La celebridad en un instante

| Un concurso de televisión y un clip por la red convierten en estrella a una escocesa desconocida

 20090420 600x438

THE NEW YORK TIMES | SARAH LYALL

Ha sido vista por más de veinte millones de personas en YouTube. Demi Moore y Ashton Kutcher hablaron de ella, Patti LuPone la ha elogiado, los `bloggers` la admiran, los `paparazzi` y los camarógrafos de Tv la persiguen y los periodistas le preguntan.

Pero por ahora Susan Boyle, trabajadora voluntaria para su iglesia cuya interpretación de I dreamed a dream en un programa televisivo británico de búsqueda de nuevos talentos la convirtió hace poco más de una semana en una celebridad instantánea, está tratando de recuperar el aliento.

"Toda esa atención ha sido abrumadora, y está muy cansada", ha confesado el jueves pasado a los periodistas John, el hermano de Boyle, en su pequeño `cottage` de Blackburn, Escocia. "La hemos enviado lejos, para que tenga un poco de paz y quietud hasta la próxima vuelta".

"La próxima vuelta" alude, por supuesto, al programa Britain`s Got Talent, un concurso televisivo en el que la poco glamorosa Boyle, de cuarenta y siete años, derribó una cantidad de estereotipos, demostrando a un público de sábado por la noche que tenía una voz espléndida. Parte del disfrute de su actuación fue ver borrarse el aire despectivo o distante de los rostros de Simon Cowell y Piers Morgan, dos de los jueces del programa, y advertir el cambio del público, desde la discreta condescendencia hasta la admiración y el aplauso.

RUPTURA. Boyle es soltera (y "nunca besada", dijo en el programa), no tiene trabajo, vive con su gato, y hasta el momento ha cantado mayormente en la iglesia de su barrio. Pero se ha convertido en una heroína no solamente para la gente que sueña con catapultarse de la oscuridad a la fama, sino también para quienes aprecian su triunfo sobre la apariencia y la edad, en un mundo que valora sobre todo la juventud y la belleza.

Su vida ha cambiado irrevocablemente. El programa le ha proporcionado una publicista cuyo trabajo es canalizar las interferencias y responder algunas preguntas básicas. Por ejemplo: "¿Se puede entrevistar a la señorita Boyle?" (la respuesta es: "No"). Pero desde que se cierne la tormenta, hay que tratar de canalizarla por lo menos durante un mes más. El programa está todavía en sus primeras etapas, con participación de concursantes de diversas regiones del Reino Unido, y la próxima aparición de Boyle tendrá lugar recién el 23 de mayo, en la semifinal.

Según el acuerdo que todos los concursantes firman, Boyle puede hablar con potenciales agentes o negociar, por ejemplo, un contrato de grabación para cuando el programa termine, ha informado Sara Lee, la publicista.

La revelación de Boyle ha recordado a los seguidores del programa un episodio de la primera temporada, en 2007, cuando Paul Potts, un rechoncho, dientudo y casi enfermizamente tímido vendedor de teléfonos celulares galés, subió al escenario y declaró, casi al borde de las lágrimas, que quería cantar ópera.

Los jueces pusieron mala cara, pero Potts comenzó a cantar el aria "Nessum dorma del Turandot" de Puccini, obligándolos a cambiar de opinión y sorprendiendo al público. La actuación de Potts ha sido vista (y oída) por cuarenta y tres millones de personas en YouTube, y tras ganar la competencia grabó un álbum que vendió dos millones de copias. Luego se embarcó en una gira que hizo decir al primer ministro Gordon Brown que "hay todavía en Gran Bretaña una cantidad de talento".

Potts tenía un poco de experiencia y entrenamiento. La aparente total falta de formación de Boyle la coloca más precisamente en el centro de la narrativa arquetípica de los "concursos de caza talentos": Desconocida Llegada de Ninguna Parte Revela Virtudes Extraordinarias y Asombra al Mundo.

