GUILLERMO ZAPIOLA
Dios salve a Liliput. Jack Black ha llegado a sus playas. Sea- mos más precisos: el que llega es un modernizado Lemuel Gulliver encarnado por Black en "Gulliver`s travels", que se estrena en Navidad en los Estados Unidos.
Gulliver (Black) no es esta vez un médico en busca de aventuras que deja atrás su Inglaterra de comienzos del siglo XVIII, sino un redactor de guías de viaje del siglo XXI enviado a las Bermudas, que se pierde en el famoso Triángulo que la leyenda adjudica al lugar y termina efectivamente en Liliput, el país de los enanos (bueno, la corrección política obligaría a escribir "gente pequeña", pero ya está).
Black es Black, claro, y su confrontación con los diminutos liliputienses lo revela al parecer como el perfecto tonto que efectivamente es, y está a punto de estropearlo todo cuando un reino enemigo ataca a Liliput. No hay que preocuparse. Estamos en Hollywood, Gulliver encuentra en alguna parte las reservas de valor e ingenio que se esperan de él, y salva el día.
ADAPTACIÓN. Esa es, por supuesto, una lectura muy reductiva de la espléndida novela satírica de Swift, pero es también el tipo de enfoque que cabe esperar de una superproducción norteamericana de hoy jugada al despliegue de efectos especiales. De los varios reinos visitados por Lemuel Gulliver en el libro, Liliput es ciertamente el más recurrido por el cine y el más adecuado para armar una aventura dirigida a público juvenil, además de prestarse para jugar con la tecnología de las computadoras. El director es Rob Letterman, quien fue uno de los codirectores de El espanta tiburones (2004) y Monstruos versus aliens (2009), y a quien aquí le dieron un libreto para que se las arreglara él solo.
También pusieron a su disposición un elenco interesante. Jack Black es por supuesto Jack Black, y la resistencia a ver la película puede depender de la tolerancia que se tenga con respecto a él, que puede ser por cierto muy variada (Peter Jackson: ¿cómo pudiste elegirlo para tu estupenda King Kong?), pero a su lado hay gente a destacar. La británica Emily Blunt, la joven promesa de Mi verano de amor (2004), El diablo viste a la moda (2006) y La joven Victoria (2009) y El hombre lobo (2010), entre otras, interpreta a Mary, la princesa de Liliput. El sólido comediante, escritor y compositor escocés Billy Connolly, que ha hecho mucha cosa en cine pero es recordado sobre todo por su atípico papel dramático como el guardabosques y probable amante de la reina Victoria en Su Majestad la señora Brown (1997), interpreta al rey Teodoro. La atractiva Amanda Peet (Melinda y Melinda, 2004; Syriana, 2005; la teleserie Studio 60 en Sunset Strip, 2006-2007; Los expedientes secretos X: quiero creer, 2008; 2012, 2009) juega también un papel importante.
Hay que esperar a que la película llegue para saber realmente cuánto entendieron los guionistas Joe Stillman y Nicholas Stoller de la novela original de Jonathan Swift, a la hora de decidir quedarse con solamente una parte de ella. Pero tampoco hay que perder de vista que Swift es uno de esos eternos incomprendidos.
Desde hace casi trescientos años (y la culpa la tienen las versiones sintetizadas y expurgadas, las numerosas adaptaciones cinematográficas, y hasta la más respetuosa y respetable edición de la inolvidable colección Robin Hood de la editorial argentina Acme), Swift y su Gulliver han quedado en el recuerdo de demasiada gente (al igual que DeFoe, Dickens, Stevenson, London y varios más), como el equivalente casi axiomático de "literatura para niños". Después los padres compran para sus hijos una edición completa, la leen antes que el niño (si es que lo hacen) y por lo general quedan espantados.
ALEGATO. Porque la oscura, sombría, brillante novela de Swift es cualquier cosa menos eso. El objetivo del escritor irlandés (1667-1745, nacido y muerto en Dublin), fue confeccionar una de las más feroces diatribas contra la tontería humana que se haya impreso nunca. Cada uno de los reinos que el doctor Lemuel Gulliver visita (Liliput y su rival Blefuscu, habitados por belicosa gente de pequeña estatura; el país de los gigantes Brobdingnag; Laputa, cuyos pobladores son intelectuales, sabios y artistas absolutamente incapaces de hacer algo práctico; la nación de los Hoouynns, donde los seres inteligentes son los caballos, y sus siervos los Yahoo, en cambio, son unas estúpidas bestias de dos patas muy parecidas a ciertos presuntos Reyes de la Creación) reflejan algún aspecto reprensible de la humanidad, y confirman que su autor no tenía una gran opinión de ella. No es sorprendente que, en el libro, Gulliver termine convertido en un ermitaño, que no se comunica con otra gente y prefiere pasar el tiempo dialogando con los caballos. No es sorprendente tampoco que una de las mejores cosas que el autor escribió, además de Gulliver, sea Una modesta proposición, donde sugería la antropofagia como remedio para la pobreza y la superpoblación.
Pero eso es Swift. De lo que se trata aquí es de Jack Black, de Liliput (la parte más liviana del libro) y de una aventura espectacular llena de efectos especiales. Habrá que ver qué hicieron con todo ello.
Quisiera ser un malvado
Jack Black se encuentra actualmente en México para presentar Los viajes de Gulliver, que se estrena el próximo jueves en ese país. Allí admitió que no había leído el libro de Swift hasta que le ofrecieron hacer la película, y afirmó que hay rasgos comunes entre él y su personaje. "Se parecen en que superan sus miedos. Comparto mis miedos con Gulliver. Pero ahora estoy casado y ya no tengo miedo al rechazo", sostuvo. También dijo que le gustaría hacer una película de terror, pero solamente si la dirigiera Guillermo del Toro. Aunque también reconoció que le divertiría encarnar a un "supervillano" del tipo de Hannibal Lecter.
Algunas versiones previas de un relato clásico
Gulliver en el país de los enanos
eE UU 1937
El segundo largo animado de la historia (el primero fue "Blancanieves") dirigido a público infantil y centrado en Liliput. Es muy obvia la intención del director Max Fleischer de rivalizar con el estilo Disney.
Los viajes de Gulliver
EE UU 1960
Los efectos especiales del gran Ray Harryhausen realzan esta juvenil relectura de Swift en el que Gulliver (Kerwin Mat- thews) no viaja solamente a Liliput sino también a Brobdingnag, el país de los gigantes.
Gulliver viaja al espacio
japón 1965
La típica rareza japonesa que toma un clásico y lo convierte en cualquier cosa. Adolescente aventurero se encuentra con Gulliver, convertido en viajero espacial. Dirigida por Masao Kuroda y Sanae Yamamoto.
Los viajes de Gulliver
EE UU/rEINO UNIDO 1996
Ambiciosa adaptación británica para la televisión dirigida por Charles Sturridge, con algunas libertades, criterio más adulto y elenco interesante: Ted Danson, Mary Steenburgen, James Fox, Peter O`Toole.