Iluminar la oscuridad

| En el Festival de Cine del Mar se presentó Eva & Lola, una película que afirma el talento de Cid y el trabajo de Farji, otra realizadora que expone nuevos códigos desde el cine argentino.

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Por: Mariángel Solomita

Sabrina Farji cambió dos veces el nombre de su tercera película. Se decidió por Eva & Lola, que define sin regodeos los dos ejes de la historia: la identidad y la amistad. "La película habla de aparecidos, y de lo positivo de encontrar la verdad", explicó. Farji es docente de guión y su propia productora, Zoelle Producciones, funciona como un laboratorio para guionistas en formación, enseñando, absorbiendo sus iniciativas e involucrándolos en los proyectos. "En este caso la película vino a mí. La co-libretista es Victoria Grigera, una alumna mía, que es Eva."

"Aún teniendo un elenco convocante fue muy difícil para mí hacer esta película. Fue mucho más difícil conseguir salas, encontrar producción (...) Hay un pre-concepto de que esta temática está muy tratada en el cine, como que hay cierto hartazgo. Pero en realidad creo que está bueno hacer una película pensada para los jóvenes, que no están contaminados con la temática, y que necesitan comprenderla desde un punto de vista nuevo": Eva & Lola es una película sobre niños apropiados durante la dictadura militar argentina. Es el caso 299, basada en hechos reales: Eva/Victoria creció con su padre desaparecido y a los veinte y pico se enteró que su amiga (Lola) es la hija apropiada de un torturador.

"Si la película se centrara en la historia de Lola, sería más convencional sobre esta temática. Creo que al estar corrido el eje sobre el personaje de Eva se vuelve más universal, porque es el personaje con el cual todos nos podemos identificar. La historia de Lola pasa por Eva. Y de cómo pretendemos que la verdad sea, cuando muchas veces uno no puede hacerse cargo de su propia verdad. Y los tiempos para aceptarla. Creo que ahí es cuando la historia se complejiza y se vuelve más interesante. Qué pasa cuando dos personas que se quieren mucho piensan diferente, la tolerancia..."

Esta directora no se formó en el audiovisual. Tiene raíces como escenógrafa, vestuarista, videoartista y en la dirección teatral, todo ello se evidencia en el resultado. Al otro extremo de un trabajo individualizado por área, el cuidado de la puesta en escena demuestra una composición bastante artesanal y una mirada estética autoral que, según confirmó la realizadora, busca transportar su mirada personal sobre decisiones que hacen a la historia: "las locaciones, el vestuario, la música, para mí son metáforas...Lo que es el guión a lo que es la película final son varios procesos en los que en el medio uno cambia. Esta película me llevó 6 años. Primero fui la guionista, luego soy la directora así que lo traduzco en imágenes con lo que sucede en el aquí y ahora del rodaje, del trabajo con los actores. Luego ese material lo edito, porque participo del montaje. Yo ya soy otra en cada etapa, la película se va enriqueciendo y evolucionando con distintas miradas."

HUMOR EN LA VIDA. La crítica argentina elogió la luminosidad que Eva & Lola mantuvo en el tratamiento de un tema demasiado oscuro. El tono acertado de la película, la forma en que se presentan los personajes y su problemática frente al conflicto, son aciertos de Farji en su triple función, del elenco-esencialmente Celeste Cid-, y de la sensibilidad y lucidez interpretativa que ambas tuvieron durante la investigación realizada.

"Victoria tiene un punto de vista y una mirada cargada de humor negro, que es con lo que vive todos los días de su vida. Fue algo que yo observé en conversaciones con hijos de desaparecidos y apropiados. El uso del humor no tiene que ver con des-solemnizar, tiene que ver con la realidad de estos hijos que entrevistamos. No lo hice para que respire la película, siempre estuvo ahí y me parece que es lo que la película aporta."

Con elocuencia y buen gusto el humor circula entre los personajes, en los diálogos más duros y en las situaciones que pudieron haber caído en el dramatismo habitual, permitiendo que coexistan las contradicciones.

"Este es uno de los aciertos de la película y es lo que hace que también a mucha gente no le guste. Para mí es la mirada más humana y más verdadera, que tiene que ver con la investigación que realicé. Considerando el riesgo, lo primero que hice fue llevar el guión a consideración de Abuelas de la Plaza de Mayo y a la Comisión de la Memoria del Ministerio de Derechos Humanos. Cuando conseguimos su aval confié en que la película estaba bien encaminada.

-¿Te parece que tu enfoque se ajusta a una mirada generacional que más que buscar culpables quiere identificarse?

