Es el nombre más importante de la música pop en castellano de la última década, pero el cantante y compositor Juanes se acerca a un cruce de caminos, y lo sabe. A punto de cumplir los cuarenta, se cuestiona la dirección que ha tomado su carrera.
De modo que cuando Tr3, el canal en español de MTV, le planteó hacer una Unplugged session, Juanes, nombre artístico de Juan Esteban Aristizábal Vásquez, aprovechó la oportunidad. Jose Tillan, el gerente general del canal, le sugirió la idea como una forma de "cerrar un capítulo y abrir otro", y la propuesta llegó justo cuando Juanes sentía la necesidad de una pausa para repensar su situación personal y musical.
"Del 2000 al 2010, fueron como diez años sin parar," dice Juanes durante un descanso en uno de sus ensayos, "Voy al estudio, grabo, salgo de gira, escribo nuevas canciones durante el viaje, vuelvo a grabar, otra vez de gira, y otra vez a componer. En cierto momento sentí que estaba frito."
"Por supuesto, estuve en muchos lugares maravillosos, hacienda cosas interesantes y conociendo gente. Pero hay mucha emoción, uno se aleja de la familia, y la vida se vuelve una montaña rusa. No lo estaba disfrutando, y debí escuchar a mi corazón."
El lunes MTV Latin America y Tr3 transmitieron Juanes: MTV Unplugged, grabado en el New World Symphony Center, con la banda de Juanes aumentada en algunas canciones con instrumentos de viento y cuerdas. Un CD y un DVD seguirán de inmediato, pero como indicación de la popularidad de Juanes, el primer simple del programa, una canción llamada La señal, ha comenzado ya a distibuirse y se ha colocado rápidamente al tope de las ventas en Estados Unidos y América Latina.
"En el mercado latino no hay nadie como Juanes,", que ha vendido quince millones de CDs en todo el mundo, dice Leila Cobo, directora ejecutiva de programación y contenidos latinos de la revista Billboard. "Puede haber otras estrellas a su nivel, pero nadie que haga esa música basada en la guitarra y el rock-pop. Tiene una forma de cantar y tocar la guitarra muy reconocible, y se ha vuelto comercialmente exitoso haciendo algo muy personal."
Pero Juanes estaba claramente esperando por la session Unplugged para algo más que lograr otro éxito, una intención remarcada al reclutar a los cantantes y autores Juan Luis Guerra y Joaquín Sabina, como colaboradores. Sin casualidad, esos dos hombres están en posición de proporcionar consejos a Juanes. Ambos disfrutaron de un enorme éxito crítico y comercial al comienzo de sus carreras, se eclipsaron durante un tiempo y han vuelto, recargados y más populares que nunca.
"Para el mercado hispánico, este es realmente un encuentro de titanes, y un acontecimiento generacional de atracción masiva," dice Tillan. "Juan Luis Guerra sabe cómo tener a la gente bailando con hermosas melodías, pero también escribe letras complejas. Juanes hace lo mismo con una generación más joven, más rockera, pero con igual profundidad en las letras y un enorme oficio. Y Sabina, mayor que Juan Luis, es un artista bohemio que ha estado desafiando al sistema desde los años setenta."
Formalmente, el papel de Guerra es el de productor y encargado de los arreglos, pero parece haber emergido como una figura de hermano mayor para Juanes. Nacido en la República Dominicana y educado en el Berklee College of Music, Guerra es notorio por haber incorporado influencias de la música clásica y el jazz en el género tropical, y Juanes, su admirador desde la adolescencia que sin embargo se encontró por primera vez con él en un festival de música en España hace un par de años, estaba ansioso de trabajar con él.
"En materia de conocimiento musical, Juan Luis está a la altura de los Beatles, confío totalmente en él", dice Juanes. "Me ha enseñado mucho sobre jazz, y verlo tocar la guitarra me ha hecho un mejor guitarrista".
