Raquel Daruech entre la polémica y la vigencia: "Canal 5 me censuró políticamente"

La periodista comunicadora habla sobre su carrera, la permanencia a través de plataformas digitales y sobre la polémica por la fiesta de los 60 años de Canal 5.

Raquel Daruech. Foto: archivo
Raquel Daruech.
Foto: Archivo

La semana pasada no pasó desapercibida para la periodista Raquel Daruech. El 19 de junio se realizó un evento por los 60 años de Canal 5 en el Auditorio Nelly Goitiño, y distintas personalidades históricas del canal fueron distinguidas. Entre ellos Julia Moller y Sergio Puglia. Daruech, quien durante más de dos décadas condujo La sed y el agua por esa pantalla también estaba en ese festejo, pero no salió contenta. El motivo no fue que ella no recibiera una placa, sino a que no fue, siquiera, mencionada por los organizadores de la fiesta. Daruech, quien cumplió 40 años en los medios uruguayos, atiende la llamada de Sábado Show antes de comenzar las grabaciones de su programa que ahora se emite por redes sociales y Youtube, y de polémicas, vigencias y reconocimientos es esta charla.

Raquel Daruech es incansable. Atiende a Sábado Show antes de comenzar la grabación de su programa, La sed y el agua que se puede ver por Youtube y Vera TV. “Yo hago una especie de televisión industrial. Determinados días hago varios programas”, dice Daruech, una de las caras más conocidas de la televisión uruguaya con cuatro décadas en sus espaldas.

Durante 27 años, por La sed y el agua, Daruech entrevistó a todo el espectro político, nacional e internacional. Todos los presidentes uruguayos hablaron con ella, también el presidente Hugo Chaves, al igual que escritores, actores, bailarines. Es que si hay algo que le gusta a Daruech, es hablar, proponer, criticar y sobre todo divertirse con su interlocutor.

Raquel Daruech. Foto: Gentileza Raquel Daruech
Raquel Daruech. Foto: Gentileza

“Mi voz molesta. Y es lo mejor que me pueden decir, que molesta. Porque quiere decir que hay desigualdades, que hay cosas para reparar. No es que yo tenga la razón, no tengo la razón de nada, miro una millonésima parte de la realidad, no soy una supermujer. Aunque a veces me lo creo”, dice Daruech.

—Si no le gustara hablar, no lo haría desde hace tantas décadas.
—(rie) Sí, fueron 27 en Canal 5, aunque son 40 años en total. Entré en 1983 a Telenoche, y estamos en 2023. Es increíble pero pasó el tiempo, para todos, porque es lo más democrático que hay.

La sed y el agua no está en Canal 5, pero sigue por internet.
—Se ve por Youtube, por mi cuenta en Instagram y por nuestro canal de Vera y ahí tenemos un canal que tiene 24 horas de programación y también la posibilidad de elegir algunos programas a demanda, como en el catálogo de Netflix. Sigo haciendo La sed y el agua de manera ininterrumpida. A pesar de que fui operada del cerebro en Alemania y estuve meses allá, dejé todo grabado. Entonces para la gente nunca falté, y ahora después de 15 años la pregunta esencial y casi obligada de las entrevistas o los entrevistadores es: ¿cómo fue el tema de mi operación o de mi enfermedad? Cuando eso está superado. Eso habla del miedo que tenemos, de no pensar en esas cosas, no vaya a ser cosa que me pase a mí. Y otras cosas humanas que nadie está exento de sentirlas.

—Publicaste en tus redes sociales un mensaje sobre los festejos de Canal 5. ¿Qué te molestó?
—No soy una persona de enojarme, pasó que no entendí demasiado los reconocimientos. Me parece que todos los que se hicieron fueron justos, pero en el Auditorio Nelly Goitiño habíamos unos cuantos que también hicimos nuestro esfuerzo y trabajo ahí. Capaz que a ellos los reconocieron en otro lugar, pero por como estaba planteada la fiesta, no la entendí.

Raquel Daruech. Foto: Gentileza Raquel Daruech
Raquel Daruech. Foto: Gentileza

—¿Se lo comentaste a alguien?
—Sí, se lo dije a Gerardo Sotelo: “estuve 27 años, no te entendí“. Eso fue lo único que le dije, y me fui, porque jamás me quedo con cosas inconclusas. A mi vida no le doy lugar a la cólera ni al enojo, simplemente estaba sorprendida, pensé que se venía una segunda parte (ríe).