-Es muy raro. Antes cuando había restituciones de niños pequeños dejaban de tener la vida anterior y pasaban a una nueva vida con su familia de sangre. Ahora son adultos. Es cuestión de si quieren hacer el click. Además una persona que a los treinta descubre que sus papás no son perfectos, no son lo que cree, en realidad tiene que ver con el crecimiento. Estos hijos es como que la juventud se prolonga un poco más, como que esa ausencia impactó y afectó sobre la forma de crecer. Es una temática muy interesante, a mí me apasiona e intenté aproximarme en otros proyectos.

Eva & Lola abarca la identidad en una doble vía: la identidad restituida y la identidad que se busca conocer con el crecimiento. La directora no desenmarcó a sus personajes de su cotidianidad, de mujeres jóvenes que trabajan y buscan enamorarse. Así se presentan algunos roles secundarios y una segunda trama que aporta un ángulo distinto. Juan Minujín e Iván de Pineda serán los pretendientes, Victoria Carreras es la hermana de Lola, hija de "el Oso", una abogada de treinta y largos que decide denunciar a su padre por la apropiación de su hermana pero que no puede desprenderse del todo de la figura paterna (Jorge D`Elía: "necesitaba que fuera un seductor, una persona difícil de dejar"), y que casualmente se enamora de Alejandro Awada, un argentino que vive en Hamburgo desde que se exilió para evadir la Guerra de las Malvinas.

ELENCO. Celeste Cid es Eva, Emme (Mariela Vitale) es Lola. Ambas actrices están en el mejor momento de su carrera. Emme viene de protagonizar El niño pez (Lucía Puenzo) y Cid debutó en cine con la comedia romántica Motivos para no enamorarse. Farji tenía claro que necesitaba a dos actrices que supieran cantar y bailar. A Emme ya la tenía en mente, había querido trabajar con ella, fallidamente, en su ópera prima (Cuando ella saltó, 2007). A Celeste la vio en un capítulo de la miniserie televisiva Televisión por la identidad, con la misma temática.

La decisión de contar con un elenco conocido pesó puesto que Farji buscó que ayudara en la exhibición del film y a llegar a los espectadores, especialmente a los jóvenes. Lo consiguió.

-¿Qué importancia tiene la infancia en la presentación de tu personaje?

-Celeste Cid: A diferencia de su amiga Eva nació con esa historia, tiene encarnado ese dolor. Y como todo niño cuando no puede llenar un espacio, recurre a la imaginación. Esas llamadas telefónicas imaginarias que ella le hace al padre es su manera de mantenerlo vivo. Para mí es uno de los costados más interesantes del personaje. Creo que todos los personajes de por sí siempre son lindos de indagar en la infancia, porque es donde está la huella de lo que vos más adelante vas a ser, corrigiéndote o no, pero particularmente en este tema que habla tanto de la identidad.

Los personajes son amigas y compañeras de trabajo en un circo. De esta manera Farji trabajó el lenguaje corporal y la palabra, que expone en diálogos, en canciones, en el volumen, el tono y la velocidad con la que cantan. "El diálogo como la música no es el orden de los sonidos, si no de los sonidos y los silencios. Hay cosas que a mí me gustan que estén bien explícitas desde el diálogo, pero siempre es mejor que se vea a que se diga. El espacio vacío del silencio hace que el espectador pueda cargarlo de significado, y ni hablar el actor. La cámara registra todo eso y lo devuelve al espectador y ahí es cuando se produce uno de los momentos cinematográficos porque la película se termina cuando la ve el espectador".

Es cierto que hay un registro sexy y hasta naïf-glamoroso de los personajes, se filma su belleza. Pero con tanta delicadeza desde la cámara y desde la interpretación que gestos o hábitos (jugar con un aro por la calle por ejemplo), que pudieran resultar forzadamente excéntricos son apropiados por las actrices, forman un movimiento característico del personaje, sobre todo en Cid: se convierte en exteriorización medida de su mundo interior.

"Las acrobacias que hacen tiene que ver con lo que es el vínculo entre los dos personajes, `tirate que yo te agarro`. De confianza, de cosa muy fuerte en el cuerpo. Por eso están abrazadas al comienzo de la película y el des-abrazo es lo que sucede a lo largo de la película", explica la realizadora.

Cid:"El personaje de Eva es físico, es inquieta, le cuesta concentrarse, yo creo que si lo hace se desborda de tristeza. Entonces es dispersa, es irónica, baila con el aro por la calle. La veo como una niña defendiéndose de un monstruo. Siento como que viví a la par del personaje, junto a Eva, no me puse muy racional. Para este personaje no le adjudiqué mucho valor a lo textual. Era más bien entender el sentimiento que podría tener Eva, y si sucedían cosas imprevistas en la escena adaptarme a ellas. Me convertí en Eva por un ratito. Y Victoria (Grigera) estaba presente en algunas escenas, circulaba una energía donde había una unión bastante particular. Fue un trabajo minucioso, pero también más que de agarrarla de soltarla: había que dejar que saliera."

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