"Intento ser cada vez más sencillo"

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El prestigioso cantautor español se prepara para presentar en Montevideo su último disco: lo hará en el Auditorio Adela Reta el martes 23 de agosto con un ambicioso show.

Su disco "Intemperie" fue lanzado a fines del año pasado en España y un mes atrás Aute dio una gira por México, donde tuvo muy buena acogida. Ahora prepara el segundo tramo de la gira latinoamericana, que abarcará desde mediados de agosto Argentina, Chile, Bolivia y Uruguay. Acompañado de los músicos Tony Carmona (guitarras, producción y arreglos), Cristina Narea (guitarra, percusión y voces) e Igor Tukalo (piano, acordeón, teclados) el cantante promete dar un show muy completo, en el que además de dar a conocer su nuevo disco en vivo, recorrerá creaciones de cuatro décadas de actividad. En entrevista con El País, el artista habló sobre temas variados que van desde las descargas gratuitas por Internet hasta su día a día en su hogar madrileño.

La cita es el martes 23 de agosto a las 21 horas. Las localidades están en Red UTS y valen $ 1.280, $ 980, $ 880, $ 780 y $ 500.

Carlos Reyes

-"Intemperie" es un disco calmo y reflexivo. ¿Es usted también calmo y reflexivo?

-Eso me dicen, que soy una persona aparentemente tranquila, debo de dar esa imagen. No considero que tenga un carácter distinto de los demás, depende del momento, y de la situación. Pero el paso del tiempo me ha enseñado a tomar las cosas con más tranquilidad, con más serenidad.

-¿En qué medida es un disco autobiográfico?

-Todas las canciones son un poco autobiográficas. Soy incapaz de escribir una canción si no estoy involucrado de alguna manera, tanto por haber vivido esa situación, como por temer que pueda ocurrir. Pero concretamente hay dos canciones claramente autobiográficas: una escrita en catalán, dedicada al barrio donde nació mi padre, y donde viví algunos años de mi infancia, la Plaza Rovira. Y hay otra dedicada al pueblo de Calandra, donde nació Buñuel, que también fue una experiencia personal. Pero en mayor o menor escala todas, si no autobiográficas, sí están muy comprometidas con experiencias que he vivido.

-¿Por qué el disco se llama "Intemperie", más allá de la canción que lleva ese nombre?

-Bueno, el disco de alguna forma creo que refleja estos tiempos que estamos viviendo, de incertidumbre, de precariedad, de sensación de que se derrumba todo un sistema, una estructura. No solamente por la crisis económica en Europa, sino en muchos ámbitos: en la comunicación, en la educación, en la política, en las finanzas, en la iglesia. Está todo medio agrietándose, con la sensación de que estamos al filo del abismo, de quedarnos todos sin techo, aquellos que lo tenemos. Porque hay pueblos enteros sin techo, con gente emigrando, a la intemperie.

-¿Cómo lo ubica en el conjunto de su carrera?

-Creo que sigue el proceso de mis discos anteriores: intento a lo largo de estos años ir desmenuzando, irme quitando todo aquello que sobra. Intento ser cada vez más sencillo, más desnudo, tanto en los textos como en la instrumentación, aunque trabajo con un grupo de músicos.

-En todo caso es música para escuchar detenidamente...

-Tanto como detenidamente, no sé. Muy pocas cosas hay hoy que escuchar, o leer, detenidamente, lamentablemente. Pero sí son canciones para escuchar: intentan contar cosas, expresar emociones, reflexionar sobre ideas. Los textos no son gratuitos, tienen contenidos, y eso exige una mínima actitud de ponerse a escuchar.

-¿Está usted a favor de las descargas gratuitas por Internet?

-No, en absoluto, para nada, me parece un delito mayor, un robo. Escribir un disco me cuesta mucho tiempo, horas, semanas y meses, intentando darle forma. Luego grabar, financiarlo, promocionarlo, dar conciertos. Y no tengo vocación de hermanita de la caridad. Estaría de acuerdo si nadie se llevara un peso de ese proceso. Pero hay mucha gente que vive de eso, y quiere que yo sea la Hermana Teresa de Calcuta. Entonces, si fuésemos todos Teresa de Calcuta, estaría en todo de acuerdo, ahí me tiro. Pero que yo sea Teresa de Calcuta y haya otra gente que viva de mi trabajo: de ninguna manera.

