CARLOS REYES
De origen franco español, Jean Michel Hernandez está en Montevideo para presentar su arte, que se basa en el relato oral. Para eso dará dos actuaciones en la Alianza Francesa, una hoy a las 20 hs., donde hará Contes du chemin, y otra mañana a las 18.30 hs. en la misma institución, titulada L`amour des trois oranges, sobre un cuento mediterráneo.
La primera obra es para adultos y la segunda para niños, y ambas son en francés, aunque a veces el artista incluye algo de español para ser comprendido mejor.
Hernandez es un amante de los cuentos populares, que cosecha de todas partes del mundo, desde Europa y África hasta el Amazonas. "El hilo conductor es la palabra -comentó a El País-, que a veces son misteriosas, otras poéticas, otras humorísticas. Creo que la diferencia entre la narración para adultos y la de niños es básicamente el repertorio, pero luego, ya no hay tanta diferencia: el asunto está en buscar siempre el brillo en los ojos de los que están escuchando".
Él se considera un cuentista-actor, puesto que en su arte hay una parte importante de actuación, a diferencia de otros narradores, que no gustan de explotar ese terreno. Su talento, y su familiaridad con diversos idiomas lo han llevado a actuar en España, Portugal, Senegal, Cuba, Brasil y otros países. Ahora dará dos funciones en Montevideo y luego se irá al Interior, presentándose el viernes y sábado en Paysandú y Salto.
Temas maravillosos, otros comunes, algunos filosóficos o folklóricos y otros de la vida cotidiana se dan cita en sus programas, puesto que confiesa, "me gusta mezclar los géneros. Uno de sus favoritos es el cuento etiológico, es decir, aquel que da cuenta del origen de las cosas, como por ejemplo los colores de los papagayos o la trompa del elefante. Me encanta comenzar un poco poético, luego pasar a la risa, tocar lo filosófico y culminar nuevamente con lo poético, con lo que queda hecha una salsa con varios ingredientes".
Sobre lo uruguayo
"Del Uruguay me gusta Horacio Quiroga -sostiene Jean Michel Hernandez-, pero sus cuentos son muy literarios, y yo prefiero el cuento popular, porque el relato literario tenés que hacerlo según está escrito, mientras que el popular lo podés moldear, improvisar, agregar y darle una forma propia. Por eso, para respetar el texto prefiero hacer teatro, que es mi otra gran pasión".