FABIÁN MURO
A paso lento pero seguro, Malena Muyala se viene haciendo de una valiosa discografía. El próximo viernes 30 saldrá a la venta "Viajera", el nuevo y tercer álbum de la intérprete y compositora.
El primer disco, Temas pendientes, salió en 1998. Dos años más tarde fue el turno de Puro verso. Y ahora, siete años después de ese título, llega Viajera, que ya tuvo edición en Argentina y acá saldrá a través del sello Bizarro Records la semana que viene.
Siete años es un período inusualmente largo entre un disco y otro, pero Muyala no ha estado inactiva: su presencia en los escenarios, tanto uruguayos como argentinos, ha sido frecuente en ese lapso y ahora tiene nuevas razones para volver a pisar las tablas.
El tiempo pasado también parece haber inspirado a Muyala a componer: en Viajera, da varios y grandes pasos para convertirse en autora del material que interpreta: de las trece canciones que conforman el repertorio, cinco son de su entera autoría.
El repertorio, tanto el propio como el escogido para interpretar, es el primer acierto de Viajera. Poco afecta a los lugares comunes, Muyala elige composiciones comparativamente poco trilladas pero valiosas, como Tormenta, de Enrique Santos Discépolo.
Pero Muyala también se anima a encarar clásicos con un sinfín de interpretaciones encima, desafíos como Malevaje y Volvió una noche, el vals Pedacito de cielo y la última canción que grabara Carlos Gardel, el 20 de marzo de 1935: Guitarra, guitarra mía.
Y lo hace con elegancia y aplomo. Con un estilo interpretativo que prioriza el paulatino descubrimiento de diversas sutilezas antes que el exhibicionismo o la estridencia, Muyala alcanza varios picos en su recorrido por las páginas más ilustres del tango y la milonga.
Más allá de las visitas a los terrenos familiares, Muyala consigue ubicar al lado de los clásicos cinco temas propios que no pasan vergüenza alguna y que dan cuenta de una compositora interesante y con estilo propio, como Ausente, la canción que da título al disco y, sobre todo, Velitas y santos, una de las mejores canciones de las hasta ahora escasas compuestas por la cantante.
Apoyada por un notable equipo de músicos, Muyala, además, exhibe muy buen gusto para vestir las canciones que incluye en Viajera. Las guitarras acústicas de Bernardo Aguerre y el argentino Omar Giammarco, el acordeón de Hugo Fattoruso, los contrabajos de Popo Romano y Shyra Panzardo y la percusión de Martín Ibarburu son algunos de los instrumentos que engalanan las canciones con admirable mesura.