-¿Cree que la legislación puede salvar esas diferencias?

-Debería. Es muy difícil, porque el fenómeno Internet es tremendamente complejo y muy difícilmente controlable. Pero antes o después se tiene que encontrar una fórmula que contente a todos. No soy nada sectario: tiene que haber alguna manera de que sea justo para todos.

-Cuéntenos un poco, ¿dónde vive?

-Vivo en Madrid, en Fuente del Berro, un barrio muy peculiar, porque estoy a 15 minutos andando tranquilamente del centro de la ciudad. Es un barrio muy céntrico pero muy aislado. La calle Doctor Esquerdo yo digo que es el Muro de Berlín, porque separa el Este del Oeste. Y yo vivo al Oeste: a partir de esa calle es un barrio en el sentido más estricto, y cuando acaba el barrio se convierte en un pueblo pequeño, con un parque. Es como que dentro del barrio hubiera un pueblito.

-¿Es usted una persona hogareña?

-La palabra "hogareña" viene muy mareada, con dobles y triples sentidos. Sí me gusta estar en casa, cada vez más. Sobre todo por aprovechar el tiempo: tengo mucho trabajo pendiente, cosas que empecé y quiero terminar. Porque como me queda cada vez menos tiempo de vida, intento aprovechar al máximo mi tiempo útil. En ese sentido, soy muy hogareño.

-¿Escucha cantantes como Julio Iglesias?

-Suelo escuchar más autores de mi cuerda, que sean autores de texto y de música. Otro tipo de música, que son simplemente música no de autor, la escucho también, aunque no me pongo a escucharla detenidamente: la escucho en la radio, o como fuere. Pero con curiosidad de escuchar, escucho el trabajo de gente que escribe los textos, y las músicas, y que son intérpretes de sus canciones.

-¿Cómo recuerda sus presentaciones montevideanas?

-Las recuerdo muy agradables. El público uruguayo siempre ha sido muy cálido, y yo me siento muy cómodo en Montevideo, me recuerda mucho a Lisboa, que es una de mis ciudades preferidas. Montevideo tiene algo de Lisboa: una ciudad como muy introvertida, muy íntima, nostálgica, no sé. Por otro lado, el público en América Latina es más entregado, más ansioso de disfrutar. Hay como más ansiedad de disfrutar aquello que está escuchando. En España el público no es tan cálido, no tiene esa curiosidad por integrarse en aquello que está viendo y escuchando.

DICTADURAS "Empecé a escribir en la época de Franco, y evidentemente no es lo mismo vivir en dictadura que en democracia. Pero hay otras censuras, entre comillas, como la censura de mercado: es difícil hoy que una editorial, o discográfica, se comprometa a publicar algo que no sepa anticipadamente casi seguro que eso se vende. Es otra manera de censura, no es política sino económica, aunque en el fondo también es política".

REGGAETÓN "Creo que tiene que haber todo tipo de música en este mundo. El reggaetón es un ritmo muy agradable, divertido, y hay momentos en la vida que a uno le apetece eso. Yo ya no tengo edad para bailar reggaetón, pero no soy nada sectario. Tiene que haber música para todos los gustos, incluso música para enajenarse, siempre y cuando uno no salga más bruto después de escuchar esas músicas. Eso sí no lo perdono".

DISCIPLINAS "Da lo mismo el lenguaje que utilice, ya que todos parten de la necesidad de contar algo, de expresar ideas, emociones, sueños, frustraciones. A mí me gusta mucho meterme donde no me llaman: me gusta mucho la imagen, desde hace muchos años hago fotografías, he rodado cortometrajes, y llevo pintando desde pequeño. Para mí no son disciplinas: siempre digo que me considero un indisciplinado de las disciplinas".

EQUIVOCARSE "El concepto de disciplina en la expresión creativa es una palabra nefasta, porque `disciplina` es un concepto antitético al espíritu creativo. Escribo, hago canciones, doy conciertos, me encierro a pintar, pero no me considero un profesional en ninguna de esas actividades. Simplemente alguien que intenta utilizar cualquier lenguaje para ver qué ocurre ahí. Porque la mejor manera de aprender es haciendo las cosas, y equivocándose".