Pero Juanes reconoce que quiso aprender la experiencia de vida de Guerra, que fue el más popular cantante y compositor pop en español en los años noventa, hasta el momento en que decidió detenerse durante varios años. Entre 1998, cuando anunció haberse convertido al cristianismo "reborn", hasta el 2007, solamente grabó un disco con material nue- vo, una colección de himnos religiosos.
"Tomé la decisión de aceptar al Señor, y cuando me convertí en miembro de una congregación el pastor me pidió que me hiciera cargo de la música en la iglesia, del mismo modo que me había liderado mi banda en el mundo secular," explica Guerra. "Yo quería un espacio en mi vida para poner cada cosa en su sitio y dedicar más tiempo a mi familia y mi iglesia, a lo que estaba haciendo entonces. Seguí componiendo, y escribió más de cien canciones religiosas, pero abandoné las presentaciones en vivo".
Desde que volvió a la música secular, Guerra ganó 10 Gram- my y llevó a cabo giras con U2, los Rolling Stones y Sting. Pero dice que, como Juanes, le da la bienvenida a los nuevos desafíos que lo obligar a salirse de su "zona de confort": el proyecto Unplugged es el primero que ha producido para alguien ajeno a su círculo inmediato.
"Normalmente no hago este tipo de trabajo, y no creo que se vuelva una costumbre, porque no tengo tiempo," dice Guerra. "Pero estoy disfrutando éste, porque si hay una cosa que me gusta hacer es producir y hacer los arreglos, la verdadera creación de la música. Poder trabajar con la música de Juanes, conservando su esencia pero agregando cosas nuevas, me permite escribir para instrumentos de viento, o un cuarteto de cuerdas, o un coro, es una de mis pasiones. Estoy feliz".
En España, Juanes se puso también en contacto con Sabina, quien se reconoce intrigado por la música de Juanes desde que escuchó su canción La camisa negra. "No puedo aconsejar a nadie", dice Sabina. "Pero le dije que se dejara llevar por la corriente, sin planificar mucho, y la canción que compusimos entre los tres, basada en nuestra primera conversación en Madrid, fue la forma en que pude hablar con mi amigo."
El castellano como una raíz cultural
Juanes marca una diferencia entre él e intérpretes como Ricky Martin y Marc Anthony, que como portorriqueños han crecido en un entorno bilingüe y bicultural, o incluso Shakira, una compatriota suya que se las ha arreglado para desarrollar carreras paralelas en inglés y español.
"Realmente la admiro por el esfuerzo que ha hecho, porque sé lo difícil que es", dice Juanes. "Cuando llegué a los Estados Unidos en 1996 no hablaba una palabra de inglés. Nada. Cero. Comencé a aprender por mi propia cuenta porque no tenía siquiera dinero para un profesor. Con el correr de los años he adquirido un mejor manejo del lenguaje. Así que, quién sabe, tal vez llegue el tiempo en que haga algunas cosas en inglés".
Pero ese tiempo está todavía en el futuro. Juanes insiste: "Para mí, el castellano es mi ancla, lo que me mantiene firme, la raíz de lo que yo soy". Pero no excluye nada. Razona que está en un momento de crecimiento, de buscar nuevas cosas, y una canción en otro idioma puede ser una de ellas.
Un artista que trata de explorar horizontes renovadores
Para el Unplugged de Juanes, Juan Luis Guerra ha recreado el "hit" Odio por Amor como un gran himno estilo U2, completándolo con un coro de gospel. Pero hay también una balada, Todo en mi vida eres tú, que apela solamente a la guitarra acústica de Juanes, piano y un cello ("primera vez que intento algo así", dice Juanes).
En definitiva, el CD contiene catorce canciones, tres de ellas nuevas. Pero incluso éxitos familiares como A Dios le pido tienen un sonido diferente, "más lírico, más introspectivo".
De cara a su futuro, Juanes ha comenzado a ensayar varios estilos pop norteamericanos, tocando hace un par de años con John Legend en el NBA All-Star Game, y más recientemente grabando un dúo con Tony Bennet con la canción The Shadow of Your Smile. Declaradamente, está empeñado en abrirse a nuevos horizontes, y su más reciente trabajo es solo un paso.