El canal de cable History Channel dedica esta semana dos documentales a un par de enigmas relacionados con el inacabable tema del nazismo. Esta noche a las 21 se emite "El escape de Hitler" y el viernes irá "Mengele".
Se trata de dos producciones originales del canal en coproducción con Anima Films, basadas en las investigaciones del historiador argentino, escritor e investigador Carlos de Nápoli.
Seguramente, el material que va a generar más polémicas es el de esta noche, que defiende la teoría de que Adolfo Hitler no se suicidó en el búnker de la Cancillería el 30 de abril de 1945 para escapar de un arresto a cargo del Ejército Rojo, sino que logró huir y llegó a la Argentina, donde habría muerto años después.
De Nápoli insiste en que Hitler odiaba Berlín y no estaba en la ciudad cuando fue tomada por las tropas soviéticas, un dato que cuestiona la abundante información recogida sobre los últimos días del tirano nazi por autores tan diversos como Hugh Trevor Roper, Allan Bullock, John Toland, Ian Ker- shaw o David Irving. Cree, en cambio, que el Führer se refugió en una de sus fortalezas en el Sur de Alemania, y cuando consideró que ya no había resistencia posible huyó a Noruega y desde allí viajó en submarino hasta la Argentina.
Según De Nápoli existen varios testimonios independientes que avalan la presencia de Hitler en la Patagonia durante los años cincuenta. Los escépticos señalan en cambio que ésa (como muchas otras informaciones que circularon en su momento, como la presencia de Martin Bormann en Sudamérica: investigaciones más recientes confirman que Bormann murió en 1945) es una de las tantas leyendas que han corrido acerca de Hitler desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, y que una parte del material ha aparecido en un libro relativamente reciente firmado por Patrick Burnside (es un seudónimo) que no hace mucho más que recoger especulaciones, fuentes de segunda mano y rumores no confirmados.
A priori tiene más jugo Mengele, donde no se discute en cambio la presencia en Sudamérica del Ángel de la Muerte (no hay por cierto dudas al respecto) y se añade, además, información que no siempre ha circulado a propósito de su paso por Uruguay, donde se habría casado en Nueva Helvecia.
Más allá de la veracidad, la especulación y hasta la cuota de conspiranoia que suelen rodear los documentales vinculados por el nazismo (no es este el caso, pero ha llegado a sostenerse que Hitler sigue vivo en la Antártida, o en el interior de la Tierra Hueca, y desde allí planea conquistar el mundo con la ayuda de los ovnis), el material tiene sin duda a priori una cuota de interés. Es la clase de trabajo a la que vale la pena echar un vistazo, y luego contrastar con otros materiales y lo que dicen unos cuantos libros de historia.