Una charla con Paco León, director de El amor se hace.
Una comedia sexual es n género complicado: la vulgaridad suele ser una amenaza a la vuelta de la esquina. Eso no le hace perder la elegancia a El amor se hace, la nueva película del español Paco León que se estrena mañana en Uruguay. Remake de una película australiana (Little Death), reune cinco historias alrededor de cinco filias sexuales: la dacrifilia, elifilia, somnofilia o la harpaxofilia (qué es cada cosa está bien explicado en la película). León, un sevillano que es uno de los actores del momento en España, cuenta sus historia siempre en un tono divertido con buenos momentos y un colorido tono de cine popular. Sobre algunas de esas cosas habló con El País.
—Empezaste como actor, ¿cómo llegaste a dirigir?
—Soy director por accidente. Soy actor en el cine y la televisión y me ha ido muy bien y siempre he generado mis propios proyectos. Esto empezó con mi primera película, una especie de falso documental con mi madre (Carmina revienta, exhibida en Uruguay) que fue un experimento familiar cinematográfico que salió bastante bien y ganó premios. Eso me dio ganas de profundizar más en ese lenguaje que había encontrado casi por casualidad. Entonces hice una segunda Carmina (Carmina y amén) como para cerrar ese díptico familiar con la figura de mi madre y también le fue bien. Y pensaba que se iba a quedar ahí la cosa pero me propusieron hacer este remake de una película australiana. Al principio dije que no porque no soy un director de encargo y he contado siempre cosas propias. Pero insistieron y vi un tema interesante (el sexo y estas filias raras), así que dije que si me dejaban hacerlo mío y cambiarlo todo, sí. Y quedó bastante personal: es una película original en el tono y en el descaro de tratar ese tema delicado.
—¿Cómo manejó una comedia sexual sin caer en lo grosero?
—Llevándola, siempre, a lo romántico. Todo este mundo de las filias extrañas que los psquiatras hacen patológicas, yo lo quería llevar a lo luminoso, a lo divertido. Que todo es erótica a la que cada uno le pone su cosa. Y si en todas las historias parece que el sexo es el problema, al final es la solución y es el lenguaje del amor. Y sigue siendo subversivo y necesario ese mensaje tan sencillo y tan hippie de "haz el amor y no la guerra" y me parecía que aún hace falta hacer películas con esos valores potentes.
—Ha dicho que "latinizó" la historia. ¿Qué ingredientes lleva esa receta?
—Tiene mucho de sensorial. El sexo no en la cabeza, sino en la fruta, en lo animal, en la temperatura. Y en la música. Hay un aroma latino.
—También está en el manejo de los colores.
—Para hablar de diversidad sexual a mi me parecía que había que buscar una diversidad en las historias. Y me preocupé que estuviera de diferentes estéticas y estamentos sociales, una variedad que en Madrid es muy real. Y para mi el reto de los colores era que sin salir del realismo, darle su personalida. Entonces me plantee jugar con una paleta de cinco colores y repetirlos con cuentagotas en la decoración y el vestuario. Y quería mucha presencia de lo vegetal. Eso también lo latiniza: da un ambiente sensual y selvático.
Ana Katz, una actriz como no hay en España
La pareja del personaje de Paco León en El amor se hace está interpretada por Ana Katz, la actriz y directora argentina (La amiga del parque) y esposa del tambiéna actor y director uruguayo Daniel Hendler.
-¿Cómo llegaste a Katz?
-Porque soy fan de ella. Conocí a Daniel, en una película aquí en España y a través de algunas visitas a Buenos Aires, la conocí y sus películas. Me hice fan.
-Y la reservaste justo para tu episodio...
-Tenía claro que quería hacer ese triángulo y tenía claro que iba a estar Belén (Cuesta) y yo y me parecía que Ana era perfecta para compensar esa energía y tal. Es una actriz maravillosa que escucha maravillosamente y que tiene un sentido de la verdad y la comedia, muy dentro y muy auténtico y muy sensible. Te lo juro que en España tuve que convencer a los productores de que en España no hay ninguna actriz que te haga esto. Y mira que hay mucho.

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