Esta noche se produce el regreso de una leyenda viva del piano

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A más de dos décadas de su última visita, regresa esta noche a Montevideo una leyenda viva del piano: Ralph Votapek. Lo hará presentándose en el Teatro Solís como solista de la Orquesta Filarmónica de Montevideo.

A su frente tendrá dos obras emblemáticas de la literatura pianística: el Concierto Nº4 en Sol mayor Opus 58 para piano de Beethoven y la Rapsodia en blue de George Gershwin. Junto a él aparecerá el maestro Francisco Rettig, director que también retorna al país después de tres años de ausencia, esta vez para hacer su debut con la orquesta municipal.

Votapek es un verdadero especialista de la música de Gershwin. Desde su triunfo en la primera edición del Van Cliburn International Piano Competition en 1962, el pianista norteamericano ha deslumbrado por sus enfoques interpretativos personales y convincentes, combinando lo mejor de las tradiciones musicales del siglo XX con un fuego, y un swing muy propios. Debutó en Uruguay en la lejana década de los 60` y fue un asiduo visitante de las temporadas musicales uruguayas.

Tocó las obras de Gershwin por todo el mundo, con las orquestas más sobresalientes del planeta como la Sinfónica de Chicago, la de Filadelfia, la Filarmónica de Nueva York, la Filarmónica de Los Angeles, la Sinfónica de Pittsburg, la de San Francisco o la Boston Pops. Por eso, el concierto de esta noche es una invitación para los amantes del jazz sinfónico.

Para los de gustos más clásicos, el plato fuerte seguramente estará en el Concierto N° 4 de Beethoven, obra de nobleza y profundidad, muy apropiada para un artista de madurez como es Votapek: un hombre que revela la serenidad de la felicidad plena, con una vida coronada de éxitos profesionales y una realidad personal sin sobresaltos.

La escala montevideana del músico forma parte de una gira que viene realizando por el Sur sudamericano, que incluye varias presentaciones en ciudades argentinas.

Director. Francisco Rettig es toda una garantía para secundar al pianista visitante en estas dos piezas para piano. El maestro chileno es un beethoveniano de ley y en Uruguay ya ha ofrecido veladas memorables dedicadas a la música del genio de Bonn. En 2006, cuando se celebraron los 75 años de la Orquesta Sinfónica del Sodre en el Solís, dirigió la Eroica de Beethoven y como hoy, en aquella oportunidad también hizo la Rapsodia en blue con Nibya Mariño al piano, en una velada que quedará para siempre en la memoria de los asistentes.

Esta noche además, Rettig mostrará una nueva faceta musical, dirigiendo dos obras latinoamericanas del siglo XX: el Momento Sinfónico, una obra de juventud que el compositor uruguayo Héctor Tosar estrenara en 1949 y La noche de los Mayas del mexicano Silvestre Revueltas, lo que constituye un verdadero desafío para la orquesta montevideana.

Esta obra que el historiador Emilio García Riera definió en su momento como "la excelente música stravinskiana de Silvestre Revueltas" fue compuesta para la película homónima de Chano Urueta en 1939 y durante mucho tiempo permaneció soslayada como escenografía auditiva del producto cinematográfico del cineasta mexicano. En efecto, los fragmentos musicales de Revueltas para el film de Urueta permanecieron dispersos y desconocidos hasta que al principio de la década de los `60 el director de orquesta José Ives Limantour los editó. Con gran protagonismo de la percusión, La noche de los Mayas, es una apuesta interesante de la Filarmónica para escuchar la obra de un creador que se ha transformado en una innegable figura de la música de América Latina.

Batuta: También vuelve Francisco Rettig quien por primera vez dirigirá a la Filarmónica.