LA NACIÓN I CARLOS SANZOL
Hecha", grita Marcos Carnevale, el director y adaptador de la serie Desperate House-wives a las costumbres argentinas, después de repetir tres veces la escena 61. "Ella es muy ambiciosa y no mide mucho las consecuencias de sus actos", dice a Araceli González sobre su personaje, esa femme fatale del cuarteto de mujeres protagonistas, que en la original interpreta la ascendente Eva Longoria.
Con una sensación térmica de 8 grados, a las 16, Araceli hace la escena sólo vestida con una musculosa blanca y una bombacha rosa. "Con ese lomazo, alguna desventaja tiene que tener", bromea Mercedes Morán, que aquí hace de Lía Salgari, una madre que abandona su exitosa carrera profesional para dedicarse al cuidado de sus cuatro hijos, dos de ellos con serios problemas de conducta.
rodaje. El frío cala los huesos en la calle Manzanares (la Wisteria Lane de la serie original). Esa arteria ficticia rodea las diez casas que simulan una especie de barrio cerrado especialmente construido, en un terreno de cinco hectáreas, en Pilar, para la grabación de los exteriores de la serie producida por Buena Vista International Television Latin America y Pol-ka para Canal 13. Además, las dos empresas se encargarán de la producción de las versiones para Brasil y de la que en conjunto harán Colombia y Ecuador, que se grabarán en el predio y en los estudios de Pol-ka, en Colegiales.
Una chica de vestuario se dirige con una manta negra para cubrir la casi desnudez de Araceli y terminar con la alegría de siete obreros mirones, que ultiman detalles en el set de 45.000 metros cuadrados, como los de la casa a medio pintar de la familia Sherer, que siempre estará limpia gracias a Vera (Carola Reyna), un ama de casa obsesionada por la pulcritud en todos los órdenes -en los Estados Unidos, ese personaje lo interpreta Marcia Cross-. Sin embargo, con el transcurso de los capítulos se verá que no todo brilla en su familia.
"Esta es una historia ciento por ciento sobre mujeres", explica Carnevale. Y agrega: "Los hombres están al servicio de la conflictividad de ellas".
Algo así le sucede al personaje que compone Seefeld. "Carlos es una persona ambigua, un ser oscuro con características de mafioso sin llegar a serlo, por un lado, pero por el otro es un ser sentimental", dice el actor.
adaptacion. Llegan los dos actorcitos mellizos que encarnan a los hijos de Lía. Carnevale les da las indicaciones del caso. El comportamiento de los nenes no es el mejor, casi tan parecido al de sus personajes de ficción. Carnevale intenta poner orden. "Si no hacemos esta escena antes de que llueva, el tío Adrián (Suar)...", interrumpe la frase, ahogando la risa, para hacer el gesto de que los va a echar. Los niños se calman un poco, pero enseguida se roban un megáfono, que rápidamente les quitan.
Mercedes, en el rol de Lía (en la serie original, lo interpreta Felicity Huffman), los reta. Después de tres repeticiones, la escena está lista. Frente a la grabación hay un grupo de extras vestidos de negro que hacen de asistentes al funeral de la suicida.
Ese velorio fue el primer obstáculo con el que Carnevale se topó al momento de adaptar el guión original. "En los Estados Unidos, la gente va a la casa del difunto, llevan comida y el cuerpo no está presente. En cambio, nuestros velorios son más dramáticos". Tardó cuatro meses en adaptar los guiones, luego de ser aprobados por un supervisor de Buena Vista, la empresa dueña del formato. Y parece que la tarea del director se va a repetir. "Supongo que habrá una segunda temporada", pronostica.
Actriz uruguaya en los capítulos uno y veintidós
Un camino sinuoso llevó a la actriz uruguaya Roxana Blanco (Alma Mater) a participar de la versión argentina de Amas de casa desesperadas.
Primero llegó a un festival de cine en Nueva York, junto a la promoción de la película de Alvaro Buela. Allí conoció a la actriz argentina Mercedes Morán, que la presentó a un productor de Pol-Ka, quien a su vez la invitó a un casting para esta adaptación local de la exitosa serie. Finalmente entró encarnando a Natalia Escurra, un personaje que aparece en el primer capítulo y en el número 22. La actriz comenta que se hablaba de la posibilidad de que también apareciera en un capítulo en el medio, pero eso dependía de cómo usaran las escenas que filmó. Su papel es el de una compañera de trabajo de Mercedes Morán. Esta actriz hace de una ex empresaria que abandonó sus ocupaciones para dedicarse a su familia, por lo que el personaje de Blanco tiene el rol de hacerla sentir frustrada al hablarle constantemente del trabajo. Blanco cuenta que recibía los guiones con anticipación y que el ensayo se hacía unos 10 minutos antes de rodar. El resto se trabajaba "con total profesionalismo".