Un asesino entre nosotros

El argumento de "Identidad" no es novedoso y quizás Agatha Christie haya sido su mayor cultora en las letras. El guión junta a diez extraños con sus respectivos secretos que son reunidos en medio de una salvaje tormenta: un chofer de limusinas (John Cusack), una estrella de televisión de los 80’s (Rebecca DeMornay), un policía (Ray Liotta) que transporta a un asesino (Jake Busey), una telefonista (Amanda Peet), una pareja de recién casados (Clea DuVall y William Lee Scott) y una familia en crisis (John C. McGinley, Leila Kenzle, Bret Loehr), se alojan en un desolado motel dirigido por un nervioso gerente nocturno (John Hawkes).

El alivio por encontrar refugio es rápidamente remplazado por el miedo cuando los diez viajeros empiezan a morir, uno por uno. Ellos pronto descubren que, si quieren sobrevivir, deberán primero descubrir y luego esconder el secreto que los unió a todos.

"Identidad" tiene ideas retadoras", dice el director James Mangold. "Juega con los convencionalismos del suspenso y la sorpresa y fue una oportunidad para mí de trabajar con un particular estilo de cine que yo admiro, la película de suspenso en una sola locación ("Rear Window" de Alfred Hitchcock, "Alien" de Ridley Scott y "The Thing" de John Carpenter). Es un reto hacer que esta película filmada en un solo lugar se mantenga interesante durante el tiempo que dura la película".

La escalofriante originalidad del guión de Michael Cooney de "Identidad" es lo que primero sedujo a la productora Cathy Konrad. "Era la clásica película de rompecabezas, un misterio con un tremendo giro sorpresivo. Pero también había algo de subversivo y peligroso", ella comenta. Además, los personajes eran frescos. Generalmente en este género, los personajes sirven a la trama. En esta película, los personajes son la trama".

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