Federico Luppi enfrenta reclamo por hijo uruguayo

Pleito. Se hizo público que mantiene un niño desde el 2000

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MATÍAS CASTRO

Federico Luppi tiene un hijo de nueve años en Uruguay al que vio una sola vez en su vida. El niño lleva su apellido y su madre lo mantuvo discretamente desde el nacimiento hasta que el caso se hizo público el lunes.

Brenda Accinelli trabaja en teatro, ya sea como actriz y también vendiendo funciones infantiles a escuelas. Recorre las instituciones y oficia de agente de ventas de espectáculos para niños. Trabaja y vive en Montevideo. Pero en estos días ha estado en Punta del Este a raíz de la divulgación de su historia con Federico Luppi.

"Hasta ahora sólo lo sabían mis allegados, amigos y compañeros de trabajo, pero nadie más", comentó a El País ayer por la tarde. En nueve años nunca le interesó hacerlo público. La historia entre ellos, además, se había dado con cierta normalidad, si es que cabe el término en tales circunstancias.

Accinelli y Luppi se conocieron en 1998 en Montevideo. En abril de ese año se desarrolló una muestra internacional de teatro en la que participaban delegaciones de varios países. Luppi actuaba en la obra El vestidor, junto a Julio Chávez, que se representó en el teatro Solís. Ella se desempeñaba como asistente de una de las delegaciones y participaba de las cenas que se organizaban todas las noches.

En esos encuentros comenzó a hablar con Luppi. Cambiaron teléfonos y, tras el final de la muestra en Montevideo, ella viajó a Buenos Aires invitada por él. La relación, según su relato, se extendió entre mayo de 1998 y enero del año siguiente, cuando quedó embarazada.

Accinelli le dijo a Luppi de inmediato sobre su embarazo. El actor le habría respondido de forma agresiva, preguntándole si lo que le interesaba era obtener un rédito de su nombre o su dinero. Hasta ese momento Luppi nunca se había dirigido a ella de forma agresiva ni exaltada. De hecho esa fue la única vez que tuvo una reacción de esas características.

Igualmente el actor terminó por acceder a los estudios de ADN, que se realizaron en Buenos Aires. Ahí se demostró su paternidad. Con un acuerdo judicial de por medio, Luppi le dio su apellido a Leonardo Martín, y además se comprometió a pagar una pensión alimenticia de 400 dólares por mes.

Hace varios años que esa cifra se convirtió en 540 pesos argentinos, que, según ella, es menor a lo acordado. Según el actor, era el equivalente en la moneda de su país.

El asunto aún está por arreglarse. Pero ese no ha sido el único encontronazo judicial que Accinelli tuvo con él. Poco después del nacimiento, Luppi volvió a Uruguay para filmar Corazón de fuego, película de Diego Arsuaga en la que compartía cartel con Héctor Alterio y José Soriano. En las semanas que estuvo en Uruguay recibió un mensaje anónimo, una amenaza según relata Accinelli, que decía que conocían el secreto de su hijo aquí. El actor creyó que el mensaje era de ella y la enfrentó, a lo que ella respondió con la intermediación de un abogado. Hoy ella cree saber quién fue el autor del mensaje, aunque no se arriesga a decirlo.

El asunto habría salido a la luz luego de que un anónimo le acercó a la revista uruguaya TV Notas la partida de nacimiento de Leonardo Martín Luppi. Los redactores de esta publicación dirigida por Daniel Alejandro se comunicaron con ella y pusieron luego su historia como nota de tapa bajo el título "Quiero conocer a mi papá". Luego de eso el tema fue tomado por el programa Bien de verano, conducido por Mónica Willengton y reproducido por el programa Magazine en Buenos Aires el lunes por la tarde. Ayer un nuevo móvil satelital la tuvo al aire para Argentina de 15 a 16 horas por segundo día consecutivo.

Brenda Accinelli dice que está dispuesta a sostener este asunto hasta donde sea necesario. Crió a su hijo sola y sin pareja estable. Leonardo, según cuenta, le ha preguntado sobre el padre pero sin vivir la historia como un asunto traumático. Y lógicamente, lo ha visto en más de una película.

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