ENTREVISTA

-¿Cómo fue la experiencia de estar en la serie Sueño Bendito, que repasa la vida de Diego Maradona y se estrena en breve? 

-Que el director Alejandro Aimetta me haya elegido de un casting de 3000 personas fue un honor. Y me permitió viajar a Barcelona y conocer a la actriz Romina Ricci, a quien admiraba mucho. Yo hice de Jorge Carrascosa y fue una de las mejores experiencias de mi vida.

-¿La muerte de Maradona ayuda al éxito comercial de la serie?

-Sí, pero cuando se murió me puse muy mal. Mis amigos me decían “ahora que se murió, va a ser un éxito”. A mí me dio cosa porque viví en Argentina y sé cuánto lo quieren. También me da pena porque murió muy solo.

-¿Qué te provoca él como personaje?

-Tenía sentimientos encontrados. Admiré lo que logró en su carrera porque empezó de abajo. Respeto lo que significa como ídolo, pero eso de que haya tenido hijos no reconocidos me duele. 

-¿Qué opinás sobre las polémicas que ya ha generado la serie incluso sin estrenarse?

-Sé que hay un tema con Claudia (Villafañe), que no le gusta cómo se la está mostrando. Es injusto porque es una superproducción para la que se trabajó mucho y con gente muy talentosa. Hay un elenco muy groso: Leo Sbaraglia, Peter Lanzani, Juan Palomino, Rita Cortese, Mercedes Morán.

-También está el uruguayo Nicolás Furtado, ¿cómo es tu relación con él?

-Es un actor muy talentoso y en las grabaciones fue muy cordial. Nos conocemos desde hace mucho tiempo. Sin embargo, cuando llegué a Buenos Aires le escribí para ver si me podía dar una mano. Nunca me contestó. Capaz que estaba muy ocupado o no lo vio...

-A lo largo de los años en los que trabajaste en Buenos Aires compartiste elenco con varias figuras conocidas, ¿alguna te desilusionó?

-Para mí es muy importante trabajar con gente con buena onda. Me tocó trabajar con Mercedes Funes, que es re buena mina, re buena compañera y súper talentosa. Estar con ella en Tita de Buenos Aires fue un placer. Y hay varios así, como Luciano Castro, Juan Minujín, Brenda Gandini, Esteban Lamothe, Rafael Ferro, que son lo más. Pero también me pasó de tener que compartir escenas con gente que no me hablaba. Me acuerdo que en Educando a Nina tenía que hacer de amigo de Griselda Siciliani y ella no me dirigía la palabra. Con Julieta Zylberberg también me sentí muy incómodo grabando un videoclip. Yo las admiraba y me desilusionaron por su trato.

-El año pasado decidiste volver a Uruguay por la pandemia después de haber hecho carrera por cinco años en Argentina, ¿cómo fue tomar esa decisión?

-Yo estaba grabando el piloto de una serie nueva con Ludovico Di Santo y otros actores conocidos. De un momento para otro todo se cortó. Me sentí muy mal. Me encontré sin trabajo y me tuve que volver a Uruguay antes de que cerraran la frontera.

-¿En Buenos Aires vivías cómodamente con tu trabajo como actor?

-Sí, tenía mi casa y vivía de la actuación. No trabajé de otra cosa desde que llegué a Buenos Aires. Justo unas semanas antes de que pasara lo de la pandemia había viajado a Brasil a filmar una publicidad para la que me pagaron muy bien, así que por suerte tenía ahorros.

-Una vez en Uruguay, comenzaste a dar clases de actuación...

-Sí, se me ocurrió hacer un curso de actuación frente a cámara por Zoom, en el que preparo a los chicos para castings de cine, televisión y publicidad. Ahora también estoy dando clase de actuación para todas las edades en Polizon Teatro, con los cuidados que hay que tener. Y además, me uní con el actor Pablo Pippolo y le propuse hacer un curso de teatro e iniciación al cine en el Teatro Odeon.

-Y estás preparando proyectos para volver a actuar.

-Estoy ensayando una nueva comedia con Cintia Caballero. Se llama Es Complicado, estrenamos el sábado 3 de abril en el Teatro Stella y nos dirige Ernesto Medela a través de Zoom desde Buenos Aires. Estamos contentos porque es una obra que funcionó muy bien en Argentina. Cuenta la historia de una pareja que se separó y por una situación climática deben convivir encerrados en una casa de verano. Además, estoy por empezar a grabar una película de terror que se llama Alguien me vigila en la que hago del novio de la protagonista.

-¿Tenés ganas de quedarte en Uruguay o no ves la hora de volver a Buenos Aires?

-Estoy contento de estar acá. Descubrí la docencia, que es algo en lo que estoy muy enfocado y me gusta mucho. Me encontré con muchos chicos jóvenes talentosos.

-¿Cómo incentivás a tus alumnos a seguir la carrera de la actuación teniendo en cuenta que vos mismo reconocés que faltan oportunidades?

-Cuando uno ve que las cosas son tan difíciles le pone tanto esfuerzo que terminan sucediendo. Yo de chico hice un montón de cosas en Uruguay, que fueron las que me abrieron camino para poder trabajar en Argentina. Si vos trabajás duro y de forma disciplinada, las cosas suceden.

-¿Les recomendarías que prueben suerte del otro lado del Río de la Plata?

-Sí, como también les recomendaría que vayan a Europa y que hagan todo aquello que sientan que les ayuda a crecer. Es importante vivir esas experiencias como artista y competir con gente de otros ambientes. Cuando llegué a Argentina yo no tenía el mismo ritmo que el resto. Me tuve que adaptar a otra cultura y a otro estilo de vida.