Redacción El País.
Fueron niños famosos y luego la vida los llevó a otros destinos. ¿Qué fue del nieto de la Familia Rodelú, el sketch con el que Decalegrón parodiaba cada semana la familia presidencial? ¿Y la “Dulce Constanza, aquella niña que cautivó con los institucionales de Teledoce en los años ‘80? Algunos casos cruzaron fronteras y se volvieron virales, como el de Romina González Casella, la niña que al ganar un premio en Canal 4, espetó con rabia inocente: “Mirá de quién te burlaste, Barney”.
La publicidad también generó niños estrella en los años ‘80 y ‘90, cuando la TV abierta era la fuente principal de entretenimiento familiar. “¿A dónde vas, Martín?”. Con solo escuchar esta pregunta, una generación entera responderá de forma automática: “A tomar Jugolín”. Esta publicidad fue protagonizada por un niño, cuyo verdadero nombre es Lucas y que en la actualidad se dedica al rubro gastronómico.
El personaje que sigue siendo un misterio es el protagonista de la publicidad de una mayonesa que “esperaba el estirón” para dejar de ser gordito. Las agencias involucradas en aquella publicidad no tienen registro de su identidad y hay quienes afirman que se trató de un niño de nacionalidad argentina.
Más acá en el tiempo, una actriz infantil catapultó su fama con la sitcom Bienes gananciales, que emitió Canal 10 en 2010. Hoy, Candelaria Rienzi tiene 21 años y acaba de recibirse en técnica audiovisual.
La dulce Constanza: pianista y concertista en España

En el año 1982, Canal 12 sorprendió con un aviso institucional protagonizado por una niña de 3 años. Auxiliada por su madre con la letra, la niña cantaba el jingle: “Teledoce - doce - doce - color”. Al año siguiente, Constanza encabezó otra campaña aún más desafiante, donde aparecía tocando el tema en un piano.
Luego fue parte de otras dos piezas publicitarias institucionales y no se supo nada más de la “dulce Constanza”.
Su nombre completo es Constanza Lechner, y vive actualmente en España. Cuando tenía 6 años dejó Uruguay con su familia para radicarse en Europa. Allí continuó su formación musical y actualmente es una destacada concertista de piano: integró orquestas en Madrid, Murcia, Córdoba, entre otras ciudad. Además, editó varios discos.
Constanza no vivió su fama en Uruguay y no fue consciente de ello hasta su edad adulta. Hoy tiene 46 años.
“Recuerdo (aquellas campañas) como algo muy lindo. El Teledoce - doce - doce - Color me lo cantan todos los uruguayos con los que me encuentro. Pero yo grabé todo eso y me fui a vivir a España. No fui consciente, estuve a ajena a todo eso”, comentó en una entrevista radial el año pasado.
En 2012, cuando Teledoce celebró con el programa Décadas su 50 aniversario, Constanza Lechner volvió a Uruguay invitada por el canal. Cantó nuevamente el tema y celebró con nostalgia.
Lechner contó que proviene de una familia de músicos. Su madre (la que aparece en el primer aviso) es profesora de piano y se inició con ella. Su tío recibió el encargo de componer el tema institucional de Canal 12 aquel año y fue él quien sugirió a la sobrina para la interpretación.
El nieto Rodelú: hoy rematador y empresario

Cada lunes durante al menos cinco años, Decalegrón parodiaba el día a día del entonces presidente Julio María Sanguinetti y su familia y colaboradores a través del sketch la “Familia Rodelú”. Al final de cada episodio, el “mandatario” interpretado por Eduardo D’Angelo leía un cuento a su nieto cargado de acidez y doble sentido político.
El nieto en cuestión se llamaba (se llama) Danilo Rey. Su padre, Julio Rey y su hermano Eduardo, eran los responsables de la escenografía del programa y cuando se pensó en un personaje infantil, allí apareció Danilo en escena.
Con guionadas ideas de tinte bolchevique, el pequeño provocaba al abuelo en el sketch la familia Rodelú
Hoy, Danilo Rey tiene 38 años y ha seguido una carrera como rematador y empresario de antigûedades, siguiendo el legado de su padre.
Rey integró el elenco del programa de Canal 10 cuando Decalegrón marcaba como mínimo 20 puntos de rating (hoy, con viento a favor lo más visto mide 8), no había mayores opciones de entretenimiento que la TV abierta. Danilo Rey era un niño muy famoso: “Evitaba ir al supermercado porque se me acercaban las señoras y me apretaban los cachetes”, recordó hace un tiempo Rey en entrevista con Sábado Show.
“Yo embromo que soy el Macaulay Culkin uruguayo”, añadió Danilo. El personaje lo hizo de los 7 a los 12, durante el segundo gobierno de Sanguinetti (1995- 2000) y más tarde le traería mayores problemas.
“En el colegio me hacían bullying, que no se llamaba así en ese momento y terminaba a las trompadas. Me tuve que cambiar en segundo de liceo”, comentó.
Danilo Rey tuvo alguna otra esporádica experiencia como actor, pero lo suyo era la casa de antigüedades.
"Martín": de tomar Jugolín a empresario gastronómico

