Falleció la célebre actriz y bailarina Cyd Charisse

AGENCIAS y EL PAÍS

Cyd Charisse, la recordada actriz y bailarina que protagonizó películas musicales al lado de Fred Astaire y Gene Kelly, murió en Los Angeles a los 86 años el pasado martes. La artista había ingresado al Centro Médico Cedars-Sinai el lunes tras un posible ataque cardíaco, según su publicista Gene Schwam.

La bailarina, que en su tiempo había sido una belleza de piernas largas oriunda de Texas, apareció en películas dramáticas, pero su fama proviene principalmente de los musicales de la MGM en Technicolor de las décadas de 1940 y 1950.

Con una formación en danza clásica, podía bailar todos los géneros, desde un pas de deux hasta los pasos más populares. También forjó una popular sociedad de canto y baile con su esposo, el cantante Tony Martin, haciendo presentaciones en televisión y en centros nocturnos.

Medía 1.67 metros, pero con tacones parecía bastante alta, y se movía con gracia extraordinaria. Además, su gran belleza y cabello negro azabache contribuyeron a crearle un aura de perfección que Astaire describió en sus memorias como "hermosa dinamita".

Astaire afirmó también sobre ella en una entrevista de 1983 que "era bella, entrenada, y muy fuerte en cualquier cosa que hicimos. Cuando bailábamos perdíamos la noción del tiempo".

Charisse comenzó a llamar la atención como integrante del afamado Ballet Russe, iniciándose en Hollywood hacia 1943 como bailarina. Y dado su desempeño, pronto empezó a recibir ofertas para trabajar como actriz.

"Honestamente, la idea de trabajar en películas nunca había pasado por mi cabeza. Yo era una bailarina, no una actriz. No me hacía ilusiones falsas sobre mí. No podía actuar, nunca había actuado. Así que, ¿cómo podía ser una estrella de películas?", dijo en la autobiografía The Two of Us, que publicó junto con Martin en 1976.

Pero superó sus dudas y firmó un contrato con la MGM. También cambió su nombre por el exótico Cyd, en lugar de su sobrenombre de toda la vida Sid, para combinarlo con el apellido de su primer esposo. El clásico Cantando bajo la lluvia, de 1952 marcó para ella un hito.

Charisse también bailó con Kelly en Siempre hay un día feliz y otras películas, pero perdió la oportunidad de aparecer con él en la película ganadora del Oscar de 1951 Un americano en París, pues estaba embarazada.

En 1996 recordó: "El ballet es un mundo cerrado y rígido; la MGM era una tierra de hadas. Podías caminar por el estudio viendo todas esas películas fabulosas que se estaban haciendo con el mejor talento del mundo sentado por ahí. Era un sueño caminar por ese terreno".

Cyd Charisse, quien actuó en varias películas de la "edad de oro" de Hollywood, se trasladó a Francia para producir su último musical "Les Collants Noirs", antes de abocarse a papeles dramáticos que la dejaron insatisfecha. "Gritar y llorar no era realmente mi estilo", dijo en una entrevista en 2004. La recepción de la actriz en Europa fue realmente muy buena, al punto que los críticos que luego formaron la Nouvelle Vague le habían dado el apodo de "La Divina".