Por Rosendo Fraga (h)
Director de Análisis e Investigación en gormanlee.com
Global Risk Profile (GRP) es una empresa suiza fundada en 2009, que se especializa en servicios de compliance, due diligence (identificación, evaluación y mitigación de riesgos de terceros) y el cumplimiento de criterios ESG (environmental, social and governance, es decir medioambiente, sociedad y gobernanza). Pero es conocida en el ámbito de los rankings e índices internacionales por dos creaciones, el Global Corruption Index y el ESG Index. Este último acaba de publicar los datos de su segunda edición, la de 2023, y en él Uruguay mejoró su posición respecto al año anterior.
El ESG Index evalúa a 183 países de acuerdo a los riesgos que enfrentan en materia de medioambiente, derechos humanos, salud y seguridad. De acuerdo a una serie de variables combinadas que permiten una perspectiva a la vez global y dimensional, los países son clasificados de acuerdo a su vulnerabilidad en cinco categorías: muy bajo, bajo, medio, alto y muy alto.
En esta nueva edición Uruguay ocupó la posición 31° a nivel global, una menos que el año anterior, aunque mejoró su puntaje 1,2 puntos. Con estos nuevos valores, enfrenta una exposición a estos riesgos que puede ser considerada similar al que pueden enfrentar Eslovaquia (30°) o Polonia (32°), mientras que continuó ocupando el tercer lugar en América Latina después de Chile (24°) y Costa Rica (29°).
De los tres grupos de variables, Uruguay mantiene un liderazgo regional indiscutido en dos de ellas: Salud y Seguridad, y Derechos Humanos.
En el primer caso, su puntaje de 15,19 en 2023 representa una mejora de 1,3 puntos respecto a 2022 y una escalada de tres posiciones, de la 36° a la 33°. Esta categoría evalúa tasa de mortalidad infantil, índice de mortalidad materna, esperanza de vida, desnutrición, saneamiento, cobertura de salud y otras siete variables en esta línea. De acuerdo a estos criterios, Uruguay mantiene un grado de salud y seguridad similar al que existe en Malta (31°), Hungría (32°) y Hong Kong (34°), y se mantiene a nueve puestos de distancia de Chile (42°), que junto con Uruguay son los únicos dos países de América Latina con riesgo bajo en esta categoría.
La segunda categoría (Derechos Humanos) se compone de 26 variables, entre las que destacan libertad de prensa (donde Uruguay mejoró una posición la semana pasada de acuerdo a Reporteros Sin Fronteras), desigualdad en el ingreso, trabajo infantil, derechos colectivos de trabajo, acceso a la educación, desigualdad de género, derechos políticos y libertades civiles, etc. En este caso el puntaje de Uruguay bajó cerca de medio punto, aunque mantuvo la primera posición en América Latina y tiene un puntaje similar al de Irlanda (21°), Francia (22°) o España (24°).
Por último, en la tercera categoría (Ambiental), Uruguay mejoró 2,9 puntos respecto a 2022, aunque ello no impidió una baja de ocho posiciones, de la 104° a la 112°, debido a una mejora significativa en el puntaje de otros países del grupo con riesgo ambiental medio, donde se ubica Uruguay. Esta categoría se compone de 25 variables, de las que sobresalen emisiones de CO, N2O y SO2 cada 100.000 habitantes, contaminación del aire, tasa de crecimiento de emisiones de gases de efecto invernadero, porcentaje de especies amenazadas, biodiversidad marina, etc.
Es importante tener en cuenta que en este tipo de mediciones no avanzar, o hacerlo de forma lenta, a veces equivale a retroceder. Esto se hace evidente si tenemos en cuenta que, de haber repetido el mismo resultado que en 2022 en esta categoría (50,92 puntos), Uruguay se habría ubicado en 2023 entre el grupo de países con riesgo ambiental alto, que en 2023 arranca con los 49,18 puntos de Barbados.
De acuerdo a Global Risk Profile, que Uruguay esté en el grupo de países de riesgo ambiental medio se debe a la emisión de gases de efecto invernadero. Aunque lógicamente por población Uruguay no es un contribuyente significativo en la emisión global de estos gases, cuando se los considera en relación a la cantidad de habitantes del país el resultado es negativo, especialmente en lo que hace a las emisiones de N20 (óxido nitroso).