—Parece injusto que se acordaran de unos y no de otros.
—Ese es el criterio de quien arma la fiesta de reconocimiento. Porque también podrían decir que yo ya estuve en un programa de celebración del Canal, también estaban Bianchi y Tacón. O sea, no es que no me llamaron de Canal 5 por los 60 años.

—¿Cuándo te llegó la invitación?
—Eso fue lo más divertido, me invitaron cuatro horas antes. Me llamó Muñoz y me dijo por Whatsapp que habían tenido problemas con los mails, y no sabían si había recibido la invitación. Yo no sabía nada, soy muy despistada, pero como me llamó me dije que había que ir. Fui y estaba feliz.

—En redes sociales publicó una foto junto a Gerardo Sotelo. ¿Eso fue antes o después de lo que pasó?
—Sí, esa foto que tengo con Claudia Calache y el director del Secam fue antes, en la entrada del Auditorio. Alguien me hizo ver el valor de poner esa foto de cualquier manera, y para mí pone por delante el espíritu mío de celebración por encima de enojos temporales. Imaginate, he sido bastante reconocida en mi vida, y a veces sin esperarlo. Yo fui sin expectativas a la fiesta. Por ejemplo, me entero que me van a otorgar un Sol en el “Paseo de los Soles” dos años después que se había empezado el trámite en la Junta Departamental. No lo sabía. Tuve la oportunidad de agradecerle al doctor Sanguinetti en un evento previo a la beatificación en el Estadio Centenario de Jacinto Vera. Le agradecí que hubiera surgido de la Junta Departamental de Montevideo y de la bancada del Partido Colorado, aunque luego tuvo los votos de todos los integrantes. Eso, para mí fue muy significativo porque ahí se estaba reconociendo mi postura como periodista, no con eso que te dicen que sos de tal o cual partido, o que preguntás así o asá. Ojo que esos comentarios los recibo de todas las tiendas. Eso es buena señal.

—Para pasar la página, ¿qué hubieras dicho?
—Que Canal 5 me dio la posibilidad de entrar, analizar, desentrañar los temas, y además contextualizarlos, y encima discutir sobre ellos. Eso no te lo daban los otros canales. Yo venía de Canal 4, y no te habilitaban todo porque tenían miedo. Yo tuve la cobertura de la salida de la dictadura en 1983. Sé el miedo que tenían mis colegas, y los que estaban antes que yo. Yo iba sin miedo ninguno, y cubrí la salida de los presos políticos, cualquier cosa, pero siempre peleándola. Canal 5 fue muy importante en mi vida periodística, por eso es el sentimiento de pertenencia que tengo.

Raquel Daruech.
Raquel Daruech.
Foto: Gentileza

—¿Nunca tuvo problemas con las autoridades del canal?
—Hubo, sí. Canal 5 me dio libertad, pero fue el único canal que me censuró políticamente. Era la era de la doctora Adela Reta, al final del primer mandato de Sanguinetti. Estaba entrevistando a Gonzalo Aguirre y le digo: “yo leía tus editoriales en El País hablando y analizando el rol que para ustedes los blancos había tenido hasta el presente el Partido Colorado, no entiendo cómo ahora pueden hacer alianzas”. Me llama la doctora Adela Reta y me dice: “No puede hacer más programas políticos”. Así fue.

—¿Y qué hizo?
—Llamé a una serie de cómicos de la época y le pusimos al programa “De algo hay que reírse”. Entonces dábamos vuelta por lo político pero sin hablar con políticos. Hay mil formas de sacarse de encima la censura, si uno quiere. Ahora, si uno está aterrado, chau. Y no es que hoy tenga miedo, pero no veo aquella cosa tan fresca que había en aquel momento, que era diferente a este. No medíamos las consecuencias, nos tirábamos al agua pensando que alguien nos iba a rescatar, cosa que no era cierto. La nota por la salida de los presos políticos la pelee para que saliera al aire, y así fui abriendo puertitas, y ventanas para que pasaran los demás. Eso, para mí es de verdad lo más importante. Lo demás el tiempo lo borra. Los colegas, y cada vez más mujeres estamos hablado de temas importantes. Ves que la Marcha del silencio, la marcha más convocante, y no pertenece a ningún partido político. Los partidos políticos van a tener que esforzarse mucho más para volver a enamorar a los uruguayos. No puede ser que se estén suicidando los policías jóvenes, no puede ser que haya tanta depresión, hambre y gente en situación de calle. No puede ser. Producimos alimento para 25 millones de habitantes, y no podemos darnos el lujo, más allá de que funcionen bien los sistemas de ayuda. No deberían de existir, pero tienen que existir porque dan como un hecho la desigualdad social.

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