La actuación de Boyle ha sido igualmente significativa en el sentido de que ha provocado un inesperado debate sobre el prejuicio contra los no tan lindos o no tan jóvenes. Las contradicciones en la situación se resumen en las declaraciones de la tercera juez del programa, Amanda Holden, encantadora, 38 años, que no pudo dejar de mirarla asombrada mientras cantaba y luego dijo que Boyle debía "resistirse a que la sometieran a un maquillaje tipo Hollywood".

"No queremos que Simon Cowell la lleve a su dentista, y ciertamente no la queremos cerca de su peluquero", afirmó Holden al periódico Daily Mirror. "Si la convierten en una chica glamorosa, la destruyen".

Boyle luce como una `naif` de los medios. "Le falta todo lo que se supone debe tener una estrella pop", ha dicho de ella Talia Manzo, en su página web de MTV News. Y eso es lo refrescante, agrega, un saludable correctivo al habitual desfile de "tipos listos" con talento para la autopromoción. Sus respuestas a las preguntas sobre sí misma se han reducido al mínimo: "Lo tomo con calma" o "Simplemente hago lo mejor que puedo, como todo el mundo".

CONMOVIDAS. La semana pasada, con un nuevo corte de pelo y las cejas más depiladas, se la vio algo aturdida, dura, casi monosilábica y con dificultades para mantener los ojos abiertos en el programa The Early Show de CBS. Recién cuando se puso a cantar `a capella` I dreamed a dream miró la cámara, y su personalidad cambió completamente.

En un blog en The Huffington Post, la escritora feminista Letty Cottin Pogrebin ha dicho que envió por e-mail múltiples copias del clip original de You Tube, con una línea que decía "la discriminación por razones de edad debe ser condenada". Muchas mujeres que vieron el clip reconocen haber llorado.

"Yo apostaría que muchas de nuestras lágrimas de felicidad fueron impulsadas por la moraleja implícita en la historia de Susan: no se debe juzgar un libro por sus tapas", sostiene Pogrebin. "Los jueces y el público estaban al principio cegados por los estereotipos de la edad, la clase, el género y los criterios de belleza occidentales", agrega, "hasta que el libro se abrió y todos vieron lo que había adentro".

Paige se interesa

El inesperado éxito de Susan Boyle en Britain`s got talent está teniendo ya efectos colaterales interesantes. La cantante y actriz Elaine Paige, una de las figuras mayores de la música popular británica, ha declarado que le gustaría grabar un dueto con Boyle. Paige ha dicho también que su e-mail en Radio 2 está recibiendo todos los días mensajes de admiradores de ambas, que insisten en que deberían hacerlo.

Un niño también es lanzado a la "fama en un minuto"

Todo indica que Susan Boyle no constituye el único fenómeno de "fama instantánea" generado por el programa Britain`s got talent. La segunda entrega de esa "cacería del talento" de la televisión británica reservó también para su público alguna sorpresa el sábado pasado.

86119.jpg

Si Boyle fue un descubrimiento de "edad madura", lo que ocurrió esta vez se ubica en el otro extremo de edades. Se trata de la impresión que causó Shaheen Jafar-ghorli, un niño de doce años que cantó Who`s loving you de Michael Jackson.

El pequeño logró impresionar a los miembros del jurado del programa, incluyendo a Simon Cowell, el ejecutivo de Sony que se ha desempeñado también en el jurado de American Idol y que tiene toda una fama de tipo despectivo, sarcástico y hasta un poco odioso. Co- well y los otros dos integrantes del jurado se pusieron de pie tras la interpretación del pequeño Jafargholi para aplaudirlo.

Cowell le preguntó también al niño concursante si tenía claro que su interpretación en el programa "le cambiaría la vida". Hasta ayer, el video con la actuación de Jafargholi tenía ya cien mil visitas en You Tube, y aunque aún no ha generado un fenómeno similar al de Boyle, ahí va.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar