El mejor aliado de Sandra Bullock

| En "Un sueño posible" encarna a un personaje que se le parece

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GUILLERMO ZAPIOLA

El propio Quinton Aaron, el actor que interpreta al futbolista Michael Oher en "Un sueño posible", la película por la cual Sandra Bullock ganó el Oscar, reconoce que hay varias similitudes entre él y su personaje.

"Ambos somos gigantes gentiles, ambos nos cuidamos a nosotros mismos, ambos fuimos el chico más grande de la clase cuando estábamos en la escuela", ha señalado Aaron en alguna conferencia de prensa.

Hay por supuesto un parecido físico: con sus dos metros con tres centímetros y sus ciento setenta quilos de peso, Quinton es un poco más bajo que Oher (que mide dos metros con catorce). Y ambos han tenido vidas difíciles.

Nacido en la zona más pobre de Memphis, Tennessee, Oher nunca conoció a su padre (que murió asesinado, cosa de lo cual su hijo se enteró meses más tarde), su madre era adicta al `crack`, y él vivió en la calle y pasó por once instituciones educativas diferentes antes de que la familia Tuohy, texanos blancos y conservadores de clase acomodada, se interesó en él, lo adoptó e impulsó su carrera deportiva, hasta convertirlo en la estrella del equipo de fútbol americano de los Baltimore Ravens.

Esa historia fue contada en un libro escrito por el periodista Michael Lewis, y sirve de base a la película escrita y dirigida por John Lee Hancock que protagoniza Bullock.

BÚSQUEDAS. La trayectoria de Aaron ha sido acaso menos dramática, pero él también pasaba por momentos muy difíciles cuando lo llamaron para interpretar la película. Lo habían echado de su departamento, había dejado de pagar la cuenta de su teléfono celular, y su madre había muerto poco tiempo atrás. La película le cambió literalmente la vida.

Quinton nació en el barrio neoyorquino del Bronx y creció en Georgia, donde vivió con su madre Laura Aaron y su hermano James. La madre ha obtenido cierto reconocimiento como escritora por su libro de relatos Leave me alone, publicado con el nombre de L.A Aaron e ilustrado por James, el hijo menor.

Las inquietudes artísticas de la madre parecen ser hereditarias. Quinton comenzó a cantar a una edad temprana, se bautizó a los nueve años, y se unió al coro de su iglesia. Luego debutó como actor en una representación de Navidad.

El físico pareció condenarlo a determinado tipo de papeles. Hizo algo de televisión (un par de capítulos de La ley y el orden: Unidad de Víctimas Especiales, en las que encarnó a agentes de seguridad), y luego debutó en cine en la película Be kind rewind (2008), protagonizada por Mos Def y Jack Black. También actuó en Fighting (2009), junto a Channing Tatum y Terrence Howard.

Cuando supo que estaban buscando a un actor para encarnar a Michael Oher en Un sueño posible, Quinton se presentó en el `casting` sin hacerse muchas ilusiones. De hecho, le entregó su tarjeta al director y libretista John Lee Hancock y le dijo: "Sé que no tengo la posibilidad de conseguir el papel, pero llámeme, porque necesito trabajar, me gustaría trabajar en la seguridad". Sin embargo, Hancock sintió que había encontrado al actor que estaba buscando. "Esa conversación me impactó", reconoce el realizador de El novato y El Álamo. "Fue un gran privilegio decirle a ese joven que había conseguido el papel". La madre llegó a saber que se había presentado al `casting`, pero falleció antes de que le dieran el papel.

Sandra Bullock, a quien Un sueño posible le valió un Oscar, considera que el aporte de Quinton fue fundamental para el éxito de la película: "Su porte lo hacía bueno para el papel, pero el director no sólo buscaba eso, buscaba una esencia de pureza y bondad que es muy difícil de encontrar. Cuando ves a Quinton quieres abrazarlo y protegerlo. Es un ser humano muy especial".

Tim McGraw, quien interpreta al padre adoptivo de Aaron en la película, coincide con esa opinión: "Quinton es una de las personas más amables que jamás he conocido, de verdad, no tiene nada malo en su cuerpo".

Hasta Leigh Anne Tuohy, la enérgica texana que Sandra interpreta en el film y que vigiló de cerca el rodaje para garantizar su autenticidad, está de acuerdo en el punto. Cuando visitó los estudios de filmación y vio a Aaron, le dijo: `Estás haciendo un trabajo explosivo y lo digo en el buen sentido". Él le respondió: `Gracias, mamá`", y ella no pudo contenerse: `¡Oh! me dijo mamá, que Dios bendiga tu corazón". Aaron agrega: "Amo a esa señora".

