CRÍTICA
Crítica de la película John Wick 3 que protagonizan Keanu Reeves, Hale Berry y Laurence Fishburne
Es exageradamente violenta, infantil y sin embargo, John Wick 3 está muy bien. Conviene saber, para evitar sorpresas desagradables, que por donde pasa Wick, el personaje que por tercera vez interpreta Keanu Reeves, se triplica la tasa de homicidios: el conteo de muertes supera, ampliamente el centenar.
Quizás eso se deba a que el director Chad Stahelski conoce la saga (dirigió las tres) y los elementos que precisa: una sucesión de peleas coreografiadas con imaginación en escenarios llamativos. Eso implica ninjas en moto, una pelea a caballo y un par más con perros, soluciones imposibles y algunos cráneos atravesados por espadas que, uno piensa, qué necesidad.
Stahelski fue doble de riesgo de Reeves en The Matrix y sabe de lo que está hablando cuando se trata de acrobacias. Acá el tono es una combinación de clásicas películas de artes marciales y estética de los videojuegos.
La historia retoma donde quedó la anterior con Wick, el sicario más letal del mundo, perseguido por todos los sicarios más letales del mundo. La organización que lo cobijaba puso precio a su cabeza y eso le disparó la codicia a los colegas. La trama lo llevará a Marruecos donde se cruzará con Hale Berry y, justo, sus perros.
Estados Unidos, 2019.
Fotografía: Dan Laustsen.
Edición: Evan Schiff.
Duración: 130 minutos.
Estreno: 16 de mayo, 2019.
Lo interesante acá es la puesta en escena: todo está puesto al servicio de la acción. La película se inicia en la Biblioteca Pública de Nueva York (y nunca fue más explícito lo de “la letra con sangre entra”) y va cambiando de escenario a cual más imaginativo incluyendo una Casablanca de película y un edificio de cristal. No importan mucho la verosimilitud, ni las leyes de la física. Hay una pelea entre motos y caballos y los perros tienen una fijación con cierta parte de la anatomía masculina.
“Es diversión”, dijo esta semana Reeves, que da justo con el lacónico personaje. Tiene razón, esto es pura diversión. Un poco sangrienta y violenta sí, pero buen cine de acción.