RUSIA 2018

El periodista nacido en Portugal tiene sentimientos encontrados previo al partido que disputará la selección de su país natal contra Uruguay. Afirma que hinchará por la celeste, pero que si gana su felicidad no será completa. 

Este sábado, cuando la pelota comience a rodar en Sochi y Uruguay y Portugal se enfrenten por un lugar en Cuartos de Final de la Copa del Mundo, Fernando Vilar tendrá el corazón partido. El periodista estrella de Radio Monte Carlo nació en una aldea llamada Lara en Portugal y mantiene un fuerte lazo con su tierra natal, pese a que se mudó a Uruguay con apenas seis años de edad. Allí tiene tías, primos e hijos de primos con los que mantiene un diálogo fluido. Tanto ellos como él hubiesen preferido que estas selecciones avancen en el campeonato sin tener que cruzarse.

Vilar afirma que su "felicidad no será completa" ante ninguno de los dos resultados, aunque al momento del partido hinchará por la celeste. "Acá tengo a mi familia, mis hijas, mi nieto, hermanas, amigos", enumera. Señala que "entre ver a un pueblo feliz e imaginarme a un pueblo feliz, prefiero verlo y participar de esa felicidad". Y añade un detalle que no es menor: cree que los portugueses no son tan pasionales por el fútbol como los uruguayos. "Así que por donde lo mires me gustaría que este sábado gane Uruguay", concluye.

Ante la comparación entre las dos selecciones, el periodista considera que la uruguaya es superior a la portuguesa en solidez deportiva. Incluso indica que Uruguay salió favorecido de cruzarse con Portugal y no con España en octavos de final. "España es un equipo, y Portugal es un gran jugador con diez que acompañan", analiza. Y agrega: "Uruguay tiene más equipo, si ganamos va a ser una fiesta".

También arriesga que en caso de ganar el partido de este sábado, él tiene "secretamente la esperanza de que Uruguay llegue más lejos de lo que llegó en Sudáfrica". "Me parece que no hay ningún cuco y en la cancha son once contra once", desafía.

El conductor vive con intensidad los partidos de Uruguay pero también palpita muy pasionalmente cada vez que Portugal sale a la cancha. Siguió atentamente toda la Eurocopa y se "emocionó mucho" cuando su país resultó campeón. Sin embargo, no había nadie para celebrar. "Recibí las felicitaciones de muchos amigos que saben que lo vivo muy fuertemente, pero salí a la puerta de mi casa y no había nadie", ilustra.

Vilar relata que las veces que ha viajado a Portugal siente "algo raro": "Es algo muy profundo por el país. Es indescriptible, muy difícil de explicar, incluso a mi familia. Los inmigrantes saben a qué me refiero". Cada vez que tiene la oportunidad, el periodista visita a la enorme familia que vive allá. La última vez fue en 2007, cuando recibió una distinción del gobierno como el mejor periodista portugués radicado en el exterior.