Quinton reconoce que "quedó encantado" cuando supo que Bullock interpretaría a su madre adoptiva en la película. "He sido fan de Sandra desde hace años, y estoy enamorado de sus ojos", sostiene. Para él fue "un honor" convertirse en su amigo. "Ella es increíble, es una de las mujeres más bellas por dentro y por fuera y para mí ha sido un placer trabajar con ella, es muy profesional en todo lo que hace, pero también es una persona humilde, no está en las nubes y cualquiera puede hablar con ella", sostiene. Reconoce que lamentó saber que Bullock estaba casada, pero al fin y al cabo no se puede tenerlo todo (y teniendo en cuenta el estado del matrimonio de Bullock luego de que se descubriera la infidelidad de su esposo Jesse James, que no en vano tiene el nombre de un pistolero, todo puede pasar).

MODELO. Quinton nunca se encontró con Michael Oher, el personaje que debía interpretar en la pantalla. Durante el rodaje fue una decisión consciente: no quería conocer demasiado al modelo real para no "sobreactuarlo", quedándose en una mera imitación. Y tampoco se han encontrado después: la agenda de ambos está muy llena. Espera que suceda en algún momento.

El entrenamiento para Un sueño posible fue muy duro, reconoce Quinton. Tenía que hacer deportes siete días a la semana, y durante varias horas. El fútbol americano no es exactamente un juego de mesa. Y también debió seguir una dieta rigurosa para bajar al peso requerido. Las instrucciones del régimen eran muy simples, bromea el actor: "Si te gusta, no puedes comerlo".

Esos papeles para los que no hay actores

Hay cierto tipo de papeles para los cuales no parece haber actores "normales", y que aparecen de pronto para darle su gran oportunidad a alguien que empieza, o que estaba ahí pero nadie lo había visto. El de Quinton Aaron en Un sueño posible es, claramente, uno de ellos: no ocurre todos los días que una directora de `casting` llame a una agencia y diga "necesitamos a un afroamericano que mida más de dos metros y pese ciento treinta o ciento cuarenta quilos", ni agente que responda de inmediato: "Por supuesto, ya se lo mandamos".

El director Lee Daniels, de Preciosa, ha explicado en un reportaje algo parecido. Buscaron en varias agencias a una actriz para encarnar a la protagonista, y simplemente no había quién diera el tipo físico requerido. Así surgió Gabourey Sidibé de la nada al estrellato, o por lo menos a la nominación al Oscar (rubro en que compitió con Sandra Bullock).

Es inevitable recordar igualmente el caso de Michael Clarke Duncan, otro gigante "afroamericano" que quiso ser actor cuando su madre le prohibió ser futbolista porque temía que se lastimara, y estuvo interpretando guardaespaldas y matones hasta que Milagros inesperados (1999) le permitió hablar y hasta ser candidato al Oscar.

El retrato de un personaje que ha generado incomodidades

El futbolista Michael Oher ha manifestado alguna incomodidad por el retrato que se proporciona de él en el libro escrito por Michael Lewis que dio origen al film Un sueño posible. Le ha molestado la afirmación de que posee un coeficiente intelectual de 80 (es decir, algo por debajo del "normal"), y ha argumentado que con "un retardado no podría lograr algunas de las cosas que he hecho".

Lewis afirma haber extraído el dato de informes escolares, y de condiscípulos que conocieron a Oher y lo describen como "incapaz de comunicarse a varios niveles".

Sean Tuohy, el padre adoptivo de Oher, sostiene que el libro es "casi 100% correcto", aunque ha preferido no referirse al tema del coeficiente intelectual. Los Tuohy han rechazado también las acusaciones de haber "manipulado" a Oher para favorecer a su Universidad.

Vuelta a las raíces en la TV

Los productores no parecen haberse abalanzado sobre Quentin Aaron tras su labor en Un sueño posible, pero ya tiene un trabajo. El productor Dick Wolf ha vuelto a llamarlo para actuar como estrella invitada en un nuevo episodio de su serie La ley y el orden: Unidad de Víctimas Especiales, pero esta vez no como un no acreditado secundario que hace de guardaespaldas o agente de seguridad, sino en un personaje con nombre, diálogo y probablemente la oportunidad de actuar.

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