Coraline: Fantasías y miedos de la infancia

Se estrena la elogiada película sobre una niña que vive dos realidades enemigas. También se podrá ver en 3D

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GUILLERMO ZAPIOLA

Vivir una vida alternativa puede parecer una propuesta en principio fascinante, pero también encierra peligros. Eso es lo que descubre la pequeña protagonista de "Coraline", film de animación que se estrena mañana en salas regulares y en 3D.

Basado en un `best seller` del novelista, autor de cómics y guionista cinematográfico Neil Gaiman, la película ha sido dirigida por Henry Selick, cómplice de Tim Burton en El extraño mundo de Jack y Jim y el durazno gigante, Coraline es el primer largometraje que, aunque utilizando el clásico procedimiento de animación cuadro por cuadro (en lugar de los recursos digitales a la moda) ha sido rodada en 3-D y alta definición.

Lo que la película cuenta es la historia de una joven (quien en su versión original en inglés habla con la voz de Dakota Fanning) que abre una puerta secreta en su nueva casa y descubre una segunda versión de su realidad. A primera vista, ese mundo paralelo es curiosamente parecido a su vida de verdad, pero se presenta como una versión notoriamente "mejorada" y más tentadora. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce.

AMENAZAS. De a poco, lo que empezó como una aventura increíble y maravillosa comienza a adquirir un aspecto inquietante y peligroso. Su madre "paralela" intenta mantenerla a su lado para siempre, y la pequeña deberá apelar a la ayuda de vecinos y un gato negro parlante para salvar a sus auténticos padres y a unos niños fantasmas, y regresar a casa.

Se han querido ver influencias de Alicia en el País de las Maravillas y hasta de ¿Quieres ser John Malkovich? en esta historia de universos paralelos e imaginaciones infantiles que derivan en pesadillescas. Más ampliamente, hay toda una tradición de narrativa gótica, preferentemente anglosajona, en la creación del escritor Gaimen, quien no vacila en describir a su novela como "una historia de terror para niños".

Y es que a los niños les encanta asustarse (solo un poco, claro), y tienen el buen gusto de no hacerlo con las sangrientas tonterías `gore` que aplaudirán cuando lleguen a la adolescencia. El propio escritor Gaiman ha reconocido en una entrevista que los adultos parecen haber olvidado el mundo de la niñez. Recuerda que cuando chico leyó muchos libros para niños escritos, naturalmente, por gente grande, y se preguntaba: "¿Por qué no se acuerdan? No hace tanto que esta gente tenía ocho o diez años, no pueden tener más de cincuenta... Son sólo cuarenta. ¿Cómo es que se han olvidado?" De ahí que al lanzarse a escribir Coraline (el personaje iba a llamarse Caro-line, pero Gaiman cometió un error de tipeo y luego decidió que quedara así), el autor decidió adoptar una postura de cierto distanciamiento, el de un narrador que cuenta algo "desde afuera", como si la infancia fuera un mundo que no termina de entender.

El material de Gaiman parece caer como anillo al dedo al director Selick, y no es difícil entender que, para éste, se trató de una suerte de revancha. También en declaraciones de prensa, Selick ha exhibido algún resentimiento contra Tim Burton, quien fue su productor y al que, a su juicio, se le conceden algunos de los logros que el realizador entiende que se deben a él.

"Estoy más que harto de todo el crédito que Tim Burton ha recibido por El extraño mundo de Jack", rezonga Selick. "Creo que sus contribuciones no pueden ser negadas. Pero yo fui el tipo que hizo la película, durante casi tres años de mi vida", insiste. Según Selick, Burton se apartó prácticamente del proyecto desde que tuvo que empezar a trabajar en Batman vuelve, y lo dejó en sus manos. Lo fastidia un poco que la empresa Touchstone, para distribuir el film, haya incluido el nombre de Tim Burton en el título original por considerarlo más "vendible".

Desde esa perspectiva por lo menos, Coraline puede ser entendida como el empeño de Selick por mostrarse públicamente como un talento propio, y no como un mero ilustrador de ideas ajenas (aunque sean de gente tan respetable como Burton o como Roald Dahl).

Según contaba Selick, Coraline tiene una estructura "en bisagra" que remite a Psicosis de Alfred Hitchcock. La "bisagra" está, como corresponde, en el medio del film (al igual que el asesinato en la ducha de Psicosis), y a partir de ahí el tono de la película cambia, y se vuelve más oscuro y terrorífico.

SECUELA. Entre tanto, Selick no renuncia a un sueño que lo ronda desde siempre: crear una continuación de El extraño mundo de Jack. Ha hablado del tema con Burton y con John Lasseter (de Pixar), y aunque no han llegado a nada concreto tampoco ha habido un rechazo absoluto a la idea.

Durante un tiempo se le dijo que no, a menos que fuera con tecnología digital, pero esa no sería al parecer la situación actual. Selick insiste en hacerla en el procedimiento tradicional de `stop motion`, al cual se niega a renunciar y que volvió a emplear en Monkeybone, una película del año 2001 que impresionó menos a la crítica, y en la técnica aparecía combinada con actuaciones "en vivo".

Por otra parte, el cineasta está convencido de que hay muchos otros días además de la Navidad (fiesta que se las arreglaba para estropear en El extraño mundo de Jack) que se podrían utilizar en una película. "¿Por qué no el Día del Presidente?", decía Selick con humor. "Sería nuestra primera opción". Un poco de Halloween no le haría demasiado daño a la Casa Blanca.

De todos modos, Selick está concentrado en este momento con su retorno en Coraline. Los elogios críticos y el apoyo público parecen darle la razón.

La historia de un autor que es un referente ineludible

Neil Gaiman, el autor de la novela de la que surge Coraline (que se puede encontrar en librerías de Montevideo con el mismo título, en edición de Salamandra), es uno de los autores de historietas más influyentes y destacados de las últimas tres décadas. Nacido en Inglaterra en 1960, comenzó a escribir historietas en su país en los años ochenta mientras trabajaba como periodista cultural. En Estados Unidos escribió la obra que lo hizo célebre: Sandman, un cómic que duró siete años, con el que creó todo un universo metaliterario de fantasía, mezclando referencias a Borges, Eduardo Galeano, Chesterton y mil autores más. Tras finalizar esa serie siguió guionando cómics, pero también se ha dedicado a la novela fantástica y para niños y, con el tiempo, ha ganado terreno en el mundo del cine.

La voz de una chica talentosa

Steven Spielberg, que tiene una amplia experiencia trabajando con actores infantiles, ha dicho de Dakota Fanning (que actuó para él en Taken y La guerra de los mundos) que era la actriz niña con más talento que había conocido nunca. El pasado 23 de febrero cumplió 15 años, viene actuando desde el 2000 (fue Ally Mc-Beal con cinco años). En Coraline aporta la voz de la peleadora protagonista.

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