Redacción El País.
Creada por Chris Carter y estrenada en 1993, Los archivos secretos X se convirtió rápidamente en un fenómeno cultural que redefinió la televisión de ciencia ficción en la década de los 90. Con una mezcla fascinante de conspiraciones gubernamentales, fenómenos paranormales, criaturas extrañas y misterios sin resolver, la serie construyó un universo narrativo atrapante, protagonizado por dos de los personajes más icónicos del género: los agentes del FBI Fox Mulder (David Duchovny) y Dana Scully (Gillian Anderson).
En Uruguay, Canal 12 puso al aire la serie innovadora desde sus comienzos en 1993, programándola para los viernes a las 22:30.
El contraste entre los protagonistas es una de las claves de la serie. Mulder es el creyente, convencido de que hay vida extraterrestre y que el gobierno oculta la verdad. Scully, en contraste, es la escéptica, una médica forense con una fe sólida en la ciencia. Esta dinámica, basada en la tensión entre fe y razón, se convierte en el eje narrativo y emocional de la serie. Su relación evoluciona desde el conflicto profesional hasta una conexión profunda y ambigua que fue ganando capas a lo largo de las temporadas.
La estructura de la serie alterna entre dos tipos de episodios: los “mitológicos”, que siguen una línea argumental principal centrada en una conspiración sobre la existencia de extraterrestres, y los episodios “monstruo de la semana”, que presentan casos aislados con fenómenos paranormales, criaturas terroríficas o eventos inexplicables. Esta dualidad permitió a la serie combinar lo serial con lo episódico, algo poco común en su época, lo que facilitó tanto la fidelidad de los fans como la accesibilidad para nuevos espectadores.

Uno de los mayores logros de Los archivos X fue establecer un tono atmosférico único. La fotografía oscura, la música inquietante de Mark Snow y la sensación constante de amenaza e incertidumbre crearon un universo sombrío, a menudo más cercano al terror que a la ciencia ficción tradicional. La serie abordó temas como la abducción alienígena, los experimentos humanos ilegales, las entidades sobrenaturales, las conspiraciones globales y la fe religiosa, entre otros.
La actuación de Duchovny y Anderson fue crucial para el éxito de la serie. Su química en pantalla redefinió el arquetipo de la pareja de detectives en la televisión.
A lo largo de sus once temporadas (con una interrupción tras la novena y dos temporadas de regreso en 2016 y 2018), la serie tuvo altibajos, especialmente cuando Duchovny dejó de ser un personaje regular y se introdujeron nuevos agentes. A pesar de estos momentos menos brillantes, la serie mantuvo una base de fans fiel y logró mantenerse relevante.