ENTREVISTA
Viviana Puerta, Sabrina Garciarena y Laura Conforte hablan de "Madres", la comedia musical que protagonizan y llega este mes al Teatro Metro

El próximo fin de semana llega el musical Madres al Teatro Metro. Con entradas por Abitab y dos funciones, viernes 19 y sábado 20, las cuatro actrices de esta obra interpretan una pequeña muestra de lo que significa la maternidad, en una historia que se ambienta durante el baby shower de una ilusionada primeriza, donde poco a poco surgirán miradas que ofrecerán diferentes matices sobre tan amplio rol. Este espectáculo surgió en Broadway, donde estuvo 10 años en cartel, y cuenta con un elenco integrado por mujeres, tanto delante como detrás de escena. Protagonizan Anita Martínez, Sabrina Garciarena, Viviana Puerta y Laura Conforte; las tres últimas hablan de Madres en esta entrevista.
—¿Cómo se siente salir de gira con este musical, Madres?
Laura Conforte: Yo estoy feliz, vengo pidiendo gira al universo desde hace rato y me viene a escuchar con Madres. Estoy fascinada, y que arranque en Uruguay me parece divino. Nunca hice teatro acá, además, y me encanta.
Viviana Puerta: Yo vine con Parque Lezama con Luis Brandoni y Eduardo Blanco y fue espectacular. Hicimos una gira larga, pero esta obra tiene algo que más allá de lo que hace la producción por difundirla, que es súperimportante: tiene el boca en boca, y eso no falla nuca. Cuando ves algo, una serie, un libro o vas a ver una muestra, y te encanta, te atraviesa y moviliza, salís de la sala y se la recomendás a tu familia, tu compañero de trabajo, y eso no falla y así se arma la cadena. Es lo que nos mantuvo muy vivas hasta ahora. Empezamos en un momento de mucha hostilidad, con muy poca gente, pero esa gente trajo más y más público. Ahora la obra que es un golazo y funciona. El gran éxito es que la gente la recomienda.

—Hace más de un año que están con esta obra donde actúan, cantan y bailan. ¿No las agota?
Sabrina Garciarena: No me agota hacerla, me divierte. Además, todos los días pasa algo distinto. Anita Martínez completa el elenco y es desopilante lo que hace. Estamos felices de llegar a Uruguay para que vean esta obra, y sobre todo saber que se van a quedar con un mensaje, porque esta obra viene con reflexión.
Conforte: No es de esas obras donde vas al teatro y cuando fuiste a comer ya te la olvidaste. Te la llevás a tu casa en tu corazón porque te pasan cosas, te emocionás, te reís tanto que te duele la panza y te vas con eso. Creo que cualquiera que venga a ver la obra, llega a su casa y le han de dar un beso a los hijos.
Garciarena: Por otro lado, te vas con un mensaje. Porque sí llega un momento donde estoy cansada, agotada y hay veces que los chicos están: “Mami, mami, mami”, esta obra también te frena. Es como que te dice: “Sí, pasa todo esto, pero también crecen y pasa rápido, así que no te pierdas de estar”. Para mí tiene muchos condimentos. Hace muchos años que recibo guiones y creo que es muy importante cuando uno lee el libreto y se identifica, o encontrás esa verdad en el libro, y eso es lo que pasó con Madres.

—Es una obra que nace en Broadway. ¿Cómo fue adaptarla al lenguaje y la idiosincrasia de acá?
Garciarena: Sí, es una obra que se hizo en Broadway por 10 años, pero la adaptó Ricardo Hornos y entre nosotras, los primeros días cuando empezamos a ensayar, dudábamos de que fuera a funcionar. Fuimos haciendo la obra muy propia, y acá estamos.
Puerta: Estamos en Uruguay, ¿quién lo hubiera imaginado? Hace un año atrás era como que no estaba ni en los sueños hacer una gira, así que para nosotros es un logro gigante.
Garciarena: Había incertidumbre al principio, pero también vivimos con mucha emoción en el hecho de volver a pisar el escenario y escuchar el aplauso.
Puerta: Volver fue muy fuerte. Aparte pasaba con la gente, porque es la primera vez que volvía al teatro después de dos años, y nosotros era la primera vez que nos subíamos también en dos años, y se generaba un clima hermoso. Había una sincronicidad cósmica y por eso funcionan tan bien las obras, porque hay una necesidad muy grande de volver a lo corporal. Hay que salir de la pantalla de las plataformas.
Conforte: También había una necesidad de ir a ver algo que te divierta.
Puerta: Sí, de reírse, divertirse, pero no una risa vacía. Y si además de hacer un plan te divertís y te conmovés, es el combo completo.
—Madres resume la mirada de cuatro visiones acerca de la maternidad durante un baby shower...
Garciarena: Mirás la obra y decís, es mi mamá, o mi hermana o una amiga.
Puerta: Es un personaje que todos conocemos, así que no hace falta ni siquiera ser mujer o ser madre para pasarla bien viendo esta obra. El título quizás lleva a un universo femenino, pero todos los hombres que vienen y acompañan la pasan bien. De hecho descubren cosas con el mensaje que nosotras decimos. Después tienen tarea para el hogar.
—¿Les ha pasado de descubrir algo acerca de ustedes con esta obra?
Garciarena: Me pasó con mi mamá. Cuando era más chica decía: hace esto o hace lo otro. No era mala, pero por dentro la recriticaba. No era una hija de esas que dicen: “Vos sos un desastre”, pero por dentro lo pensaba. Y hay veces que me encuentro pensando y haciendo peores cosas, entonces pienso: pobre, qué mala que era con ella. En un punto hay algo de eso, empatizás y comprendés un montón.

—¿Qué tanto de sus personajes hay en ustedes, o al revés?
Conforte: Yo tengo un poco de todas. Las vi y dije: soy un poco de ella, y de ella también.
Garciarena: Una va pasando por diferentes experiencias. Yo tengo tres hijos y con mi personaje de Adri que es la primeriza, me identifico con León. Siempre digo que el personaje de Vivi es mi mamá porque tiene cinco hijos y nosotros somos cinco hermanos. Después, al personaje de Anita le encanta trabajar y está muchas horas fuera de casa y también me identifico, porque llega un momento donde estoy trabajando, grabando, y todo junto, es un caos organizar la casa. También hay momentos donde soy la desboradada y estoy todo el día en casa.
Conforte: La ingenuidad de solo ver el costado rosa y más naif también lo hemos vivido, hasta que tenés tu primer hijo. Después viene el desborde que puede ser más o menos, pero la mayoría de las madres en algún momento desbordamos, pero después volvemos. Es una obra muy empática.