Gentileza Sony Pictures
Volver a adaptar la novela de Stieg Larsson, Los hombres que no amaban a las mujeres, tenía varios desafíos. Uno de ellos, y quizás el que causaba más intrigas, era ver quién encarnaría el papel más magnético de la historia, el de Lisbeth Salander. Rooney Mara fue la elegida por David Fincher para esta versión americana llamada La chica del dragón tatuado y salió más que airosa, transformándose en una de las actrices del momento.
-¿Conocías al personaje por los libros antes de hacer la audición ?
-Había visto la película sueca antes de leer los libros. Después hice mi primera audición y supe que me iban a hacer pruebas en pantalla, así que leí los tres libros.
-Lisbeth Salander se ha convertido en uno de los personajes más icónicos en la literatura popular moderna. ¿Por qué creés que tiene eco en tanta gente?
-Realmente me puedo relacionar con ella y la entiendo. Creo que la razón por la que tiene tanta resonancia es que la mayoría de la gente en algún momento de su vida tiene la sensación de ser aplastada por los poderosos, de ser una extraña, o de ser oprimida. Las personas se vinculan con eso y cuando ven lo que le ocurre a ella, sienten afinidad.
-Parece que Lisbeth debe su génesis al personaje de Pippi Mediaslargas de la literatura y película suecas...
-Sé que Pippi fue una inspiración para Larsson cuando escribía el libro. Las comparaciones entre las dos son bastante obvias. Pippi es una huérfana desamparada increíblemente flacucha y pequeña, sin embargo puede cargar a un caballo sobre su cabeza. Es muy fuerte y pelea contra tipos malos. Lisbeth es igual. Su aspecto es demasiado frágil, joven y liviano, pero se puede defender muy bien y tiene una especie de fuerza sobrehumana. También pelea contra tipos malos.
-¿Cómo te transformaste en Salander por primera vez?
-Fue todo en una tarde en Nueva York. Me cortaron el pelo, me rasuraron parte de la cabeza, me tiñeron, me decoloraron las cejas y después me puse los piercings. Fue algo increíble. Lo que más me impactó fueron las cejas decoloradas, cambia la forma en que te ves. Quedé espantada durante casi cinco minutos, después me relajé y me acostumbré. El dolor no fue tan malo con los piercings. No se siente bien, pero tampoco tan mal.
-¿Qué habilidades aprendiste para la película?
-Tuve que entrenar mucho. Practiqué skateboarding, instrucción de cómputo, kickboxing, andar en motocicleta y aprendí un dialecto. También tuve que leer e investigar. Fui a una escuela llamada The Help Group que enseña a niños con asperger y autismo, y acudí a un centro para mujeres que sufrieron abuso sexual. Ir a estos lugares es algo que solicité. Y quería aprender kickboxing.
-¿Seguirás haciendo todo eso?
-Seguiré con el kickboxing. Me encantó. Y quizá obtenga mi licencia para moto. ¡Pero no creo que pasee en moto por L.A.!
-El director, David Fincher, comentó que hizo el proceso de audiciones muy difícil. ¿Cómo se compara con Red social?
-Las audiciones para Red social fueron bastante fáciles. Acudí un par de veces, creo, y obtuve el papel. Pero esta audición fue un proceso de dos meses y medio. Hice mi primera lectura con el director de elenco y después mi primera prueba de pantalla; luego hubo varias más. A continuación hice una prueba con Daniel Craig; más tarde David y yo filmamos gran cantidad de cosas en el metro de L.A. conmigo caracterizada. Fue con una pequeña cámara y yo tenía una peluca. Simplemente deseábamos probar distintos aspectos.
-¿Se hizo más fácil al pasar más tiempo con el personaje?
-No diría que fue fácil. Fue bastante frustrante hacia el final. David me apoyó mucho .
-Fincher se las arregla para mantener un ambiente relajado en el set.
-Nos divertimos. Es una película muy intensa, pero aún así fue un período ameno. Fue un trabajo arduo y serio, pero también reímos muchas veces. Lo importante con David es que no pide que nadie trabaje más duro que él. No se desperdicia el tiempo. Hace muchas tomas porque sabe exactamente lo que busca. Tiene un increíble sentido del humor, es trabajador y serio; no imagino a nadie más que pudiera hacer esta película, no me gustaría.
-¿Qué tan severas eran las condiciones climáticas en Suecia?
-Nos fuimos antes de que llegara el clima más gélido, pero aún así experimenté más frío que nunca. Las condiciones climáticas fueron difíciles. En el invierno te congelabas y además oscurecía a las 3:30 p.m. Volvimos para filmar en verano y entonces no había noche, ¡es difícil trabajar así! Pero definitivamente valió la pena.
-¿Qué admirás de Daniel Craig?
-Es increíble. Me siento agradecida de que participara en la película y pudiera trabajar con él.
-¿Te emociona la idea de seguir con Lisbeth Salander?
-Sí, y tengo la esperanza de hacerlo. Debemos ver cómo recibe el público la primera película. Me entristecería si esto fuera el final del personaje para mí. Me encantaría encarnarla otra vez.
-Tu personaje tiene muchas exigencias, tanto emocionales como físicas.
-Creo que me preparé bien y sabía que sería difícil emocional y físicamente. El aspecto físico fue lo más arduo, había días en que debía hacer acrobacias, con muchas tomas, una y otra vez. Hay una escena en las escaleras eléctricas del metro y aunque mi condición física era muy buena, no estaba preparada para tantas tomas. ¡Fue terrible, al día siguiente estaba molida!