El terror de siempre en formato actual

En la década de 1990 y hasta no hace tanto, las películas de terror capturaban el zeitgeist de la época a través de la estética "material encontrado". Ahora, en 2015, eso está un poco anticuado.

En Eliminar Amigo se hace una actualización del concepto. El film se desarrolla por completo en la pantalla de la computadora de Blaire, una chica de 18 años.

En el primer aniversario de la muerte de su examiga, Laura Barnes, Blaire habla a través de Skype con su grupo de amigos y un extraño se suma a la conversación. El desconocido empieza a torturarlos psicológicamente, amenazándolos con revelar sus secretos para vengarse de la muerte de Laura, que se suicidó luego de que un vergonzoso video de ella fuera subido a Internet, presuntamente por ellos.

Skype, Facebook, YouTube y Spotify se abren constantemente, como sucede en la computadora de cualquier millenial, e impide que la película se vuelva lenta. Entonces, el desafío de una visual que se puede volver monótona se sortea con cierta elegancia. También, detalles como una pestaña de Forever 21 dan realismo y hace publicidad, claro.

Incluso, el film no cuenta con música ni efectos de sonido, salvo por las canciones que reproduce Blaire en su laptop. Ese silencio también la diferencia del terror contemporáneo, que se vale del sonido para asustar a los espectadores.

A pesar de que el formato es más o menos original —de todas formas no es la primera vez que se hace—, el argumento no lo es. El desconocido que juega con las mentes y cuerpos de un grupo de amigos es algo que hemos visto un millón de veces. Es una especie de Saw cibernético.

Lo que sí merece reconocimiento es lo devastador que puede llegar a ser Eliminar Amigo en el sentido emocional. En 83 minutos toma casi todos los aspectos de lo que es ser adolescente hoy y saca a relucir lo peor de cada uno de ellos. La falsedad de las relaciones, la superficialidad de las redes sociales, todo es señalado en la película hasta que al final no queda nada positivo a lo que aferrarse.

Ver un largometraje en el cine siempre es una experiencia distinta a verlo en una computadora, pero en este caso esa diferencia se subraya aún más. Probablemente el terror se potencie, por su efecto realista.

crítica