Chavela Vargas conquistó Buenos Aires

| La artista de 85 años fue declarada Húesped de Honor y recibió la Medalla de la Ciudad

Unas doce mil personas ovacionaron ayer en Buenos Aires a la mítica Chavela Vargas. Acompañada por los guitarristas Miguel Peña y Carlos Allende, Chavela transitó por sus clásicos como Macorina, La llorona, Cruz de olvido, Vámonos, Soledad y Si no te vas.

La artista mexicana de origen costarricense llegó a Argentina en el marco de su nombramiento como Húesped de Honor. El jefe del gobierno de la ciudad Aníbal Ibarra le entregó la Medalla de la Ciudad. "Soy el ser más feliz a los 85 años. Recibir esto de ustedes, los argentinos, a quienes yo amo tanto, equivale a recibir un pedazo de la gloria. A veces me dan ganas de llorar con las lágrimas más hermosas. Son las lágrimas dulces, que a veces siento en los labios. No saben a sal, saben a gloria", dijo Chavela Vargas en el acto de homenaje.

El recital que ofreció para 12.000 personas en el Estadio Luna Park fue totalmente gratuito, algo verdaderamente inusual para un artista de renombre internacional. Los aplausos, con la mayoría del público de pie, se repitieron desde su salida al escenario del Luna Park, el mayor estadio cubierto de Buenos Aires, hasta la última de sus canciones del concierto. Su aparición en el escenario, con un largo poncho de color rojo, desató la primera ovación del recital anunciado como su despedida del público porteño, aunque la cantante, de 85 años, se apresuró en aclarar que "siempre" tiene "deseos de volver a Buenos Aires".

Acompañada por los guitarristas, en un escenario sin escenografía, con sólo adornos florales en ambos extremos, desplegó todo su repertorio para rematar cada canción con su gesto característico de los brazos abiertos en toda su extensión.

Conocida como La Dama de los 45.000 Litros de Tequila, se hizo famosa por la profundidad de su canto y por cómo supo reinterpretar clásicos del bolero, el corrido y la ranchera mexicanos. Pese a que casi todos creen que es mexicana, nació en Costa Rica, con el nombre de Isabel Vargas Lozano. A los 17 años llegó a México, donde fue desde chofer hasta vendedora de ropa antes de dedicarse de lleno a la música. Sus grandes éxitos llegaron en los años 50. Pero Vargas ingresó en un camino de alcohol y escándalos que la llevó a retirarse hacia fines de la década del 70. Luego de 12 años de alejamiento, volvió a los escnarios en 1991. Y, tal cual lo comprobaron los argentinos, Vargas sigue cautivando con su voz.

A los 85 años Chavela es una leyenda viviente de la canción mexicana, que se ha presentado en muchos de los escenarios más prestigiosos del mundo. Sobre el del Luna Park, dijo: "Quiero muchísimo a esta ciudad. El primer día que llegué aquí, la señora Argentina me dijo que me iba a presentar a su hijo, Buenos Aires, y que me iba a enamorar de él. Y así fue. Estoy aquí por que los amo a todos". Y su auditorio fiel le devolvió más aplausos y gritos de afecto, según narra la crónica del diario Clarín.

Durante su estadía en Buenos Aires Chavela Vargas aseguró que de haber nacido en tiempos de Juana de Arco hubiera sido quemada por la Inquisición. "Yo nunca cedí nada. Yo soy yo y no me arrepiento de nada. La única ventaja que tuve fue que no había Inquisición. Si hubiera nacido en tiempos de Juana de Arco la Inquisición me hubiera quemado", declaró en una reciente entrevista.

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