Lord Voldemort ha recuperado su poder. Harry Potter lo averiguó en la cuarta película de la saga -El cáliz de fuego- pero, a parte de sus amigos, nadie le cree en su nueva aventura.En Harry Potter y la orden del fénix, que llega hoy en estreno tempranero a los cines de todo el mundo con largas colas de fans ataviados como sus ídolos, el joven aprendiz de mago se enfrentará a la incomprensión de la comunidad mágica, a su mortal enemigo, conocerá una sociedad secreta de hechiceros y, entre sobresalto y sobresalto, tendrá tiempo de darse su primer besito. Y por si todo esto no fuera suficiente, también descubrirá su destino, profecía mediante. Ahí es nada.
Ser adolescente y mago, como Potter, es el colmo: no le salen bien los hechizos con los gallos derivados del cambio de voz, la varita se pone incontrolable debido a la eclosión de la testosterona y, encima, se siente un incomprendido.
En su caso no es para menos: en La orden del fénix toda la comunidad mágica ha dado la espalda al mago, ahora púber, ya que nadie quiere creer en el retorno de El que no debe ser nombrado.
Lord Voldemort llevaba cuatro libros -y sus correspondientes pelis- intentando resurgir de sus cenizas, del amasijo de carne al que había quedado reducido tras intentar acabar con Harry Potter con la maldición Avada kadabra y que, también, dejó como secuela la cicatriz en forma de rayo que hizo famoso al mozo. Y, como todos los fans y espectadores de la anterior entrega saben, en El caliz de fuego Voldemort consiguió recuperar su inmenso poder.
Aunque el Ministerio de Magia y la mayoría de los profesores de Hogwarts no creen a Potter, la guerra se va cociendo en secreto. Voldemort, interpretado de nuevo por Ralph Fiennes, reunirá a su equipo de mortífagos -magos malosos-; y, por su parte, la sociedad secreta de aurores -cazadores de mortífagos- La orden del fénix, se prepara para la lucha.
Así, por muy hechiceros que sean, estos jóvenes deben empezar a tomar las riendas de su vida, como cualquier mozuelo en la vida real cuando cumple cierta edad. Este encontronazo de la madurez personal y el mágico mundo creado por J.K. Rowling es uno de los rasgos principales de la nueva aventura y así lo explica el director de la cinta, David Yates, debutante en el mundo de Potter. "La orden del Fénix es una mezcla de toda la magia y la diversión" de la saga con "temas e ideas un poco más complicados", como "la rebelión, entender los límites de la madurez, descubrir lo difícil que puede ser el mundo y cómo a veces tienes que abrirte camino por ti mismo en él", sostuvo en declaraciones a la Warner Bros.
El libro que supuso un punto de inflexión en la saga, con los primeros trazos que perfilarán la segunda guerra mágica entre mortífagos y los aurores y con la revelación del destino de Harry Potter gracias a una profecía, llega hoy día 11 a las salas de todo el mundo, adelantada sobremanera como están acostumbrándonos últimamente las productoras -véase Piratas del Caribe, Spiderman 3 o Transformers. Con 138 minutos, La orden del fénix es la entrega más corta de la saga a pesar de basarse en el libro más largo de los cinco convertido en película (255.000 palabras). Más Potter, Hogwarts, Voldemort, Dumbledore, magia, Ron, emoción, Hermione, aventuras, Quiditch, escobas y varitas en menos tiempo, todo un ejercicio de concisión por parte de Yates. La respuesta la tendrá el público.
AFP