FABIAN MURO
Llegar hasta el celular de Enrique Iglesias no es sencillo. Hay que escribir muchos correos electrónicos, realizar varias llamadas y esperar a que agentes de prensa, representantes personales y demás integrantes del muro que rodea al famoso cantante den el visto bueno .
Cuando finalmente se aprueba la comunicación, hay que lidiar con las dificultades de una charla a larga distancia a un celular que el entrevistado describe en un momento como "una basura". Tampoco ayuda que Iglesias esté en movimiento: "¡No te escucho bien!", grita desde la ciudad de Miami, donde reside desde los ocho años de edad.
"Es que me estoy yendo al estudio", explica el cantante cuando el tema del volumen parece haberse solucionado y ya no es necesario gritarle a los pequeños orificios de los respectivos teléfonos. Luego vendrán otros escollos, como cuando el contacto directamente desaparece y lo único que se escucha cuando se grita un "hola" tras otro es el entrecortado repiqueteo estático.
El cantante viene preparando un nuevo disco, el octavo en su carrera, desde hace más de dos años. "Hay gente que me pregunta si me he tomado unas largas vacaciones, pero no es que no tenga ganas de sacar un nuevo disco. Es que para este nuevo trabajo volví a hacer algo que no hacía desde mi primer disco: tomarme un buen tiempo para componer y tener muchas canciones para elegir las diez mejores", cuenta.
Hay varias incertidumbres más en torno al próximo álbum de Iglesias, que ni siquiera el propio protagonista puede despejar: "No tengo título, por ejemplo. Y tampoco sé cuántas canciones serán en castellano y cuántas en inglés. La idea hasta el momento es sacarlo con una mayoría de canciones en inglés y unas pocas en castellano. También he estado trabajando sobre un disco enteramente en castellano. Pero no sé si van a salir al mismo tiempo o uno después que el otro...".
Según el propio artista, tomarse las cosas con mayor tranquilidad que la que hasta ahora tuvo en su trayectoria musical, tiene sus bemoles: "Cuando uno cruza determinado límite de tiempo empiezan a acechar las dudas, las incertidumbres: `¿Será esto lo suficientemente bueno, considerando que hace tanto que estoy trabajando sobre lo mismo?` Está muy bien poder disponer de tiempo para hacer las cosas serenamente, pensando en cada paso a dar. Pero puede ocurrir eso que decía, que uno comience a dudar".
De acuerdo al cantante, la principal causa de la demora es que en el último par de años su oficio ha estado signado por el cambio: "Mis gustos musicales cambiaron bastante en los últimos tiempos. Por ende, también cambió mi manera de componer, porque ahora lo hago estimulado por otras cosas. Además, también importa que algunas canciones fueron grabadas en Europa, otras en Los Ángeles, otras aquí en Miami, eso demora un poco las cosas".
viajes. El intérprete niega que el cine haya influido en su demora: "Hombre, he hecho un solo papel para la pantalla grande, en la película Erase una vez en México, que fue dirigida por Robert Rodríguez. Fue una experiencia muy linda, pero lo mío siguen siendo las canciones, eso es lo que más me gusta. No descarto volver a actuar, pero tiene que ser como la vez pasada, tengo que estar rodeado de buenos actores, como para aprender y sentirme apoyado".
Iglesias dice que recuerda muy bien sus dos visitas previas a Uruguay. "Esta va a ser la primera vez que voy a cantar en Punta del Este. Nunca estuve antes ahí. Cuando fui a Uruguay, canté en Montevideo y en otro lugar que ahora no me acuerdo. La verdad es que me tienta mucho ir. Cuando le dije a algunos amigos que iba a cantar ahí, me hablaron maravillas del lugar". Llegará directamente desde Miami porque se trata de una presentación exclusiva del Conrad.
Escapar en lancha
La estrella española dice que no le preocupan mucho los fotógrafos que intentan conseguir la foto de él y Anna Kournikova.
Como dice, lleva muchos años bajo los focos de la luz que irradia desde los medios masivos de comunicación. "Imagínate, con un padre como el mío, las cámaras no me asustan. Crecí con la presencia de paparazzis y reporteros a mi alredodor, así que me acostumbré".
Desde que la relación amorosa entre la tenista y el cantante se confirmó, la pareja cotiza alto entre fotógrafos y periodistas que se dedican a revelar todas las intimidades posibles sobre famosos. Pero Iglesias dice que esa parte de su vida -escapar de los teleobjetivos- no le quita el sueño ni mucho menos.
"En primer lugar, entiendo que haya un interés y que se intente satisfacer esa curiosidad. Pero eso no ha cambiado mi relación. Obvio que hay lugares a los que no podemos ir, que hay que evitar a toda costa si no quieres que te saquen una foto. Pero ese es un precio muy pequeño a pagar por todo lo bueno que tiene la fama, el cariño que te da la gente...".
La ciudad donde vive también ayuda, dice: "Miami es un lugar que me gusta, entre otras cosas porque te permite escaparte. Uno coge una lancha y listo, puede irse al mar, a donde nadie te ve, lejos de los paparazzi y los mirones".