Pepe Sena: nuevo desafío en Canal 12 y cuando lo encañonaron en Venezuela: "Es imposible no ver a una dictadura"

Redacción El País.
Hacía un diario escolar y tuvo una abuela periodista. Los comienzos profesionales de José "Pepe" Sena remiten a una pasantía en El País y luego un largo camino en la radio, un medio en el que continúa como uno de los conductores de Las cosas en su sitio (Radio Sarandí). En TV, fue parte de Señal 1 y los canales 10 y 5.

Actualmente, Pepe Sena integra el panel de Esta boca es mía con un perfil netamente periodístico y como conductor alterno. “Yo opino desde la información. Ese es mi perfil y me lo han respetado”, asegura en entrevista. Sus últimas noticias refieren también a Canal 12: próximamente estará al frente de Telemundo sábado junto a Carolina Ramos. Será una propuesta sin corbata, de noticias de fin de semana, y con estreno previsto para las próximas semanas.

-Comenzás una nueva etapa en Canal 12 como conductor de la edición de los sábados de Telemundo…

-Sí, vamos a estar con Carolina Ramos, seguramente desde fines de octubre o comienzos de noviembre. El noticiero es un género conocido para mí; estuve en Subrayado en su momento y también en Canal 5. Con Carolina, que es una periodista joven de gran proyección, la idea es complementarnos y como dice la canción de Arjona, mezclar experiencia y juventud. Al salir el sábado, la idea es hacer el informativo a un ritmo más de fin de semana, sin corbata, con permiso para algunos comentarios fuera de libreto o de telepronter.

-¿Ya lo han conversado el perfil?

-Sí, va por ese lado. Además, será la primera vez que Telemundo sábado lo va a conducir una dupla, lo que permite otro juego en el diálogo. Hasta el momento habían sido conductores en solitario como Nacho Martirené o Lucía Brocal antes. Además de la conducción, también voy a estar en el armado y coordinación y me voy a dedicar a la información internacional.

-Decías que habías estado en otros informativos…

-Sí, yo empecé en televisión en un informativo que se llamaba Hora señalada, en el canal de cable Señal 1, años ‘90. Jorge Arellano era el conductor principal. Poco antes de fallecer Jorge, ya enfermo, me dijo que quería ver a su hija Verónica, entonces productora, conduciendo el informativo. Así fue que empezamos a hacer el informativo en dupla con Verónica Arellano. Me acuerdo que Jorge “Toto” Da Silveira formaba parte también de ese equipo como responsable del deporte y me dijo el día del debut: “”Vos, pibe, quédate tranquilo que tenés todo mi apoyo”. Para mí fue importante ese espaldarazo. Luego estuve unos cuantos años en Subrayado, donde hacía las suplencias a Rosario Castillo (“A pesar de todo, no dejen de soñar”) en el informativo de última hora. Después de un pasaje corto por TV Ciudad llegué a Canal 5, donde fui el conductor del informativo entre 2013 y 2015.

LEO MAINE

-En Canal 12 llevás seis años parte del panel de Esta boca es mía. ¿Cómo te llevas con ese perfil de panelista?

-Siempre me paré desde el lugar de la información y doy mi opinión amparado en el análisis periodístico. Respeto todos los perfiles, he tenido y tengo excelentes compañeros, pero cada uno tiene su perfil. El mío es el de periodista. Últimamente me ha tocado también suplantar a Victoria (Rodríguez) cuando ella no está en la conducción. Es un honor, porque es un programa muy prestigioso, con gran trayectoria.

-Se dicen cosas fuertes y a veces la discusión gana temperatura. ¿Cuál es la receta para sobrevivir en el fuego cruzado del programa?

-Me parece que siempre imperó el respeto. De ahí que con el grupo nos juntamos cada tanto a compartir un asado. De hecho, el fin de semana estuvimos en la casa de Victoria y el clima es siempre de buena onda y camaradería. A veces la gente me para en la calle y me dicen: “Ustedes se matan”. Y la verdad es que hay posiciones diferentes, contrarias en muchos casos, pero el vínculo humano no se resiente. Es una muestra de ese Uruguay donde siempre el respeto, más allá del intercambio de ideas, por fuerte que sea.

-¿Cómo te definirías como periodista?

-El periodismo ha cambiado mucho. Hay periodistas que les gusta más explicar, otros son más de la opinión. En mi caso, sigo siendo un poco de la vieja guardia de no contaminar la noticia con opinión. Prefiero informar. En Esta boca es mía siempre me respetaron ese perfil.

LEO MAINE

-En el clima de la famosa “grieta”, muchas veces se adjudica intencionalidad a los periodistas. ¿Te pasó?

