GUILLERMO ZAPIOLA
El cine uruguayo vive y lucha. A pesar de todas las dificultades, a pesar de una crisis económica que golpea día a día, a pesar de incumplimientos oficiales en los apoyos y subsidios prometidos, a pesar de la pequeñez de un mercado interno que hace harto dificultosa la recuperación de lo invertido, el estreno de un film nacional ya no es, afortunadamente, una noticia infrecuente.
La buena noticia de hoy se llama El viaje hacia el mar, película dirigida por Guillermo Casanova en la que actúan Hugo Arana, Diego Delgrossi, Julio César Castro "Juceca", Julio Calcagno, Héctor Guido, César Troncoso y otros, que se basa en el cuento homónimo de Juan José Morosoli y que se estrena hoy en varias salas.
HISTORIA. Lo que contó Morosoli y el film repite con variantes en ochenta compactos y eficaces minutos es el caso del grupo de amigos, más un desconocido que se incorpora a último momento a la aventura, que durante un fin de semana se trasladan desde la ciudad de Minas hasta la costa uruguaya. Con las solas excepciones del dueño y conductor del camión (Arana) y del "pueblero" que se suma al grupo, esos individuos nunca han visto el mar. El tránsito implica toda una dosis de expectativa y descubrimiento.
Escrita por el propio director Casanova y "Juceca", la película ubica a comienzos de los años sesenta una acción que en el relato original transcurría un poco antes. El empeño implica entre otras cosas el esmero de una recreación de época apoyada en detalles de ambientación, modelos de ropa y vehículos, y un estilo musical que evoluciona junto a sus paisaje de los acentos camperos del comienzo hasta el aire "clubdelclanesco" de los tramos finales.
Película "chica" en el mejor sentido de la expresión, El viaje hacia el mar apuesta, con bienvenido criterio cinematográfico, a contar su historia sin imponer sentidos desde afuera, sin discursos ni diálogos superfluos que expliquen a los personajes. Lo que se sabe de éstos, con una naturalidad y una sencillez que probablemente gustara a Morosoli, es lo que surge de la acción misma, de la suma de pequeños incidentes del camino: la diversidad de reacciones ante el fastidio de tener que empujar al camión en una subida, el ocasional vuelo de la fantasía frente a la sensual modelo de un cartel publicitario, el divertido escándalo de ver gente "media desnuda" al llegar al balneario.
El proyecto de El viaje hacia el mar nació en 1999, y recibió premios del Fona y del Fondo Capital que aportaron los primeros dineros para la producción. A ellos se sumaron luego apoyos del fondo de coproducción de la Intendencia Municipal de Montevideo y el programa Ibermedia en el año 2001. Para entonces, a la productora original Lavorágine Films se había incorporado la empresa argentina Jorge Rocca, convirtiendo el proyecto de una coproducción uruguayo-argentina que fue declarada de Interés Nacional y Cultural por el Poder Ejecutivo y las Intendencias de Lavalleja y Canelones. La filmación, a cargo de un equipo de alrededor de cincuenta personas, se llevó a cabo en las ciudades de Minas y Aiguá y sus alrededores, y en los balnearios de Atlántida, Costa Azul y Parque del Plata.
DIRECTOR. El resultado puede ser el trabajo más ambicioso hasta la fecha del director Casanova, nacido en Montevideo en 1963, quien viene haciendo programas de televisión, documentales, video clips, video arte y piezas publicitarias desde hace quince años. Fue integrante de la desaparecida CEMA (Centro de Medios Audiovisuales), una de las primeras productoras independientes de cine y video en el país. Ha sido jurado en festivales (La Habana, Montevideo) y dictado cursos y charlas en la Escuela Nacional de Bellas Artes, la Universidad ORT y la Escuela de Cine del Uruguay. También fue director de imagen de Saeta TV Canal 10, y de su informativo central. Entre sus trabajos más notorios figuran Mamá era punk (1988), el corto Los muertos (1992), el documental Jaime Roos a las 10 (1994) y la serie televisiva Memorias de la costa (1996), donde exhibiera reiteradamente el sentido para la composición de la imagen que El viaje hacia el mar reitera. Este primer largometraje suyo no es solamente una culminación en su carrera, sino también una fecha en la historia del cine uruguayo.