—Comenzaste trabajando en producción y después llegaste a la radio y televisión delante de cámaras. ¿Cómo se dieron esos cambios y cómo te sentiste?
—Empecé a trabajar en el extinto diario Últimas Noticias hace ya diez años, porque mis inicios fueron en prensa escrita. También estuve en El Observador, estuve en radio en Metrópolis y Carve y pude experimentar el trabajo en diferentes formatos y ciclos. Me faltaba experimentar la televisión y llegué a Canal 10 a la producción de Arriba gente. Estuve cuatro años trabajando y siempre fui una persona que trabajó en muchos lugares, siempre tuve muchos proyectos y tiempo ocupado. Han sido muchas las experiencias, por suerte todas muy lindas. El llegar a Arriba gente fue muy lindo porque el grupo humano, el que estaba y el que todavía sigue, es maravilloso. Aprendí muchísimo y me abrió una puerta para conocer un formato totalmente distinto que es la televisión que tiene otro lenguaje y tenés que aprender otras cosas.
—¿Y cuándo llegas a Subrayado?
—En el medio de todo ese tiempo me ofrecieron empezar a trabajar en Subrayado cubriendo suplencias. Empecé en la web y en la parte de control de emisión, tirando tapes, y con la producción previa a la salida al aire. Eso me gustó mucho desde el punto de vista que uno aprende las diferentes tareas que se hacen en el proceso de un informativo y para mí eso es importante para poder saber trabajar en equipo y para entender lo que pasa con el que está procesando toda la información y los textos. Después, como van surgiendo las oportunidades, apareció la posibilidad de empezar a trabajar frente a cámara que era algo que nunca me había planteado. A mí siempre me gustó trabajar detrás, incluso ahora me estoy dedicando más al formato documental que es para donde quiero orientarme y ejercer el periodismo desde el cine documental y los cortometrajes.
—Así que no había una intención de terminar delante de las cámaras.
—No, no me veía frente a la cámara, pensaba que ni loca me paraba frente a una cámara y un día me vi haciendo un móvil para Subrayado a la mañana, y después me vi haciendo un móvil en la edición central con Blanca Rodríguez, y ahí empezó. Ha sido una experiencia hermosa, y mi crecimiento se ha nutrido gracias a la ayuda de mis compañeros que me han enseñado todo lo que sé hoy de la televisión, como antes de la radio y la prensa escrita. Siempre me he apoyado en mis compañeros, escuchando a los más veteranos que tienen conocimientos y una formación increíble.
—Pero ahora anunciaste que te vas del informativo.
—Sí, me surgió la posibilidad de ir a estudiar a Irlanda para perfeccionar mis conocimientos en el área documental que es por donde quiero seguir, y vamos a ver qué nos depara el destino.
—¿Costó tomar la decisión de irte?
—Sí, costó mucho irme de todos los trabajos, porque también Radio Sarandí es un lugar del que yo disfruté muchísimo estar ahí, y en esta última etapa me dedicaba a hacer informes, y a cualquier periodista le gusta tener tiempo para hacer un informe bien detallado y profundo. Lo estaba disfrutando mucho, pero también el viaje es un anhelo que tengo desde hace muchos años y por diferentes motivos no lo había podido concretar. A mí me gusta mucho estar en la calle, conocer otros lugares, historias, otras culturas, es algo que he hecho siempre que he podido. Ahora se dio la oportunidad, pero costó mucho. Eso es lo que la gente me pregunta, si voy a dejar el canal y la radio, todo lo que he logrado y me costó muchísimo porque cuando empecé, no me conocía nadie.
—¿Dónde estudiaste?
—Soy una orgullosa egresada de la UTU de Comunicación con todo lo que eso conlleva, porque no te conoce nadie, venís de una institución pública que ni siquiera es la Facultad. Por suerte hoy está más valorada la UTU, pero en aquel entonces había dudas. Por eso siempre la defiendo con cariño. Es que a mí me gusta estudiar, mis amigos dicen que siempre estoy haciendo un curso de algo porque soy una eterna estudiante. Entonces, ver a esta altura en la que puedo decir, feliz, que costó pero he logrado experimentar, trabajar y conocer los lugares que me he propuesto. Algunos quedan, pero serán para más adelante.
