POR LUIS VENTURA
Sí, es cierto, yo lo vi primero. Como con los videos de Silvina Luna, Wanda Nara, Cynthia Fernández, Jesica Cirio, Ernestina Pais... y tantos otros que vinieron a mí sin que yo los fuera a buscar. Yo los vi primero, y el de Florencia Peña no es la excepción.
Cuando lo empecé a decir en televisión y en otros medios que había un video explosivo sobre una primera actriz, cuando jugué irónicamente con los dibujitos de Disney y advertí que ese espacio de la intimidad de Florencia con un caballero del que no se veía su rostro, salvo su sexo, muchos colegas, opinólogos y cagatintas salieron a fusilarme con el viejo cuentito de los límites, de la morbosidad y de la trillada y remanida ética profesional.
La cuestión fue que este cuestionado mortal recibió la llamada de la propia danmificada del video hasta ese momento, y le prometí no mostrar un solo segundo del video que ya había comprado. Ahí le propuse tocar el tema de manera respetuosa, adulta, tratando de distinguir la violación a su intimidad y el dolor que eso causaba en los hijos y la familia de Florencia. Y así apareció en un diálogo respetuoso, educado y hasta contenedor para con Peña en el programa Intrusos en el espectáculo. Esa es la verdad sin agregar ni quitar nada.
Después de aquella tarde, muchísimos de los que me mandaron al paredón con los límites, la ética y las demás yerbas, utilizaron los 4 minutos y pico de video de Florencia Peña con sexo explícito que fue subido a internet, cubriendo páginas, tapas, titulares para tratar el mismo tema por el que a mí me sentenciaron. Qué raro, ¿no?
¿Sabés qué? Si lo que vieron fue escandaloso y aprovechado totalmente por la propia Florencia Peña en su primer programa Dale, la tarde que produce Ideas del Sur, debo decir que además de los casi 5 minutos que se subieron a internet hay otros 7 minutos que son mucho más picantes que frente a todo lo que vi, oí, percibí y analicé que bien podría utilizarlos con los recaudos del caso, ante la utilización que el medio y los protagonistas hicieron tema. Si al final todos le sacaron el jugo aunque fuese pecado, ¿o no?
Yo sé que soy el peor de todos, pero después de lo que desde la inacción hice sobre el video de Florencia Peña, hasta me siento un pobre angelito ante lo que silenciosamente presencié sobre ese material por el que tanto me castigaron y que ya vieron más 10 millones de usuarios. Aunque a Ricardo Darín le moleste y reclame que no lo vean para que no haya mercado a esta violación de la que terminó comiendo hasta la misma Florencia. ¡Yo no lo puedo creer pero así fue! Chau, hasta el próximo Sábado... Show.