MATÍAS CASTRO
En la filmografía de John Lasseter como director hay muchos más cortometrajes que largos. Uno de esos largos fue "Cars", cuya segunda parte, con tintes de cine de acción y espionaje, se estrena el próximo viernes en cines de Uruguay.
Inspirado por películas de espías e intriga, sobre todo por las de James Bond, Lasseter, quien tiene su mayor obra en el triptico Toy Story, eligió comenzar la historia de Cars 2 con una secuencia de acción de esas que se presentan sin explicar nada al espectador e impactan visualmente. "Cuando estudiás las películas de espionaje, los comienzos suelen aparecer con grandes dosis de acción, pero en el momento en que los mirás no tenés idea de qué ocurre", contaba en una reciente entrevista para presentar su nueva película. "Pero cuando termina la secuencia, de alguna manera sienta las bases para la conspiración, da pie a la historia del villano y ubica el tema de la película o la dirección en la que irá".
Pero con el comienzo de acción apuntó también a desorientar a los que esperaban una secuela. Su intención era comenzar la historia de la forma más distinta que podía a lo que el público quedó esperando al final de la primera.
También, a tono con eso, quiso construir un villano inteligente, de ese tipo de mentes megalómanas que tienen recursos e ideas como para armar complicadísimos planes. El nombre de ese villano es Big Oil, como para asociarlo con las cuestiones del petróleo, tan actuales como ajenas al mundo de los niños.
"Lo que pensé que podía ser realmente interesante en todo esto es averiguar cuál podría ser el objetivo de un villano. ¿Quién podría ser un villano en este mundo de autos?", explicó. Al mismo tiempo en que trabajaba en el desarrollo de Big Oil estalló el problema de los derrames petroleros en el Golfo de México, así que él y sus coguionistas Ben Queen (también codirector), Brad Lewis y Dan Fogelman, le dieron vueltas para meter el tema en la película.
Lasseter dice estar muy interesado en las fuentes alternativas de energía. Asegura que tiene paneles solares en su casa y que está esperando porque le entreguen un auto eléctrico. Así que con todos estos elementos armó a Big Oil. "Comencé a pensar que sería maravilloso hacer que Big Oil tuviese miedo de los combustibles alternativos y tratase de sabotearlos para arruinar su reputación ante la opinión mundial. Esto podría ser muy interesante para armar una conspiración y a un villano porque en parte tiene que ver con lo que ocurre". El resultado, aclara, no es una película panfletaria sino que solamente le da credibilidad ante el público. Los antecedentes de Pixar dan cierta confianza en que lo que se verá en los cines a partir del viernes no estará muy lejos de eso.
Pero ese ha sido uno de los grandes hallazgos de Pixar, la compañía que Lasseter ha dirigido y fundado: crear películas que apuntan a su vez a niños y a padres y que les ofrecen elementos a los dos para entretenerse a la par.
Toy Story es el ejemplo más acabado de esto. Las tres películas de la serie, pero en particular la primera y la tercera, rescatan la nostalgia por los juguetes de la infancia, con apuntes sobre las etapas de crecimiento en el niño. Y al mismo tiempo son aventuras emocionantes que, al estar protagonizadas por juguetes pueden fascinar a cualquier niño.
Las tres Toy Story son también ejemplo de la evolución en las técnicas de animación digital, proceso en el que Lasseter ha sido participante y también testigo directo. "Lo emocionante es que el punto en el que están nuestras herramientas nos permiten, como artistas, hacer más y más de lo que podamos concebir".
Por eso la próxima película de Pixar es publicitada un desafío para ellos. Se llama Brave, o Valiente, será protagonizada por un personaje femenino y se ambientará en la Escocia medieval. La recreación de vestuarios, personajes y animales se combinará con escenarios de fantasía, como bosques mágicos y cosas similares. Dirigida por el debutante Mark Andrews, cuenta la historia de una princesa que desafía la voluntad de su padre y se dedica a aprender el uso del arco y otras armas, sin darse cuenta de que se mete en serios problemas y que pone en peligro el reino de su padre. El estreno está fijado para el año próximo.
Pero no es el único proyecto que tienen, ya que también trabajan en la continuación, o más bien la precuela, de Monsters Inc. El título que tienen por el momento es Monsters University. Será dirigida por Dan Scanlon, colibretista de la primera Cars y se ambientará en los tiempos de estudiantes de los monstruos que protagonizaron Monsters Inc. El estreno está previsto para el 2013.
Pero ahora el objetivo de Lasseter es la presentación de Cars 2 y su universo de autos que hablan y que viajan por el mundo actual. Y uno de los puntos por los que pasan, es Tokio, durante una secuencia que algunos describen como un prodigio técnico. El director ha dicho que la película es, en el fondo, una declaración de amor a Japón. Y, probablemente, también a la tecnología de animación que los nipones dominan. Pero la técnica es sobre todo una herramienta para él. "No hay un Santo Grial en la animación. El único Santo Grial consiste en hacer buenas historias. Y la tecnología está al servicio de ellas".