios y notas provocativas, pero no un diseño final". De cualquier manera, la polémica es el espacio natural de Stone, y puede no ser mala cosa que esta película la suscite una vez más.
Los principales personajes y sus interpretes
Colin Farrell | alejandro
Según sus compañeros de trabajo, Farrell, un actor irlandés que se ha venido destacando en el cine internacional en los últimos tres o cuatro años (Enlace mortal, Veronica Guerin, Minority Report, SWAT) simplemente "es Alejandro". El intérprete sostiene que el guión de Oliver Stone le pareció "el mejor que leyó en su vida, truculento y a la vez llevadero", y se involucró de inmediato en el proyecto.
Angelina Jolie | olimpia
Hay algo o bastante de tortuoso en el vínculo entre Alejandro y su madre Olimpia, incluyendo un sugerido elemento incestuoso. De ahí que el personaje de Olimpia exigiera de una actriz que pudiera aportarle a la vez inteligencia y sensualidad: en el papel al menos, la opción de Angelina Jolie, a primera vista inesperado, puede no ser empero un error. La actriz puede ser algo más que Lara Croft.
Jared Leto | hephestion
Fue desde la infancia el mejor amigo de Alejandro, y probablemente algo más. En todo caso, el director y libretista Stone deja en claro casi desde el principio la existencia de ese "algo más", aunque no insiste con ello. Al menos no incurrió en la pintoresca hipocresía de Troya, de Wolfgang Petersen, donde como se recordará Aquiles y Patroclo se convertían en primos muy "heteros".
Val Kilmer | filipo
Ha interpretado en la pantalla toda clase de papeles, desde Jim Morrison hasta Batman. El papel de Filipo de Macedonia tiene por cierto sus complejidades: ambicioso, rudo, gran guerrero, político inteligente, víctima acaso de la arpía con la que se casó y que acaso conspiró para terminar con su reinado y con su vida. Su hijo lo envidiaba, y temía que conquistara todo el mundo y lo dejara sin nada que hacer.
Rosario Dawson | roxana
La hermosa princesa persa con la que Alejandro Magno contrajo matrimonio, de hecho una decisión que tuvo más que ver con la Razón de Estado que con los sentimientos, suponiendo que en la Antigüedad alguien se casara por motivos sentimentales. Se trataba de unir políticamente dos mundos. La actriz sostiene que "todo fue mágico, maravilloso" para ella en el rodaje de esta ambiciosa epopeya.