—El mensaje de despedida de Subrayado que publicaste en Twitter tuvo mucha repercusión.
—No me imaginaba que hubiera tanta repercusión con todo esto de mi viaje. He sido una persona de bajo perfil a pesar de que paradójicamente trabajo en medios de comunicación. Por eso no esperaba la repercusión de estos días. Con el cariño que me voy, con la buena disposición y respuesta que he tenido de los coordinadores, los jefes y compañeros es muy gratificante. Eso te permite irte tranquila porque sabés que hay una buena amistad con todas las personas que dejo atrás. Eso es muy lindo también.
Así cerré hoy mi último móvil en @Subrayado Casi tres años en diferentes áreas del info y seis dentro de @canal10uruguay, de donde me llevo muchos amigos y miles de aprendizajes. Gracias, gracias, gracias. Feliz de haber tenido esta oportunidad. Ahora me esperan otros rumbos. ☺️ pic.twitter.com/POzDvROoGz
— Anabella Aparicio (@anabelapa) January 8, 2023
—En Irlanda, ¿qué vas a estudiar?
—Primero voy a perfeccionar mi nivel de inglés.
—Si sirve para ambientarse hay una serie irlandesa, Derry Girls...
—Sí, la vi y estuve ahí hace tres años. Fue cuando empecé a gestar la decisión de irme para ahí exactamente. En esas visitas estuve en Londonderry porque había visto la serie y tenía que ir. Es maravillosa, chiquitita pero muy linda.
—Decías que hace tres años empezaste a pensar en este viaje. ¿Cómo te afectó la pandemia?
—Traté de llevarlo con la mejor calma que podía porque en ese momento fui uno de los tantos compañeros que no paramos de trabajar en ningún momento durante la pandemia. Recuerdo que en enero, cuando todavía no había llegado el covid pero en China ya era un problema estaba en Subrayado y nos decían: “Vamos a seguir este tema, hay que desarrollarlo”. En ese momento pensaba lo mismo que todos: es en China; y en enero ya estaba haciendo notas a virólogos, gente que conocía el covid en los murciélagos y en ese momento traté de seguir adelante hasta que pudiera.
—¿Cómo comenzó tu vínculo con Irlanda?
—Hace tres años viajé para cumplir mis 30 años a Irlanda porque era un país por el que tenía un amor especial y a la vez definir si me iba para ahí o no. Mi intención era formarme en algún otro lado, no tenía muy claro dónde y viajé para decidirme. Me recorrí la isla de punta a punta durante 15 días y cuando volví me dije: “Es acá”.
—¿Por cuánto tiempo vas?
—Todavía no lo tengo confirmado porque tengo que decidir en qué escuela voy a estudiar cine documental. Por lo menos son tres años.
—¿Y vas a estar tres años sin trabajar en comunicación?
—(risas) Voy abierta a las oportunidades que puedan surgir. Por suerte tengo abierta la puerta para varias corresponsalías como freelance, es una tarea que he hecho mucho en Uruguay así que la voy a seguir allá.
—¿También freelance?
—Sí, otro de mis trabajos de estos años, hasta fin de año también. Fui periodista freelance en el portal Sudestada.uy, portal de periodismo de investigación. En esos años aprendí mucho también en esa área y empecé a pensar en el trabajo periodístico desde el cine documental. Así fue que en 2015 viajé a la Antártida, hice tres cortometrajes institucionales sobre la historia de Uruguay allí. Luego seguí como free lance en paralelo como Video Journalist para el exterior, y en 2021 obtuve una beca del BID para hacer un curso en la New York Film Academy, formé parte de la primera experiencia que se hizo en Uruguay con esa escuela y eso me abrió paso a trabajar más de cerca en el área documental. Así fue que junto a una colega dirigí y produje dos cortometrajes documentales el año pasado, asistí en la producción de otro, y uno de ellos ahora está en proyecto de convertirse en largometraje. Esa es la tarea para este 2023 de seguir la investigación, definir su estructura y juntar fondos para terminar lo que nos falta filmar. Por eso, también esta transición a esa otra veta digamos, que puedo seguir haciéndola a la distancia junto a mi colega.