¿Quién dijo que internet no era peligrosa? Lo es ciertamente en Sin rastros, intriga policial dirigida por Gregory Hoblit y protagonizada por Diane Lane que se estrena el próximo viernes.
Lane encarna a la agente especial del FBI Jennifer Marsh, quien debe hacer equilibrios entre su vida personal como madre soltera y su empleo como oficial de la ley. Su trabajo implica navegar todas las noches por internet, desde su oficina de la agencia en Portland, Oregon, junto a su compañero Griffin Dowd (Colin Hanks), tratando de detectar depredadores sexuales y fraudes con tarjetas de crédito. Se llama killwithme.com (mataconmigo.com), y cumple literalmente con lo que promete: el asesinato en directo a través de la red.
Al principio, el creador de la página ata un pequeño gato a una trampa de ratones, y llama a su público para que corra la voz mientras el animal muere lentamente frente a la cámara. Una búsqueda intensa por Internet revela una compleja red de servidores y anfitriones que hacen que el sitio sea virtualmente imposible de rastrear, pero revela que el asesino se está burlando de los agentes con claves que señalan, todas ellas, a Portland.
Cuando un hombre de la localidad es secuestrado y toma el lugar del gato, las cosas se vuelven aún más aterradoras: hay un recuadro en la página que indica el número de personas que se espera visiten la página. Mientras más usuarios visiten el sitio, más rápido morirá el hombre. Los usuarios pueden asistir al primero de los varios asesinatos que se cometen en el film, mientras los investigadores se desplazan a través de dos planos (el real y el virtual) para identificar y detener al criminal. Cerca del final todo se vuelve más crítico aún.
La historia parte de un dato real: la creación, hace uno seis o siete años, de la unidad del FBI contra el crimen cibernético. La idea, no del todo incorrecta, es que cualquier cosa puede hacerse con internet, desde lo mejor a lo peor, incluyendo el asesinato convertido en espectáculo. El film ha sido escrito por Robert Fyvolent, Mark R. Brinker y Allison Burnett, a partir de una historia de Fyvolent y Brinker. El director es Gregory Hoblit, responsable de La raíz del miedo (1996, con Richard Gere, Laura Linney y Edward Norton), Desafío al tiempo (2000, con Dennis Quaid y Jim Caviezel), En defensa del honor (2002, con Bruce Willis) y la más reciente Crimen perfecto (2007, con Anthony Hopkins y Ryan Gosling).