Dionisio Díaz es uno de los más famosos casos de la crónica roja uruguaya, quizá el más conocido, y hay varias razones para eso. Su protagonista es un niño, un niño héroe que infiere al caso ribetes de pureza.

Además, ocurrió en un período de fuerte afirmación nacionalista (en vísperas del centenario de la Jura de la Constitución), hecho que ayudó a su encumbramiento. Sin embargo, hay dos etapas claras en la recepción y análisis del asunto. Una primera, y larga, tiene que ver con la construcción de la leyenda, que pronto pasó al folletín, al cine uruguayo y al teatro. Durante décadas se repitió la historia del abuelo que en un ataque de locura mató a su familia, y del niño que, herido, pudo salvar a la hermana de algo más de un año, y después murió.

Pero en los últimos tiempos el caso ha vuelto a la atención pública desde otro lugar, totalmente distinto. En esa nueva dirección se inscribe Dionisio Díaz. Anatomía de un crimen, de Hugo Bervejillo, que descree de la versión tradicional y entra a analizar antiguos vestigios para extraer nuevas conclusiones. El autor sabe que no encontrará al culpable o a los culpables, pero sí reúne y estudia con detenimiento las pruebas para afirmar que los hechos pudieron no haber sido como los perpetuó la historia tradicional.

El libro, escrito lisa y llanamente, sin alardes literarios (aunque tiene un tramo final de cierto vuelo), es apasionante por la lucidez con que el autor analiza las pistas, recorriendo desde lo netamente jurídico a lo forense, y desde la historia política y social de la región (Treinta y Tres), hasta episodios colaterales que tardaron mucho tiempo en salir a la luz.

Bervejillo estudia informes jurídicos, policiales y médicos, para ir probando la incongruencia de la versión oficial. Mide las distancias entre las cuales ocurrieron los hechos, tiempos en que lleva recorrerlas, y fechas y horas en viejos documentos. Nada coincide. Tampoco los informes forenses. En cada asunto que el autor estudia, va cayendo una antigua creencia, y se va armando una teoría que parece bastante nítida: hubo más gente involucrada en el episodio, que fue fraguado para esconder a los verdaderos culpables. Como en un policial, los hechos van captando y multiplicando la atención del lector, principalmente los informes forenses, que son estudiados milimétricamente.

Pero más allá del caso en sí —pero a través de él—, el autor hurga en la corrupción política y policial de la región, su circunstancia histórica y partidaria concreta, las camarillas de la zona, otros asuntos de la crónica roja contemporáneos al hecho, y demás elementos que arman un rompecabezas mayor. Por otra parte, se va metiendo en la historia de las costumbres de la vida privada, y de la cultura material, el transporte, para describir un mundo alejado de la capital y seguramente lejano al lector de hoy. Como explica Bervejillo, ante la idea de "la Suiza de América", episodios como el de Dionisio Díaz puede que escondan la contracara de un país democrático.

En 2009 Editorial Estuario publicaba Las dos muertes de Dionisio Díaz, de Matías Castro, que Bervejillo reconoce como una referencia en el terreno. Ahora, desde otra perspectiva, un nuevo libro vuelve al truculento caso para poner en claro algunos puntos y, a la vez, sembrar una serie de enigmas que quizás jamás se resuelvan.

Autor: Hugo Bervejillo. Editorial: Antítesis. Arte de tapa: Mariana Pérez Balocchi. Colección: Hermenéuticas.

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