-Sí, me ha pasado muchas veces. Más allá de que siempre trato de ir por el camino del medio, hay quienes te asocian a un lado u otro. Cada uno tiene derecho a opinar lo que quiera. Me han dicho que soy blanco o colorado o del Frente Amplio. En el programa hay personas con un pensamiento partidario muy definido, como Valeria Ripoll o Virginia Cáceres. Como periodistas estamos Alfredo (García) y yo y tenemos también nuestras diferencias. Él ha dicho que siente la necesidad de decir con quién se identifica políticamente. Yo creo que no, más allá de que muchas veces nadie me representa. No soy de ninguno, te lo confieso. A veces me han convencido de algunas cosas, pero también me he desconvencido. En lo único en que lo que me defino es como hincha de Nacional.

-Ha sido un año intenso para vos en cuanto a lo radial. Sos parte de Las cosas en su sitio en las mañanas de Radio Sarandí…

-Me encanta la radio. Las cosas en su sitio es un programa insignia de la radio, con mucha historia y nosotros tratamos de no ser las viudas de nadie; buscamos darle un perfil propio, más allá de que es un honor integrar esta marca. Yo fui muy oyente de Las cosas en su sitio, fundamentalmente de la etapa de Nacho Álvarez. Ahora, con “la nueva administración” como le decimos nosotros, buscamos marcar un perfil periodístico. Somos amigos también, tenemos un grupo que encaja muy bien y eso se transmite al aire.

-Desde el periodismo y la comunicación, ¿cuál es tu visión de estos primeros meses de gobierno de Yamandú Orsi? Se dice que hay un presidente que habla poco o dice poco…

-Pienso que en estos siete meses se podía haber dado un impulso mayor a eventuales proyectos porque es como la luna de miel que tienen todos los gobiernos, el momento donde se supone hay que entrar fuerte. Sin embargo, da la sensación de que esto no sucede. Quizás la estrategia es otra. En cuanto a Orsi, lo conocí como intendente y era el típico hombre del interior, muy campechano y entrador. Hoy está en otra posición y seguramente le lleva un tiempo de adaptación. De todos modos, algunas intervenciones públicas me parecieron interesantes, como la postura que tuvo en la ONU sobre el conflicto en Gaza, cuando propuso a Uruguay como mediador. Ahora, el desenlace ha sido otro pero fue valorable lo que dijo y cómo lo dijo. Siguió la tradición de nuestro país de hablar en nombre de todos, sin responder a partidismos. Ese es un valor agregado que todavía tenemos y que no deberíamos perderlo nunca.

-¿Cuál es tu visión de ese fenómeno de algunos comunicadores que han dado el paso hacia la política o integrando el gobierno con cargos técnicos?

-Creo que el periodista es periodista y termina su carrera siendo periodista. O sea, no le veo otra variante. Respeto a quienes se dedican a la comunicación institucional, pero para mí el periodista es periodista y está de un lado. No está del otro. O no puede estar con un pie en un lado y en el otro. No lo concibo. Respeto si se da ese paso, como lo ha hecho Gerardo Sotelo o Blanca Rodríguez, pero el pasaje es solo de ida.

-¿Te ha tentado una opción así?

-Tuve algún ofrecimiento, pero interés ninguno. Quiero seguir haciendo periodismo, que es lo que me gusta y me hace feliz. Capaz que se gana un poquito más en otro lado, no lo sé en realidad, pero prefiero seguir en este camino.

-Hace algunos años, cuando estabas en Canal 5, hiciste una serie de informes sobre la crisis en Venezuela desde Caracas. ¿Cómo recordás esa experiencia?

-Fue una experiencia intensa. Viajé cuatro veces a Venezuela a hacer informes pero la última fue muy compleja por el contexto de crisis que había. Entrevistamos a María Corina Machado y también a exponentes del Chavismo. Movernos era complicado, nos tenían vigilados con el camarógrafo e incluso nos apretaron los chavistas con una pistola 9 mm, un momento muy desagradable, de mucha tensión. Nos habíamos confundido de calle y terminamos en un cerro totalmente desprotegidos. Por suerte pudimos salir. Ahí te das cuenta cómo el peso del Estado está en cada esquina. Es desafiante para el periodismo porque el relato cambia según con quien se hable. Oficialismo y oposición cuentan dos realidades diferentes. Hubo dos presidentes, hubo dos parlamentos, pero una sola Fuerza Armada y eso es lo que sostiene ese régimen.

-¿Por qué a veces cuesta desde la izquierda cuestionar al régimen en Venezuela?

-No sé. Quizás no han ido últimamente y se idealiza algo que no es real. Me parece que a esta altura es imposible no ver que en Venezuela hay una dictadura.