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Julia Roberts y George Clooney, su amistad y el beso que se dan en "Pasaje al paraíso"

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Pasaje al paraíso

ENTREVISTA

Hoy se estrena en Uruguay, la primera comedia romántica juntos de las dos estrellas; hacen de una pareja que se divorció y se reúnen para impedir la boda de su hija

Pasaje al paraíso

Julia Roberts comenzó la entrevista con una pregunta: “¿George ya está causando problemas?”. Es que Roberts y su amigo George Clooney prefieren comunicarse con bromas improvisadas: “es nuestro ritmo natural”, dijo. Ese vínculo ha sostenido una asociación que abarca varias películas, desde La gran estafa en 2001 hasta su entrada más reciente, la comedia romántica Pasaje al paraíso (que hoy se estrena en cines uruguayos), que los presenta como ex en guerra que se reúnen para detener el boda sorpresa de su hija (Kaitlyn Dever) con un cultivador de algas (Maxime Bouttier) que conoció durante un viaje de graduación a Bali.

Aquí hay extractos editados de una charla con Clooney y Roberts.

—Cuando leyeron Pasaje al paraíso, ¿tenían en mente al otro?

CLOONEY: Me enviaron el guion y claramente estaba escrito para Julia y para mí: los nombres de los personajes originalmente eran Georgia y Julian. Realmente no había hecho una comedia romántica desde Un día muy especial (1996), no he tenido el éxito que ha tenido Julia en ese rubro, pero la leí y pensé: “Bueno, si Jules está dispuesta, podría ser divertido”.

ROBERTS: De alguna manera solo tenía sentido con George, solo en base a nuestra química. Tenemos una amistad que la gente conoce y la estamos abordando como esta pareja divorciada. La mitad de Estados Unidos probablemente piensa que estamos divorciados, así que tenemos eso a nuestro favor.

Pasaje al paraíso
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CLOONEY: Deberíamos estar divorciados porque ahora estoy casado, así que no estaría bien. Solo digo.

ROBERTS: Además, George y yo sentimos una gran responsabilidad en hacer una comedia juntos, para darle a la gente unas vacaciones de la vida después de que el mundo pasó por un momento realmente difícil. Es como cuando estás caminando por la acera y hace frío afuera y llegas a ese agradable rayo de sol que te toca la espalda y dices: “Oh, sí. Esto es exactamente lo que necesitaba sentir”.

—¿Es cierto que no se conocían antes de La gran estafa?

ROBERTS: Lo divertido de conocer a George fue que en la prensa, la gente ya nos había identificado como amigos. Leí acerca de ir a una fiesta en casa de George y pensé: “Bueno, tengo que conocer a este tipo en algún momento porque suena genial”.

CLOONEY: ¡Soy un tipo divertido!

ROBERTS: Hay algo de alquimia entre nosotros que se puede ver de lejos, creo.

Pasaje al paraíso
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CLOONEY: Siempre me atrajo Julia, por muchas razones. Uno de ellas es que siempre ha sido una verdadera estrella de cine, pero está totalmente dispuesta a no tomarse a sí misma en serio, y eso marca una gran diferencia en la vida porque hemos pasado mucho tiempo juntos. También es una actriz muy talentosa. Trabaja muy duro pero nunca la ves sudar, y es la cualidad que más aprecio en mis actores favoritos, como Spencer Tracy.

—Julia, eres productora ejecutiva de la película junto con George, y obviamente tienes una amplia experiencia en comedias románticas. ¿Qué punto de vista aportas como veterana del género?

ROBERTS: Es un género que me encanta y creo es difícil hacerlo bien. Hay una matemática realmente simple, pero ¿cómo lo haces especial? ¿Cómo mantienes a la gente interesada cuando sabes cómo termina?

—Hay muchas menos comedias románticas que antes, y has dicho que Pasaje al paraíso fue el primer guion de comedia romántica desde Notting Hill (1999) y La boda de mi mejor amigo (1997) que realmente te entusiasmó.

—Creo que no apreciamos la abundante cosecha de comedias románticas que teníamos entonces. No ves todos los esfuerzos porque es divertido y dulce y la gente se ríe, se besa y hace travesuras. Además, creo que es diferente estar leyendo esos guiones a los 54 años. No puedo leer una historia como La boda de mi mejor amigo en la que me caigo de una silla y todas esas cosas porque...

CLOONEY: Te romperías la cadera.

ROBERTS: ¡Me rompería la cadera! ¡Ay, George! Pero fue bueno leer algo que era apropiado para la edad, donde las bromas tenían sentido, y aprecié y entendí por lo que estaban pasando estas personas. Eso es lo que la gente quiere ver, tu conexión con una obra. Quieren ver el espacio del corazón que tienes para eso.

—Julia, este es tu primer papel en una película en cuatro años. Had dicho que te consideras ama de casa, pero tus hijos ya son adolescentes. ¿Cree que su equilibrio entre el trabajo y la vida cambiará cuando crezcan y se vayan de la casa?

ROBERTS: Lo tomo todo como viene. Trato de estar súper presente y no planear, y no tengo ningún trabajo de actuación próximo. Volver a la rutina se siente muy bien. Y me encanta estar en casa y ser mamá.

—George, recientemente también te tomaste varios años de descanso. Cuando tienes ese largo período de tiempo entre roles, ¿hay alguna ansiedad cuando estás a punto de comenzar de nuevo?

CLOONEY: Si no tienes esa sensación de nerviosismo en el estómago cada vez que empiezas a trabajar, entonces tienes demasiada confianza para este trabajo y se notará en tu desempeño. En el momento en que crees que lo tienes o que sabes lo que estás haciendo, entonces realmente no deberías estar haciéndolo más.

—Se cuenta que un director los criticó por cómo se besaban.

CLOONEY: Nos besamos en esta. Pero no quiero spoilear...

—Es una comedia romántica. Creo que el público está esperando un beso.

ROBERTS: Hay un beso. Y lo hicimos durante, como seis meses.

CLOONEY: Sí. Le dije a mi esposa: “Llevó 80 tomas”. Ella estaba tipo, “¿Qué decís?”

ROBERTS: Tomó 79 tomas de nosotros riéndonos y luego una toma de nosotros besándonos.

CLOONEY: Bueno, teníamos que hacerlo bien.

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