Una reunión entre padres de escolares acerca del espinoso tema de la educación sexual es la disparadora para esta comedia chilena que apela a lo picaresco. La fórmula ha dado en el blanco, por lo menos este Sexo con amor se ha constituído en uno de los grandes éxitos del cine chileno a escala nacional, lo que le permitió saltar los Andes y conseguir estreno internacional.
Armada en torno a las andanzas amorosas de tres parejas, la película fue dirigida, guionada y co-protagonizada por Boris Quercia. Este es el segundo largo de Quercia, quien tiene varias obras de teatro, cortos y programas de televisión en su currículum.
La reunión en cuestión sirve no solo para presentar los personajes principales sino también las distintas posturas que éstos adoptan ante un tema como el sexo y las relaciones amorosas, ya sean dentro del matrimonio o fuera de él. Así, quedan al descubierto hipocresías, ignorancias, deseos y fantasías en torno al encuentro más íntimo. Todo eso sirve para lo que vendrá después: enredos, malentendidos y deseos carnales por doquier.
La película sigue los caminos de tres hombres para los que la infidelidad es un tema de constante preocupación. Alvaro (Alvaro Rudolphy) está expuesto a muchas tentaciones (al menos así lo ve él). Por su parte, Jorge (Patricio Contreras) engaña a su esposa ya de manera casi institucional, mientras que Emilio (Quercia) logra llevar su monogamia sin mayores sobresaltos hasta que llega a su casa una sobrina con las hormonas desbocadas.
La mirada masculina es la que predomina, pero los personajes femeninos no son ni débiles ni tontos, aunque a veces así lo parezcan y haya cierto tinte "machista" a lo largo de todo el film. Jugada al tono picarón pero nunca soez, la película tiene varias virtudes. En primer lugar, el director logra un impecable desempeño del elenco, él incluido. Pero el centro de la atención está en la actuación de Patricio Contreras, que encarna a un personaje en el muchos se podrán reconocer, ya que, como buen "macho", pretende mantener su matrimonio a salvo pero no admite renunciar a su amante.
Otro punto a favor de la película es que, efectivamente, hace reír. Para que eso ocurra, empero, hay que dejar de lado algunos prejuicios y la rigidez para emitir juicios morales. El director dice haberse basado en algunas de sus experiencias personales para idear las situaciones e historias presentes en la película. Es probablemente en el reconocimiento de lo cotidiano y de nuestras propias hipocresías en torno al sexo en el que reside el punto más fuerte del film. Esas hipocresías se refieren exclusivamente al mundo masculino. En la película, las chicas no parecen tener problemas de doble discurso.
Pero también es en esa mirada sobre lo cotidiano donde se encuentra el flanco más débil de la película. En Sexo con amor, nada que no sea previsible entra en cuadro. Todo lo que ocurre es el resultado natural y lógico de lo antes planteado, sin el mínimo espacio para la sorpresa y lo imprevisto. Un periodista y crítico de cine dijo que el film era una cruza entre Condorito y Playboy. La descripción es bastante acertada ya que la mezcla de sexo, humor estereotipado y la exhibición de las generosas curvas de algunas de las actrices, recuerdan a ambas publicaciones.
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Critica | FABIAN MURO
SEXO CON AMOR
Dirección. Boris Quercia
Guión. Boris Quercia
Producción. Diego Izquierdo
Fotografía. Antonio Quercia Martinic
Elenco. Sigrid Alegría, Patricio Contreras,
Alvaro Rudolphy, Boris Quercia,
Cecilia Amenábar
Chile, 2003