Era una de las figuras más prometedoras de la TV local. Pero después de Noche de miércoles y Verano del..., Mariana Barrandeguy decidió en 2004 armar las valijas e instalarse en Buenos Aires. Luego de muchos sinsabores, propuestas indecentes incluidas, la actriz se reinventó como creadora de un show de títeres. Conocé su historia del otro lado del Río.
Mariana Barrandeguy, actriz y conductora oriental, sintió que en la patria había tocado techo y se fue a Buenos Aires. Como tantos y tantas. Llegó hace 12 años y hoy se ha consolidado del otro lado del Río como la creadora de Los puppets by Mariana, un show de títeres que la ha llevado a explorar una veta de animadora infantil impensada en los comienzos de su carrera.
Mariana Barrandeguy era una de los integrantes del recordado ciclo Noche de miércoles (Teledoce), que lideraba Orlando Petinatti. Luego integró el staff de Verano del... y llegó a ser parte de los comienzos de Planta baja. También actuó en una ficción de Canal 4.
Un vínculo muy estrecho con Buenos Aires porque su padre había vivido allí la animó a dar el paso. Se fue sola, sin contactos, ni pareja, ni amigos del otro lado del Río. El trayecto estuvo cargado de riesgos y de decepciones. A continuación una recorrida por alguna de las escalas y escollos de la vida de Mariana.
Buenos Aires indecente.
Cuando llegó a Buenos Aires, comenzó a repartir material de sus actuaciones en Uruguay. Consiguió papeles menores en ficciones como Culpable, Amor en custodia, Montecristo, LaLola, Botineras, y Los Roldán, entre otros. Era la uruguaya de los "bolos", tal como se conoce en la jerga a los personajes circunstanciales de la ficción televisiva.
Pero en este rubro también sintió el techo muy pronto sobre su cabeza. "Es muy difícil acá", considera. "Si no salís con productores, no estás en un reality o no salís desnuda, se complica mucho".
Mariana Barrandeguy, hoy de 30 años y algunos más (que prefiere no especificar) es dueña de una figura privilegiada. Deseosa de oportunidades en el medio argentino, recibió al menos dos propuestas indecentes.
En un caso, un productor le habló en términos muy directos: "Invitame un día a tu casa y podemos conversar de tus futuros papeles", le dijo para sorpresa de Mariana.
Pero más allá de lo puntual, ella evalúa que este tipo de manejo laboral se respira en el ambiente. "Está implícito. Si trabajas en un programa de TV y no vas a las reuniones a la noche o no salís con los productores te empiezan a ver un poco raro, te desplazan".
En esos momentos, se convencía de que debía tomar las riendas de su destino y ser su propia productora Si bien extrañaba y extraña, rara vez pensó en volver a Montevideo.
"Soy muy orgullosa y nunca dudé de que iba a tener mi oportunidad", asegura. Incluso tuvo propuestas laborales en Uruguay pero aún así no quiso dar lo que consideraba un paso atrás.
Desencuentro.
La decepción más tragicómica la sufrió de parte del comunicador Chiche Gelblung. Un amigo se lo presentó y el conductor se comprometió a hacerle el vínculo con Adrián Suar y Sebastián Estebanéz. Iba a decirles que la uruguaya era su sobrina. La reunión estaba prevista para el día de Navidad y Mariana (que había venido a pasar las fiestas con su familia en Montevideo), viajó especialmente, cargada de ilusiones. Pero cuando llegó no solo no estaban Suar ni Estebanez. Ni siquiera el propio Chiche. "Me dijeron que se había ido de vacaciones", recuerda.
El amor propio le impidió hacer lo que hubiera hecho otro: buscarlo nuevamente, llamarlo, pedirle una explicación. No, para Mariana el asunto Chiche Gelblung era tema cerrado, como si la hubieran dejado plantada en una cita.
Un día la llamaron para hacer una suplencia en un espectáculo infantil. Le gustó y consideró que era una buena posibilidad armar su propio espectáculo.
Así surgieron Los puppets, unos títeres con su sello, entre dulces y sarcásticos. Barrendeguy se presenta a lo largo y ancho de Argentina en teatros, fiestas y cumpleaños. Ya sacó un disco y ahora prepara el segundo. Tiene la agenda llena hasta noviembre.
Hombres decentes también ha conocido en Buenos Aires, algunos festejantes pero está sin pareja formal.
Piensa que en breve podría traer su espectáculo a Uruguay. De hecho, su viejo compañero Petinatti le propuso que trajera sus títeres al próxima edición de la Teletón. "Me encantaría", asegura.
Un trío explosivo.
Noche de miércoles (2003) estaba integrado por Orlando Petinatti, Bebe Morosini y Mariana Barrandeguy. “Fue un programa muy fuerte, que marcó un antes y un después”, dice Mariana. Con su excompañeros sigue en contacto vía redes sociales.
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