“¿A dónde vas, Martín?”, la pregunta y su respuesta (”a tomar Jugolín”) está enquistada en la memoria televisiva de los uruguayos, en especial de los mayores de 30 años. La publicidad de aquella bebida mostraba a un niño rubio que salía de su casa y se dirigía en auto a pedal a una “estación de servicio”, donde otros niños le despachaban un vaso “bien lleno” de sabor naranja.
Luego de que el aviso fuera posteado el año pasado en las cuentas de Placas TV Uruguay, muchos se preguntaron por el paradero de este famoso niño y abundaron las especulaciones.
El periodista Sebastián Martínez arrojó luz sobre el asunto y en su programa Otra vuelta (Uni Radio) entrevistó al mismísimo “Martín”. Su nombre real es Lucas Muñoz, tiene en la actualidad 39 años y vive en Punta del Este.
Cuando era “Martín” para aquella publicidad grabada en 1989, tenía 4 años. A pesar de su corta edad, recuerda algunos detalles del rodaje, como por ejemplo que su padre le había cortado el pelo el día anterior y por eso aparece prácticamente rapado. También reconoció que el autito no se lo regalaron luego de la publicidad. “Las chiquilinas que me saludan en el camino no sé quiénes son. Nunca supe. El chico del surtidor es un primo segundo mío”, añadió.
Rubio y de ojos claros, muchas agencias requirieron de sus servicios en su infancia y Lucas contó que fue parte de otras publicidades para varias marcas. “Hice varias publicidades más. Mis padres me explotaron en esa época”, bromeó.
Consultado sobre su presente laboral, Lucas Muñoz contó que se dedica al rubro gastronómico. “Estudié con el Gato Dumas y después me fui a vivir a España. Estuve muchos años allá. Ahora regresé y estoy instalado en Punta del Este”, dijo sobre su emprendimiento Café El Tesoro, de La Barra.
La pieza fue una creación de Anelo publicidad y fue una de las primeras cuentas que atendió Susana Anelo, directora de la empresa que tiene 36 años en el mercado.
Anelo Comunicación fue la responsable de ese comercial. “Recuerdo perfectamente a Lucas y ¡cómo nos sorprendimos cuando lo vimos con el pelo tan corto!”, relató. “Toda la producción fue hecha con poco presupuesto y mucha voluntad. Los niños y niñas que participaron eran y sobrinos de amigos, el autito era prestado por Daless y los surtidores los hicimos para el comercial. Nada de director, asistente, maquillaje y todo lo que se usa ahora. Se hizo cámara en mano y nunca pensamos que iba a tener tanto éxito”, añadió.
“Se grabó en una calle del Puerto del Buceo, donde teníamos la agencia”, remató.
"Mirá de quién te burlaste": la historia de Romina González Casella

Cuando tenía 9 años, Romina González Casella ganó un premio en Canal 4 y su celebración se convirtió en viral a nivel internacional. La niña le dedicó el premio a Barney y su compañero de escuela Dylan. “Mirá de quién te burlaste”, dijo ante cámaras.
Hoy, Romina tiene 26 años. Se formó en psicología, letras y conducción televisiva. Es guionista, escritora y dibujante. Tuvo su “revancha” en televisión porque integró siendo niña el programa Malas compañías en Canal 10.
“Lo de Barney fue una chanza que inventé en el momento para dejar una impresión más fuerte. Nunca creí en Barney ni estuve enojada con él. Yo estaba como en un personaje de reality show, más o menos. Al final salió bien”, declaró Romina tiempo atrás a Sábado Show.
González Casella fue víctima de bullying y dio un mensaje sobre el acoso escolar.
“Pesó tanto que me cuesta trabajo reconocerlo como tal. Siento que va a saltar alguien a desmentirme, que me lo imaginé, que nunca me pegaron y que no fue nada. Pero sé lo que viví. Con la intención que haya sido, recuerdo los ataques de pánico y los síntomas de la somatización por el estado mental en que me dejaba. Ahora me da miedo ser inadecuada o inaceptable para la sociedad, porque sé que el bullying me lo hacían por “rara”. No era la niña más arquetípica del mundo, pero en retrospectiva, ¿es justificable el acoso porque alguien no sabe desenvolverse en situaciones sociales tan bien como los demás? ¿Los niños neurodivergentes, por ejemplo, merecen bullying por serlo? Claro que no. Dudándolo me estoy faltando el respeto a mí y a un montón de personas. Me tranquiliza ver que muchos de los que se metían conmigo han cambiado y algunos hasta me han pedido disculpas. Esos niños que parecían odiarme se convirtieron en adultos sanos y eso es espectacular”.
De hecho, Romina contó que se ha encontrado con el famoso Dylan. “Me lo crucé unos años después del incidente. Hablamos de forma civilizada y me pidió disculpas. Un tipazo; espero que esté bien”, dijo.
Actriz y productora: la historia de Candelaria Rienzi

Candelaria Rienzi interpretó a la niña Luciana para la primera sitcom uruguaya, Bienes gananciales, que emitió Canal 10 en 2011. Tenía 9 años cuando se puso en la piel de la hija de la pareja de protagonistas, interpretados por Karina Vignola y Gaspar Valverde.
La niña tenía un rol fundamental en los remates de los chistes y demostraba tener más madurez que sus padres. “Lo hacía con naturalidad”, asegura Rienzi, hoy con 22 años y quien recuerda aquellas jornadas de rodaje como “muy divertidas”. Rienzi continuó su vida como estudiante y ha seguido vinculada a la comunicación y la actuación. En la actualidad, trabaja en producción en Canal 10 y recientemente terminó los estudios como técnica en realización audivisual.
Luego de Bienes gananciales, Rienzi tuvo otros papeles. Fue parte de las películas Mi Mundial y Reus 2. En los procesos de rodaje se fue enamorando del “detrás de cámara”.
“No descarto la actuación, es algo que está en mí. Pero hoy estoy enfocada en la producción y la realización. Es un mundo maravilloso”, asegura. Candelaria es hija de Silvio Rienzi, un histórico productor de TV en Canal 10 y conductor del programa sobre remates ¿Quién da más?
“No me daba cuenta de que estaba trabajando”, recuerda sobre Bienes gananciales, un rol que le valió una nominación al Premio Iris de aquellos años. “Era un hobbie para mí”, agrega.