ENTREVISTA

—¿Qué tiene de especial este Gran Premio Ramírez?

—El Ramírez tiene todo de especial. La carrera es la más longeva a nivel de clásicos en Uruguay. Es una carrera que tiene el mismo estatus de las más importantes del mundo. Es especial porque quien compra un caballo, sueña tener una gatera en el Ramírez. Es la carrera del pueblo, donde normalmente se junta todo el mundo. Van los aficionados más expertos y van los que no saben nada. Son los dos minutos y medio más importantes del año. Esta vez, lamentablemente, no habrá público.

—-¿Te pareció acertada la suspensión y cambio de fecha?

—Al principio me llamó la atención que se catalogara al turf como espectáculo público, lo que hizo que el 6 de enero no su pudiera realizar el Ramírez. En el turf no había ningún caso de coronavirus y todas las carreras se estaban disputando con protocolo y sin público desde el 16 de mayo. Maroñas y Las Piedras habían cumplido con todo lo el gobierno había pedido. Nunca hubo una observación. Es un deporte al aire libre, sin contacto. Se corre con muy pocas personas en el hipódromo y los jockeys corren con tapabocas. Después entendí que si se suspendían todos los deportes, habría sido inusual que las carreras siguieran cuando el resto de las actividades paraban.

—¿Cómo estás planificando la cobertura?

—La cobertura será distinta. El año pasado empezamos con el proyecto de Ovación Turf, una revista especializada que sale con 84 páginas. Creo que entregamos al público un gran producto. A nivel de radio, estamos programando poder relatar la carrera. Y en Telemundo haremos la previa con el Polideportivo y la carrera será dentro del horario de Telemundo. No será de aquellas coberturas con compañeros dentro del Hipódromo para hacer notas con el público, pero estamos palpitando ya lo que será la carrera. Sabemos que la gente estará pendiente, mucho más este año en que no se puede asistir a ver la competencia en directo.

—¿Cuáles son los favoritos?

—Mi favorito se llama Olympic Harvard. Es un caballo veterano y luchador de muchas batallas. Tiene enemigos de sumo riesgo, como Atlético Herculano y Bobby Q, entre otros. Va a ser una carrera muy abierta: de los 16 caballos, diría que ocho tienen chance. Pero me inclino por Olympic Harvard.

—¿Cómo evalúas este año para la actividad del turf?

—Hubo un período muy duro cuando no había carreras. Pero me quedo con una satisfacción de que en ese tiempo ni en Ovación, ni en la radio ni en Teledoce levantamos nada. Cuando volvieron las carreras, fuimos de los poquitos medios que nos mantuvimos informando sobre las vicisitudes de la gente. El turf sufrió mucho en ese tiempo.

—¿La pandemia cambió también las formas de cobertura?

—Sí, cambia. Mañana van a permitir entrar cámaras y fotógrafos, pero normalmente la coberturas las hacíamos muy pocos de forma presencial y todos con distancia.

—¿Cómo pronosticás este 2021 para el turf?

—El 2021 va a ser un año puente. El premio hípico de Maroñas y Las Piedras proviene de los slots, que también estuvieron cerrados un tiempo. Esperemos que los premios no bajen. En cuanto a lo competitivo, hubo buena venta de potrillos que empezaron a correr este año. Del 2021 espero triunfos internacionales. El 21 de enero debutan cuatro caballos en el hipódromo de Dubai. Allí está Ajuste fiscal, que ganó el Ramírez el año pasado. Ojalá tenga buenas actuaciones. Eso puede marcar un repute del deporte hípico a nivel mundial.

—En lo personal, ¿cuáles son tus proyectos?

—Seguir trabajando en un deporte que me inculcó mi viejo cuando era muy chico. También por el lado materno mi abuelo tenía caballos. Seguir con el trabajo presencial e informando a mi manera lo que es el turf a nivel nacional e internacional. He tomado un rol que me gusta y la gente lo acepta. Creo que erradiqué ese pensamiento equivocado que asociaba los caballos a la timba. No. El turf es un deporte del que dependen unas 50.000 personas, entre los cuidadores, criadores, los organizadores, los periodistas... No es timba. Es un deporte. En lo personal, siempre tengo la ilusión de que me convoquen para algo que no sea turf. Desde que volví a la TV en 2008 siempre tengo la cabeza puesta en que algún día en radio o en TV sea convocado para trabajar en un proyecto de comunicación que no esté directamente vinculado al turf.