El estreno que Cinemateca tiene para hoy en su sala de 18 de Julio tiene unos cuantos puntos de interés. Se trata de una familia que queda estancada en el día en que desaparece uno de sus hijos, que irónicamente coincide con la festividad del dios que protege a los niños. Mientras tanto, el hermano que permanece trabaja en elaborar un retrato tamaño real del desaparecido y siente cierta atracción por una vieja amiga de la infancia.
La directora Naomi Kawase ha sido largamente elogiada por este trabajo. Se ha dicho que lo que domina el relato es la sensación de ausencia, y que se enfoca en lo invisible, es decir, en lo que no se muestra, recurso que requiere una gran sensibilidad de parte del realizador. Lo que queda fuera de cuadro, los silencios y los saltos temporales, es decir, todo lo que no se ve, son los elementos que construyen verdaderamente la película. La crítica ha dicho que Kawase las utiliza con maestría.
La directora recurrió al uso de la cámara en mano como medio plástico para contar su historia y, según ella ha contado, para expresar la idea de la inestabilidad de la vida. Su intención declarada fue la de "capturar lo real" y lograr algo similar al documental. Con estos recursos logra una especial compenetración del espectador con la historia y una fuerza expresiva que ha sido apreciada por la crítica. Shara fue el film que estableció a Naomi Kawase a nivel internacional como una gran directora a tener en cuenta con cada uno de sus films.